El Príncipe de la Nación del fuego y la Princesa de la Tribu Agua del Norte, eran la pareja Real hasta que aquel incidente los separó y sin saberlo también los rompió... las cosas nunca volverían a ser como antes pero... ¿era acaso eso algo malo?
Vi...
Llegamos al campamento tan rápido como pudimos y al final nos dimos cuenta de que aquel humo que vimos antes solo era el de la cocina del campamento.
Kriz: Pensé que el humo era porque estaban quemando algo o por cosas incluso peores.
Zarheo: Igual yo...
Miramos alrededor, nunca había visto tan de cerca un campamento de la Nación del Fuego. Hasta ahora solo habíamos interceptado escuadrones pequeños pero verlo ahora me dejó asombrado.
Zarheo: Son demasiados y hay muchas tiendas ¿Cómo sabremos dónde está mamá?
Kriz: ¿Por qué no quemamos las tiendas? Tú con tu fuego y yo mi asombrosa lavaaaa.
Zarheo: No podemos, si empezamos a incendiar cosas de inmediato se darán cuenta...
No debíamos hacer ruido, es más ¡¡Ni siquiera deberíamos estar aquí!! Pero el Espíritu bueno no había regresado y como el no tenía poderes y nosotros si pensé que podíamos ayudarlo... pero no lo veía por ningún lado.
Kriz: ¿Crees... que nos haya abandonado hermano? -me dijo Kriz triste.
Zarheo: No lo sé... pero no podemos darnos por vencidos. Tenemos que salvar a mamá solos ¿y sábes qué? Tus palabras me dieron una idea.
Le conté a Kriz mi plan y luego de entenderlo nos separamos para actuar. Teníamos que revisar cada tienda porque no sabíamos en cuál podían tener a nuestra mami.
Como Kriz era maestro tierra pensé que sería más fácil para el causar distracciones usando sus poderes a distancia, además, si llegaban a verlo podía hacer un hueco en la tierra para esconderse.
Y con sus distracciones yo tendría más oportunidad de buscar sin tanta vigilancia. Si llegaban a atacarme con fuego, podía usar mis poderes para desviarlo y defenderme.
Noté como los soldados empezaron a moverse y supe que Kriz ya estaba distrayendolos. Me cole en el campamento y revise cada tienda; encontraba cosas de soldados, mapas y en una incluso encontre a alguien durmiendo.
Zarheo: Lo siento -susurre mientras cerraba de nuevo la tienda de campaña para no despertarlo.
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Se me estaban acabando las opciones hasta que vi una tienda, era diferente a las demás porque era más grande y se veía lujosa.
Zarheo: ¿Será la de su lider?
Caminé y estaba apunto de entrar en ella cuando escuché un grito.
- ¡¡Hey!! ¡Hay un intruso!
Se referían a mi, alguien me había visto y ahora muchos soldados iban tras de mi.
Zarheo: ¡No es cierto! Solo vengo a dejar estofado de patooooo!
Corri alejandome del lugar pero no podía, a dónde quiera que iba había soldados.
