Las tropas estuvieron listas demasiado rápido, a los pocos días ya teníamos a toda la flota de soldados competentes para destruir los pueblos del Reino Tierra.No me gustaba para nada como estaban llendo las cosas, el tiempo se me agotaba y mis asuntos personales tampoco ayudaban.
Cada noche me enviaban a la misma chica y como siempre yo me negaba a tan siquiera estar cerca de ella. Pero la cosa siempre era igual, la dejaba dormir en mi cama y al amanecer ella ya no estaba; cuando salía de mi habitación los sirvientes me contaban que ella siempre decía que las noches conmigo eran "agotadoras, salvajes y dignas de un futuro Señor del Fuego".
No me gustaba nada, realmente nada lo que ella decía pero cada que iba a encararla me respondía lo mismo.
- Solo es una fachada Su Alteza, a ninguno de los dos nos conviene que se sepa la verdad.
La primera vez que me lo dijo le creí porque su tono se notaba asustado y ni siquiera quería verme a los ojos, además de que no paraba de agradecerme que haya tenido consideración con ella al no obligarla a nada.
Pero en estas últimas ocasiones ya no la notaba así, parecía decirlo con tanta libertad que incluso sonaba descarado.
Zuko: Mis sirvientes siguen dándome recados de que dices cosas impropias sobre nosotros.
Ima: Pero Su Alteza ya se lo dije, es solo una fachada. Nadie puede saber que en realidad no ha querido tocarme desde la primera noche en que si lo hizo.
Zuko: No hace falta que lo cuentes cada día y des detalles. Simplemente no digas nada -le dije muy molesto-
Si bien esta chica se parecía físicamente a Nerea, no tenía nada que ver con ella en la forma de ser y actuar.
Ima: P-pero... Su Alteza si no digo nada entonces el Consejal va a empezar a sospechar y yo... -dijo amenazando con llorar pero la interrumpí-
Zuko: Ya te dije que no tienes porque preocuparte del Consejal, ahora estás bajo mi protección así que deja de tenerle miedo.
Lo dudó un poco pero al final accedió.
Ima: Está bien Su Alteza.
Me fui de allí, pero por alguna razón no me sentí tranquilo con su respuesta... no confiaba en ella.
***
Llegó el día en que las tropas estuvieron listas y los buques en los que iríamos igual. Mi padre solo me recordó que nada podía salir mal o sino tendría serías consecuencias.
Partí de la Nación del Fuego esa misma mañana, solo éramos tres buques pero estaban repletos de maestros fuego competentes y bien entrenados.
El viaje hasta el Reino Tierra sería de cinco días así que tenía tiempo suficiente de planear una estrategia que fuera perfecta... o al menos eso pensé.
Habían pasado días desde la reunión con el Consejo de Guerra en la que se había acordado esta misión, pero sin importar el tiempo, yo no había logrado crear un plan en el que la gente no saliera herida. No era un genio que pudiera hacer algo así sin cometer un error; y en esta misión no podía cometer errores.
En el primer día de viaje no pasaron muchas cosas, usé el día para tranquilizarme y tratar de dirigir la misión. El segundo día me la pase encerrado en mi habitación del buque con mapas, datos, el registro de armas y soldados que estaban en los demás buques; realmente me esforcé en analizar cada detalle de manera minuciosa para encontrar algún error que nos hiciera fallar.
Pero no lo logré.
Zuko: Tengo tres días más.
Las horas pasaron y con ello se formaron días hasta que sin darme cuenta ya habíamos llegado a tierra firme... ya habíamos llegado al Reino Tierra.
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Tribu Nacional
FanfictionEl Príncipe de la Nación del fuego y la Princesa de la Tribu Agua del Norte, eran la pareja Real hasta que aquel incidente los separó y sin saberlo también los rompió... las cosas nunca volverían a ser como antes pero... ¿era acaso eso algo malo? Vi...