Nerea
Zuko: ¿Por qué no te apegaste al plan? ¡¿Acaso quieres que mi padre me mate?!
Nerea: Me alegraría mucho que eso pasara. Además no me salgas con eso, seguí el plan e incluso lo hice más creible. Tu y yo no estamos juntos en esto, no tengo porque ayudarte ni avisarte nada -le dije de una forma despectiva.
Zuko: Bueno, tenemos suerte de que todo haya salido bien.
Nerea: De nada.
Zuko: ¿Qué?
Nerea: Gracias a mi tenemos el permiso del Señor del Fuego de buscar a Zarheo sin restricción alguna... pronto estará a salvo de nuevo -comenté con un tono más suave.
Zuko: ¡No lo entiendes! Ahora que mi padre sabe que Zarheo está vivo y que además está aquí en la Nación del Fuego ya no podrán salir de aquí. Estarán vigilados todo el tiempo.
Nerea: ¡¿Crees que me importa?! ¡¡Sacaré a mi hijo de aquí aunque me cueste la vida!!... el es lo único que me importa.
Me adelanté un par de pasos pero luego me detuve, había algo que estaba en mi mente y deseaba saber la respuesta.
Nerea: ¿A qué se refería tu padre cuando dijo que Zarheo era tu primer heredero?... ¿Acaso tienes más hijos?... -dije de la forma más seca que pude, no quería que supiera lo que realmente sentía.
Tardó en contestarme, eso me dolía y ni siquiera sabía porque.
Zuko: No sé porque lo dijo... no estoy seguro -me contestó con un tono de confusión.
Nerea: ¡¡¿Cómo puedes no saber algo así?!! ¡¿Acaso vas por la vida teniendo hijos sin darte cuenta?! Ahora entiendo lo que significan las mujeres para ti.
Zuko: No lo digo de ese modo, es en serio Nerea. No lo sé, antes de irme pasaron cosas pero ni siquiera lo recuerdo bien. No estoy seguro de nada...
Ambos nos quedamos en silencio por un momento y no era un silencio tranquilo sino uno lleno de huecos y dudas.
Nerea: Entonces existe la posibilidad ¿no?... de que puedas tener más hijos -dije mientras una lágrima caía de mi ojo.
Zuko: Incluso si fuera así estoy en mi derecho... lo último que supe era que mi esposa y mi hijo habían muerto. Podía formar otra familia igual que tu lo hiciste cuando tuviste otro hijo...
Me sorprendí por lo que dijo y sentí como los latidos de mi corazón se volvían inestables, como cuando tienes un corazón destrozado.
Nuestras miradas se encontraron y por alguna extraña razón se la sostuve, mis dientes rechinaban de lo tensa que estaba y apretaba mis puños cada vez más. Podía verlo en sus ojos, no sentía realmente lo que acababa de decir.
Sus ojos se apagaron en cuanto comentó lo de mi otra familia y su mandíbula estaba tensa como si la tristeza lo carcomiera por dentro.
Mientras eso pasaba otra lágrima cayo de mis ojos expresando la tristeza que yo también sentía aunque ni siquiera sabía porque.
Pero no iba a quedarme así.
Seguí caminando y limpié la lagrima de mi cara mientras decía.
Nerea: Tienes razón... tu y yo ya no somos nada.
Pasado un rato llegamos a la prisión cerca del Palacio de la Nación del Fuego, nos dijeron que habían traido a un nuevo prisionero hace poco y pensamos que podía tratarse de Zarheo. El guardia de la entrada nos dejó pasar de inmediato cuando se dio cuenta de que se trataba del Príncipe Zuko.
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Tribu Nacional
FanfictionEl Príncipe de la Nación del fuego y la Princesa de la Tribu Agua del Norte, eran la pareja Real hasta que aquel incidente los separó y sin saberlo también los rompió... las cosas nunca volverían a ser como antes pero... ¿era acaso eso algo malo? Vi...