Roommates... or more? | Jinsu

Life

Ella había estado haciendo sus compras de comestibles cuando iba a pagar y olvidó la identificación de su Alfa.

Misuk estaba perdiendo la paciencia, le pedían su identificación y no podía completar su misión después de todo lo que había tomado para poder comprar.

Su carro estaba lleno, nunca le faltaba nada pero ahora, no tenía caso todo el tiempo que pasó aquí.

Además, el hijo de su Alfa que ahora tiene que cuidar ella, no deja de hacer berrinche y gritar, arrastrándose en el piso haciendo un escándalo.

–¡Ya cállate!

Le gritó al niño en vano, ya que el mocoso estaba tan consentido que si no le daban lo que quería, no dejaría de hacer berrinche hasta que se lo dieran.

Tomó su barriga hinchada, tenía 7 meses de embarazo y ya estaba harta. Por ella sus padres podrían seguir pagando para que fuera una omega libre, pero ellos no le dieron el lujo de tener ese privilegio ya más. Por más que Misuk les rogó y les gritó que la ayudaran, ellos no cedieron, no iba a tener problemas con el gobierno cuando era la ley.

–Oye, ¿te puedes hacer a un lado si no vas a comprar nada?

Misuk fulminó con la mirada a la persona que seguía después de ella, pero era tan terca, que empezó a pelear con ella ahí mismo.

–Yo llegué primero. Así que cállate y vete a otra caja.

–¡No es justo!, ¿Cuánto más tardarás?

–Oye niña, calla a ese mocoso, estamos hartos de él.

–¡Estoy embarazada!– dijo, girándose y señalando su vientre, los demás clientes se le quedaron viendo sin alguna otra expresión –. ¡Tengo riesgo de perder a mi bebé!

–A mi me parece que estás muy sana como para estar gritando así.

Ugh. Debió haberle dicho a su Alfa que se sentía mal de nuevo para no tener que hacer las estúpidas compras, pero la empleada que hacía este trabajo, renunció inesperadamente y Misuk no sabe cómo se atrevió a dejarla sola en esto.

–¡Solo cobrame todo y ya! ¿O qué crees? ¡¿Que me embaracé por arte de magia?!

–Es política del supermercado señora.

–¿¡Señora!?

–¡Ya saquenla!

Misuk no tuvo más remedio que irse, pero no lo hizo antes de tirar un estante completo, y dejar a los asistentes levantando su desastre.

–¡Y no me quisieron cobrar!

Misuk hablaba por teléfono en voz alta mientras agarraba la mano del niño que tenía que cuidar para su Alfa. Quién sus padres habían encontrado como un buen esposo y proveedor, pero ciertamente estaba muy ocupado como para estar con ella.

Él la había marcado unos días después de haberla conocido, Misuk ya no tenía más tiempo como una Omega libre, después de que el padre de Seokjin deshiciera todo contrato con la empresa de sus padres y dejara de pedirle más tiempo al poder ejecutivo del país para ella, no tuvo más remedio.

Le había marcado a su amiga, a la única amiga que tenía. Ella y su hermano solían estar de acuerdo en todo lo que se quejara, fué la Alfa que le ayudó a hacer ese escándalo en la cafetería en donde trabajaba ese Omega que le robó a Seokjin.

Pero ahora solo podía escuchar murmullos y casi ninguna palabra salía del otro lado de la línea.

–Es que es política de todas las tiendas Misuk– le dijo tranquilamente, ella resopló con enojo –. Desde que todo esto comenzó ha sido así, no se porqué no lo sabías.