Hacerte Sentir.

Hermanita

Cassandrea:

     Hoy es un día hermoso, acabo de despertar y que mejor bienvenida que el sol entrando por mi ventana, Lugo de tres días de lluvia. Todo alrededor de la casa se ve tan verde, tan vivo y huele tan bien. ¡Que me encanta!.

     Estoy en el baño terminando de arreglarme, luego de tomar una ducha, me unte cremas para evitar que se hagan maracas en mi barriga.

      No soy de usar maquillaje, pero me gusta untar  una que otra crema en mi cara y bueno el rimel si que me encanta, junto a un brillo de labios.

     Salgo ya del baño vestida, en busca de Ethan, que ha mejorado su humor desde hace dos semas en qué se enteró de la muerte de su hermano. Pero justo hace una semana que anda muy  nervioso, le pregunté y me dijo que es por causa de una plaga en el sembradío de manzanos.

      Pues sí, no sé si ya les había mencionado que estas tierras están llenas de manzanos. Usualmente estamos Ethan y yo solos aquí, pero cuando es tiempo de cosecha esto se llena de personas que vienen a trabajar. Es muy divertido.

     Y bueno también hay un pequeño equipo que viene casi dos veces por semanas para controlar que los manzanos estén bien para la próxima cosecha. Pero casi nunca los veo porque Ethan no me deja ir, dice que tiene miedo a que los fertilizantes me hagan daño a mí o a los bebés.

       Encuentro a Ethan en la cocina haciendo el desayuno.

       - Buenos días mi amor.- le digo y voy a darle un beso que él me devuelve.

       - Buenos días mi vida.- me dice me empieza a servir el desayuno y luego el de él.- Amor te llamo Melina, dice que si te puedes pasar por la tienda, que tiene cosas nuevas para enseñarte.

      - Oh bueno sí, no tenemos planeado nada para hoy.- respondo, Melina es la chica de la tienda de bolas de cristal, nos hemos hecho buenas amigas.

      - Dale aprovecha, yo voy a estar todo el día con lo de la plaga.

      - Bueno cuando termine mi desayuno voy.

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       - Oh dios cada vez que entro aquí hay cosas más bellas.- digo entrando a la tienda.

        -Casss- grita Melina saliendo de atrás del mostrador.

         -Hola- sonrió y la abrazo.

         - Deja que veas lo que tengo para tí. - me dice y me guía hasta el mostrador. Prácticamente va dando saltos de alegría.

          - ¿Y eso qué estás tan feliz hoy?- pregunto extrañada.

          - Algo me dice que hoy va a ser un día hermoso y con muchas sorpresas.

         - Estás loca.- le digo, pero yo también tengo la sensación de que algo va a pasar.

         - Igual que tú.- dice y me saca la lengua, luego se agacha detrás del mostrador y saca una cajita envuelta con papel de regalo.- Abrela.

        Lo hago y me encuentro una bolita de cristal con dos niños jugando dentro con la nieve. Los dos vestidos de morado y no se distingue si son niños o niñas. Es perfecto.

        - También alumbra, mira.- aprieta un botón y empieza a alumbrar y las luces cambian al ritmo de una canción de cuna muy suave que sale de la bolita.

        - Esa canción?!!- digo al reconocer la melodia. Cuando estuve inconsciente los días después de mi transplante al corazón, siempre había un momento en que escuchaba esa melodía, pero en voz de hombre. Cuando desperté solo eso recordaba, le pregunté a mí mamá y me dijo que eso debe haber sido una alucinación por la anestesia, simplemente le creí.