Capitulo 6

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Pasaron los días y todo mi ejercito estaba a la espera de las noticias de los escuadrones que había enviado para investigar a todos los pueblos rebeldes de las afueras del Reino Tierra.

Aunque mi ejercito no era tan numeroso, si habían muchos hombres y poco a poco empezamos a llamar la atención. Los pueblos cercanos ya no nos vendían comida aunque fueramos disfrazados y en cubierta, al parecer ya se habían dado cuenta de que proveníamos de la Nación del Fuego.

El alimento que traíamos para esta misión no era tan abundante como para soportar todo el tiempo que nos ibamos a quedar aquí y no pensaba usar todo el que teníamos en los buques, quería racionarlo tanto como pudiera. Pero debía encontrar una solución para que mis hombres no pasaran escasez.

Zuko: Necesito de hombres que deseen acompañarme al mar para obtener alimento de la pesca ¡¿Voluntarios?!

Un buen número de hombres se hicieron disponibles y al atardecer nos fuimos a la costa para obtener alimento.

El sol estaba cayendo y poco a poco la noche llegó, le había explicado a los soldados como se pescaba y al parecer no les estaba yendo muy bien. Yo había aprendido a pescar en mi exilio porque mi Tío me habia enseñado.

Como éramos muchos, no tardamos en juntar varios pescados y pronto tendríamos los suficientes para irnos.

- ¡¡Mire Su Alteza!! -me gritó alguien- pesque a este pescado en una burbuja -se escuchaba emocionado-

Voltee y me acerqué a él, efectivamente el pescado que había atrapado estaba dentro de una burbuja de agua que se levantaba en el aire sin razón alguna.

- ¿Cree... que ese pescado pueda hacer agua control Su Alteza?

Zuko: Los pescados son los maestros agua originales... pero ni de broma pueden hacer eso -dije refiriéndome a esa burbuja que contenía al pescado-

Me quedé observando lo que sucedía con ese pescado y no me di cuenta de que el agua del mar se estaba acercando hacia nosotros. Me di cuenta solo hasta que escuché los quejidos de mis soldados.

- ¡¡Ahh!! El agua está avanzando.

- ¿Qué es esto? No se quita.

- ¡¡¡No puedo moverme!!!

Voltee a verlos y noté que sus pies estaban sujetados por hilos de agua que salían del océano.

- ¡¡¡Su Altezaaa!!!

Me gritaron y rápidamente voltee al frente. Había una ola que se estaba formando frente a nosotros y que definitivamente no era normal.

Todos se alejaron de la orilla y se adentraron en el bosque.

- ¡¡¡No nos abandone Su Alteza!!!

- ¡¡¡Esto no se quita ni siquiera con nuestro fuego control!!! -me griraron los soldados sujetos al mar.

Tenía a tres de mis soldados capturados por hilos de agua y la ola se acercaba cada vez más a nosotros. No podía dejarlos ahí, no estaba dispuesto a hacer eso.

Corrí lo más rápido que pude y con el fuego control más fuerte que tenía queme aquellos hilos que sostenían sus pies. Logré liberar al primer soldado y pensé que me ayudaría a liberar a los demás pero no lo hizo, se adentró corriendo al bosque y lo perdí de vista.

Zuko: ¡¡Pero que cobarde!! -pensé muy enojado-

Me acerqué al segundo e hice lo mismo, no tardé en liberarlo y este si me ayudó a liberar al tercero pero algo estaba mal.

Los hilos se habían hecho increíblemente más resistentes, si los primeros eran fuertes, estos lo eran mucho más.

- ¡¡¡No se rompen ni se derriten Su Alteza!!!

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