NereaAbrí los ojos un poco cansada cuando empecé a recuperar el conocimiento. Vi al médico frente a mi de espaldas, supongo que estaba preparando algo o una cosa como esa.
No entendía que hacía aquí, lo último que recuerdo es haber estado en la carcel y como me daban ese horrible té bloqueador de chi.
Nerea: Seguro ya no tengo mis poderes -pensé molesta.
Pensé de inmediato en que debía irme de aquí, no sabía si el médico estaba aquí cuidándome o iba a hacer algo que me perjudicara y honestamente no iba a quedarme para averiguarlo.
Todavía traía puesto el vestido blanco sin mangas y sin hombros que usé cuando había ido a ver a Zuko... lo primero que quería hacer era cambiarme porque el pobre vestido ya ni siquiera se veía blanco. Estaba totalmente lleno de tierra y ¿ceniza?
Nerea: ¿Por qué mi vestido tiene ceniza? No he estado cerca de alguien que pueda hacer fuego control ¿o si? -pensé.
Me levanté de la cama lentamente sin hacer ruido, ya estaba por caminar hacia la salida cuando alguien entró a la sala del médico. Me asusté de inmediato pero al ver la entrada nunca entró nadie... al menos yo no vi nada a la altura que estaba mirando, esa personita era más pequeña y por poco casi no la noto.
Era Zarheo, había entrado a la sala del médico y mientras lo hacía parecía escucharse una plática algo fuerte afuera pero no lograba reconocer que decían o a quienes pertenecía la voz.
En cuanto Zarheo me vio levantada corrió hacia mi y me abrazó fuertemente.
Zarheo: ¡Mamiiiii!
El médico volteo en cuanto lo escuchó y me vio levantada de la cama y con Zarheo abrazando mi cintura.
- ¡Señorita! -dijo preocupado y sorprendido- debería estar en cama, no se levante.
Nerea: Lo lamento.
Mi plan de salir de aquí había fracasado y todo gracias a mi amado hijo... aunque no podía culparlo, hacía días que no lo veía y estar con el me hizo sentir supremamente feliz.
El médico me explico que me habían llevado a la carcel y que ahí me habían dado una muy buena dosis de té bloqueador así que no podría usar mis poderes por un buen tiempo.
Nerea: Entiendo...
A media plática entró Zuko muy enojado, al parecer era él quien había estado discutiendo con los guardias a la entrada de la sala.
- Su Alteza -dijo el médico con una reverencia.
Zuko: Dígale a esos guardias que no necesitan escoltar a la Princesa Nerea, si no a la próxima no charlaré pacíficamente con ellos ni con usted.
- Lo siento Su Alteza, fue orden del Concejal Ron resguardar a la Señorita ahora que le pertenece.
Zuko/Nerea: ¡¡¡¿Qué?!!! -dijimos ambos al mismo tiempo y super asustados.
Escuhando con un poco de paciencia al médico y sosteniendo a Zuko para que no se desquitara con él, nos enteramos que el Concejal Ron al parecer si había pedido pasar la noche conmigo el día anterior y al haber tenido el permiso del Señor del Fuego ahora yo pasaba a pertenecerle al Concejal o algo así.
Me sentí un poco aliviada al notar que Zarheo no lograba entender nada de lo que estábamos hablando, sinceramente no creo que un niño de su edad deba saber este tipo de noticias.
Zuko: Eso ya no será necesario, hablé con el Señor del Fuego y me ha devuelto a mi espo... ¡Digo!... la Princesa Nerea ha vuelto ser considerada la esposa del Príncipe heredero y madre del Príncipe Zarheo.
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Tribu Nacional
FanfictionEl Príncipe de la Nación del fuego y la Princesa de la Tribu Agua del Norte, eran la pareja Real hasta que aquel incidente los separó y sin saberlo también los rompió... las cosas nunca volverían a ser como antes pero... ¿era acaso eso algo malo? Vi...