NARRACIÓN NORMAL
Unos minutos antes...
-Pero si el centro comercial está cerrado por obras.
Umiko miraba a todas partes para intentar dar con Nara pero no lo conseguía, estaba vacío, así que cogió el teléfono y la llamó.
El politono de Barbie que su mejor amiga le había puesto a sus llamadas comenzó a escucharse dentro.
-¿Qué mierda hace ahí?
Empezó a caminar hacia la entrada que estaba entreabierta.
-¿Nara?
Pero nadie respondía.
-Esto es muy raro.
De pronto, se escuchó un ruido metálico que venía de dentro que la alarmó.
-Como te hayas muerto te mato- entró con cuidado empujando la puerta para tener más espacio.
Al entrar no se veía nada todo estaba oscuro, pero empezó a caminar hasta que la vista se le acostumbrara.
-¿NARA?
A la pequeña Matsuno no le estaba gustando la situación y se detuvo para echar un último vistazo antes de irse.
-Esto no huele bien- se dio la vuelta y empezó a ver en negro, la habían puesto una bolsa en la cabeza.
La cogieron en el aire e intentó zafarse moviéndose frenéticamente.
-¡NO LA SUELTES!
Cuatro brazos más la agarraron y una mano terminó tocándole un pecho.
-Pues está buena- rieron.
Más manos la tocaron a propósito para divertirse mientras ella aterrada, gritaba desesperada por soltarse.
-Dejadla en el suelo.
Empezaron a bajarla para que fuera más fácil detener sus extremidades.
-Escuchad cómo grita jajaja.
-No la apretéis tanto que quiero tocarle el culo.
Intentando girarla de lado descuidaron la pierna que le estaban alzando y al estar cerca de ellos dio un rodillazo que impactó en el estómago del que estaba a sus pies, y una patada en la barbilla al que estaba a su lado. Y tuvieron que tirarse encima para frenarla.
-ESTÁTE TRANQUILA NO VAMOS A HACER NADA.
La ansiedad la estaba abrumando hasta provocarle un nudo en la garganta -¡AHHHHHHHHHHH!
-PERO NO LE GRITES.
-ES QUE NO ESTÁ QUIETA.
-QUE NO TE VAMOS A HACER NADA ¡TE LO JURO!
Umiko empezó a llorar agotada, sintiendo su cuerpo agarrotado cuando le dieron una patada en el estómago.
-¡PARA!- lo empujaron.
-Puta- escupió enfadado el que había recibido el rodillazo.
-Soltadla.
Empezaron a aflojar el agarre.
-Ahora te vamos a atar por seguridad.
Intentó escapar una vez más al escuchar eso y volvieron a tumbarse encima de sus piernas juntando sus brazos.
-¡RÁPIDO!
Notó un agarre fuerte de una fina cuerda en sus muñecas, y cuanto más se movía más le dolía, por lo que se rindió para intentar calmarse. Tenía que creerse que no le iban a hacer nada para poder respirar sin ahogarse con el exceso de saliva que su llanto estaba provocando.
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AROMA DE COLOR CIAN - DRAKEN
FanfictionTras una dura pelea de pandillas en la que Chifuyu acabó mal, la Toman conoce a su melliza. Draken tendrá que responsabilizarse por el estado del vicecapitán de la primera división y pagar su deuda con Umiko, por la que empezará a desarrollar un ext...