Capítulo 45, extra

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No podía ser de otra forma, Umiko se levantó como cada mañana para prepararse e ir al trabajo. Se despertó descansada y se giró sobre la cama para darle el beso de buenos días a su pareja pero como de costumbre, no se encontraba ahí. Se levantó desanimada y fue al baño a lavarse la cara con agua fría, se miró al espejo pensando si su encanto se estaba esfumando y con tristeza caminó por la casa hasta ir a la cocina a por un café que la ayudara a seguir el día sin pegarse un tiro. Allí se encontraba su ya preparado novio a punto de salir por la puerta.

-Buenos días pequeña- sonrió y la besó en la frente.

-Buenos días- se sentó en uno de los taburetes -¿ya te vas?- lo miró sin ganas de discutir.

-Ya te dije que esta semana tendría que irme pronto.

-Y llegar tarde.

-Sí, lo siento- terminó de alistar las cosas en la mochila -es temporal.

-Espero que sea lo que sea lo que estés arreglando te haga millonario- Draken la miró sabiendo que era con segundas -por las horas que estás metiendo.

-Me llenará de felicidad cuando termine.

-No me cabe duda- respondió cortante bebiendo de la taza que le habían preparado.

El gemelo dragón dejó las cosas en la encimera y la giró sobre su asiento para que lo mirase.

-¿Todo bien?- consultó apoyando sus enormes manos en los muslos de la rubia.

Los ojos de la chica brillaron de tristeza cuando vio el negro iris de su pareja, creándole un nudo en la garganta y muchas preguntas.

-¿Sigo...- miró a la pared para respirar en profundidad -¿sigo siendo atractiva?

Ryuguji suspiró para formular una terrible pregunta pero consiguió retractarse a tiempo y Umiko se enfadó.

-¿Ibas a preguntar si estoy con la regla?

-No.

La mujer se cruzó de brazos -ibas a preguntar si estoy hormonal.

-Pero no lo he hecho.

-Draken es una pregunta muy seria ¿sigo gustándote?

-¿Qué?

Frunció el ceño sin creerse la pregunta y lo apartó llorando para irse al cuarto, la siguió y le cerraron la puerta antes de que llegara, intentó abrirla pero el pestillo estaba echado.

-Oye Umiko no me jodas abre la puerta.

La escuchaba sollozar desde el interior.

-Antes no me hablabas así.

Se apoyó en la puerta y lo lamentó.

-Umiko estoy muy agobiado, te avisé precisamente para que no hubiera malentendidos. Lo siento ¿vale? nunca vas a dejar de ser lo mejor que tengo- sin recibir respuesta miró el reloj viendo que se le hacía tarde -si no abres la tiro abajo.

Algo que le habían tirado rebotó en la puerta.

-Siempre he respetado tu espacio pero esto no me está gustando nada Umiko abre la puerta- avisó enfadado.

Él sabía bien que nada se podría interponer entre él y su chica, tiraría todas las puertas que hicieran falta para poder ver la cara de su pequeña y por eso llevaba algo más de una semana preparando la pedida perfecta. Pero el estado de Umiko lo avisó de que tenía que darse prisa.

AROMA DE COLOR CIAN - DRAKENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora