Capítulo 10: Ella es como un niño

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Lo único que se me ocurre para describir a Khum Sam es de un niño pequeño con un nuevo juguete. ¡Yo era su juguete! Lo digo porque ella buscaba cualquier oportunidad para besarme, incluso en el trabajo, aunque trataba de evitarlo en lo que pudiera. Luego ella decía: ¡Soy tu jefe! Como si eso fuera suficiente para hacerme obedecer, entonces volvía a besarme. Ella es hermosa, elegante, rica y egocéntrica, además de seria y antipática con otros, a veces hasta cruel, eso era lo que pensaba de ella antes, pero me di cuenta en estos días como su pareja que es todo lo contrario. Ella es inocente y no sabe tratar con los demás, su ego inflado es algo que no salió de la nada, era su abuela la que le decía esto y aquello sobre su familia y su legado. Por un momento creí que era yo la que la sujetaría del brazo y me dejaría llevar a donde ella quisiera, pero es Khum Sam la que tímidamente me sujeta la ropa y me sigue como un infante asustado de tropezase y hacer algo mal. Cuando conocí a Tee, Jim y Kade, me demostró eso. Ellas respetan quieren y entienden como pueden a Khum Sam, apoyándola hasta con las cosas más triviales. Pronto hoy era el cumpleaños de Khum Sam, no íbamos a celebrarlo en su casa ya que a ella no le gustaba el desorden, así que sería en un restaurante. Sus amigas dijeron que a ella no le gustaba celebrarlo, no lo comprendí hasta que dijeron que fue el día en el que murió su hermana Song. ¿Será que puedo hacer que Khum Sam sea feliz en ese día que nació? Khum Sam estaba sentada en el sofá frente a la laptop, imagino que terminando el trabajo pendiente. Me acerqué a ella y besé su cabeza, ella levantó el rostro sin ninguna sonrisa. La verdad ella no sonreía mucho, así que no podía determinar si era feliz o estaba triste. Era su cumpleaños después de todo.

—Mon... ¿Cómo se siente ser una omega? —Me preguntó de repente al sentarme a su lado. Ella estaba triste, fue lo que su voz me dijo.

—No sabría decirte... ¿Físicamente o emocionalmente?

—Ambos... Mi hermana se fue cuando no pudo más, luego Song nos dejó y murió. Quería llorar y enojarme. Decirle egoísta por morir y dejarme. Mis hermanas me dejaron de un modo u otro, solamente quedando yo con la abuela. Ella me quiere, soy su orgullo, pero también sé que no trató bien a mis hermanas mayores por ser omegas... Ellas me odian.

—Khum Sam... Cuando te veo tampoco puedo entender en qué nos diferenciamos. Yo lloro, también Khum Sam. Sonrió, me enojo, tenemos dos ojos, una nariz, una boca, dos manos y pies... Ambas somos mujeres... —Agaché la cabeza y miré mis manos ahora limpias y sin las uñas potizas. —Incluso si fueras un hombre, serías igual a mí, porque somos dos seres humanos con sentimientos, deseos y sueños. Nadie más dice otra cosa que yo soy omega y tu una alfa. Soy omega y mis reacciones al celo son diferentes que las tuyas, porque siendo alfa, tienes que obligarte a controlarlo o hacer algo al respecto. A los omegas nos duele, a ustedes los pone agresivos e irritables, queremos tener sexo y reproducirnos. Eso no me hace más o menos lista que tú, que yo sea delicada no significa que no pueda ser fuerte por mí misma. Mis palabras son mi arma, Khum Sam me protege en lo que no puedo. Yuki es omega, ha salido con betas que son más tranquilos que ella, incluso ha practicado karate. Yo soy yo, Yuki es Yuki. Esencialmente, Khum Sam, no hay nada significativo entre que yo sea una omega y tú una alfa... No sé por qué razón se burlan de mí por ser omega, pero eres la única a la que no le importó, que me ayudó y me acarició la cabeza. No me siento mal del todo por ser una omega gracias a que te conocí, Khum Sam.

—Mon. —Susurró mi nombre abrazándome. —Te amo, Mon.

—Te amo más, Khum Sam.

Khum Sam accedió a la fiesta de cumpleaños por petición mía, sus amigas y Yuki fuimos y canté para ella, tras todas irse, Khum Sam y yo caminamos por las calles iluminadas tomadas de las manos. La noche era fresca y me sentía relajada al estar a su lado. ¿Saben cómo es el estar cómodo sin la necesidad de palabras? Era así como me sentía esa noche. Nos sentamos en una banca en una plaza y dejé descansar mi cabeza en su hombro. Ese momento era simplemente perfecto estando las dos juntas. De repente Khum Sam me estaba besando el cuello, su mano entraba en mi blusa y apretaba la piel del estómago.

Fanfic de GAP THE SERIE: Mordida de posesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora