El Encanto del Lobo |BL| |✔️|

| Capítulo XIV |

 

|Mi corazón late en patrones al sonido roto.

Eres el único que puede calmarme.

Mi cabeza gira en círculos así que estoy mareado ahora.

Todo este tiempo debería haberlo descubierto.|

Free Animal - Foreign air

Había ido con una clara misión, hacer que los hijos de la Luna pusieran de su parte en la búsqueda. Y en la primera hora de nuestra visita, todo había ido de acuerdo al plan. Los hermanos postizos se juntaron en una sala más grande de lo que la fachada de la cabaña daría a entender, sentados en un sofá de cuero negro, con una fogata artificial de un enfermizo color verde interponiéndose entre ellos y nosotros. Nos observaron a Darian y a mí con la curiosidad e indiferencia característica de un gato, los cuatro con aquellos llamativos colores tiñendo sus cabellos y sus ojos rasgados detallando todo lo que creyeran necesario.

Zach se encontraba sentado al final de la fila, sobre el reposabrazos del sofá, con una sonrisa sin dientes que se me antojó espeluznante. El chico no me había quitado la mirada de encima y, con cada segundo que pasaba, sentía que podía entender lo que decía.

Y ocultar el nerviosismo que ello me provocaba me estaba costando demasiado.

Más con el mosquito a mi lado.

—¿Y qué ganaremos nosotros? —preguntó uno de ellos.

Wyatt, con sus ojos oscuros como la noche y su cabello de un verde esmeralda que se asemejaba al color del lago. No éramos el favorito del otro y, ciertamente, siempre me había parecido como un grano en el culo. Le caía bien a Oliver y esa era razón suficiente como para que todo él encendiera una alarma que ni loco iba a ignorar.

—¿Eliminar una amenaza que nos pone en peligro a todos? —no vacilé, no fruncí el ceño. Tal vez demostré algo de mi desagrado en mi tono, y fue tal pizca que él lo captó.

Su lengua se asomó entre sus labios, como los de una serpiente que se prepara para atacar. Al final, solo se encogió de hombros mirando a sus compañeros. Estos habían decidido no ser parte de aquella conversación más que como espectadores.

Creí que mi suerte había sido una mierda al darme como juez justo a él.

—Querrás decir para ustedes y los humanos, nosotros podemos protegernos. Además, no se ha acercado a nuestro dominio.

Todo mi cuerpo se tenso, atacado por una repentina ola de frío al entender sus palabras. Los ojos de Wyatt brillaron, a sabiendas de que había captado el mensaje. Demostrando lo útiles que serían en el caso de tenerlos de mi lado y, también, de lo peligrosos que eran en el contrario. El clan de la Luna siempre había sido imparcial cuando de Emerald Lake se trataba, aún cuando vivieran relativamente dentro de su territorio, pocas veces se los veía en el pueblo. Y debía de haber algún cataclismo universal si en la ocasión se los veía hablando con alguien más que no fueran ellos mismos.