Capítulo 43, extra

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-Yo quería ser azafata- explicó emocionada -para estar con mi hermano- sonrió feliz -porque él quería ser piloto y somos como almas gemelas, supongo que es porque somos mellizos- le dio un sorbo a su batido -el caso es que queríamos volar juntos, seguir unidos, como piloto y azafata, los hermanos Matsuno por el mundo. ¿Suena bien verdad?- asintió -pero luego conocí a mi actual pareja, era amigo suyo. Él tenía claro que quería dedicarse al mundo del motor, le encantan las motos y sus mecanismos, terminó los estudios y quería montar un taller con otro amigo, con ayuda del hermano mayor de su mejor amigo, quien ya trabaja de eso. Así que el mayor simplemente los contrató para que trabajaran los tres juntos, habilidad no les faltaba así que no había ningún problema. Eso vino después, cuando tuve que elegir mi futuro- miró su anillo -mi pareja es huérfano, su familia siempre han sido sus amigos, y yo sabía que estábamos destinados porque esas cosas se saben, y yo quería intentarlo. Él no me iba a poner pegas a mi sueño, lo asumiría como lo maduro que es, pero eso supondría estar siempre fuera, viajando de un lado a otro, y los descansos semanales te pueden tocar estando en otra ciudad, o sea que correría el peligro de no verlo durante un mes entero o más. Supondría vernos muy poco, y para formar una familia sería muy difícil y muy duro, y es algo que los dos queremos- se colocó un mechón detrás de la oreja -pensé en él y me imaginé lo que sería su vida; se levantaría solo y se prepararía para ir a trabajar en completo silencio, trabajaría todo el día para distraerse por no poder vernos y pensar en cosas raras, y después volvería a casa, solo, sin nadie que lo saludara, sin nadie que lo abrazara, cenaría sin compañía...- sacó un pañuelo del bolso -¿entiendes que no podía permitirlo?- empezó a sollozar -no tenía familia y estaría exactamente igual, viviría solo, tal como estuvo toda su vida, y no, se merece cariño, se merece afecto, se merece a alguien que le de los buenos días, que vaya a visitarlo al trabajo y alguien con quien pasear de la mano cuando va a cenar fuera. Poder celebrar aniversarios sin meses de antelación, poder besar a la persona que más quiere en el momento que quiera- las lágrimas empezaban a caer -se merecía tener una novia que estuviera con él para demostrarle que es lo más bonito que hay en su vida- se sonó los mocos -así que decidí estudiar magisterio, que era la segunda opción. Un trabajo con el que prepararme para ser la mejor madre para sus hijos, un trabajo con un calendario muy flexible, y un trabajo con el que poder cenar con él, un trabajo que le permitiría abrazar a su chica todas las noches porque NO ESTÁ SOLO- gritó con el maquillaje corrido.

-Solo le había preguntado si quería un trozo de tarta con el batido- habló el camarero de la cafetería del aeropuerto.

Umiko volvió a sonarse la nariz -SOY UNA MUJER CON UNA CRISIS ¡CLARO QUE QUIERO!- el chico le dejó el plato y huyó.

Una pareja mayor que estaba sentada en la barra la miraba con las bocas abiertas. Umiko levantó el brazo y señaló la pulsera.

-Es un ala. Me la regaló mi hermano.

Los ancianos sonrieron.

-Porque somos las alas del otro- lloró fuerte.

Por megafonía avisaron que la pista 5 estaba preparada para recibir al avión que venía de Australia.

-¡ES MI HERMANO!- se levantó corriendo y tiró el vaso con el bolso.

El sprint lo hizo para nada, tuvo que esperar cuarenta minutos hasta que Chifuyu bajó de la cabina y llegó hasta la zona de embarque.

-¡CHIFUYUU!

La seguridad del aeropuerto se alarmó al ver a una loca tirándose encima de uno de los pilotos, tirándole la maleta y dejándolo sin oxígeno. Se la quitó rápido de encima y alzó los brazos.

-¡ES MI HERMANA!- avisó para que dejaran de correr para detenerla.

Umiko volvió a acercarse y le dejó muchos besos por la cara.

-Ay mi hermanito- sonrió -qué bonito es.

-Vale vale- intentó pararla -Umiko- pero no le hacía caso -Umiko todavía ni te he visto la cara.

-Lo siento- se detuvo.

-Joder- se asustó el mayor viendo la cara de payaso que tenía -¿Draken te ha dicho que así estás guapa?

-¿Uh?- sacó el móvil para mirarse -ugh- frunció el ceño -es que he estado llorando un poco, no sé qué me pasa últimamente.

A Chifuyu se le paró el corazón.

-No vas a ser tío.

Volvió a respirar.

-Todavía no.

La chica agarró el brazo de su hermano y empezaron a caminar hacia el parking.

-¿Lo estáis intentando?

-Sin más, a veces lo hacemos sin precaución y otras veces con.

-¿Qué?

-Es que queremos, pero luego nos entra el miedo, entonces depende del día- explicó riéndose.

-Cuando sea el momento de avisarme ahórrate los detalles porque te conozco.

-Tu amigo le da muy bien a cuatro a tu hermanita.

Chifuyu se soltó del agarre y caminó en dirección contraria.

-¡Qué es broma!- corrió tras él y se subió a su espalda.

-¿En serio?

-No. Es impresionante.

-¡Umiko!

-JAJAJA.

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AROMA DE COLOR CIAN - DRAKENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora