Hacerte Sentir.

Ansioso

Ethan:

¿Sabes? , hay un momento exacto, apenas segundos del amanecer en el que la mente es capaz de repetir todos los sucesos del día anterior o la noche que sucedieron antes de ir a dormir.
Eso es lo que me sucede en estos momentos en los que siento una sensación extraña de ausencia, de añoranza por algo que tenia hace solo unos segundos a mi lado y ya no está.

Me despierto con la sensación de que me falta algo y por breves segundos no recuerdo que es, hasta que a mi mente llegan las imágenes de anoche y el recuerdo de una Cassandrea borracha dormida a mi lado. Me giro en su dirección y descubrí que era eso que me faltaba: Ella.

Se fue y ni siquiera me di cuenta de ello. Toco el lado de la cama en el que ella estaba durmiendo y aún está caliente, no hace mucho que se debe haber ido.

No voy a negar que me molesta el hecho de no haber despertado a su lado, o haberla visto antes de que se fuese pero supongo tenía algo importante que hacer y no voy armar un show por gusto.

Me levanto de la cama y salgo de mi cuarto. Al llegar al área común voy directo a la cafetera y me preparo uno bien cargado para acabar de despertar. Soy adicto a la cafeína, que se le va hacer, es el mejor elixir que se ha creado en la historia.

-Buenos días - dice una voz melodiosa detrás mío, muy parecida a la de Cassandrea- ¿Hiciste café ?

-Si - le respondo y devuelvo los buenos días a Catalina- ¿Quieres una tasa ? - le ofrezco girándome hacia ella.

-Por supuesto, pero no te preocupes me lo sirvo yo misma. - me dice con una sonrisa.-¿Y Cassandrea, sigue durmiendo?

-No, de hecho me desperté al darme cuenta de que ya no estaba, supongo tenía algo importante que hacer.- le respondo.

-Ohhhh- dice y su cara cambia totalmente de una alegre a una totalmente seria- ¿Qué le hiciste, Ethan?

-¿Qué? , yo no le hecho nada - le respondo a la defensiva.

-No puedo creer que tú seas igual de imbécil cómo los demás que han pasado por la vida de mi hermana. Te creía diferente.- dice con desprecio.

-No entiendo de que hablas, sería incapaz de hacerle daño a Cassandrea.

-Mi Hermana vino aquí dispuesta a exponer ante tí todas sus inseguridades, a superar sus mayores miedos.- mi cara de desconcierto ante lo que dice hace que pare su discurso- Espera, No Te ha contado nada, ¿verdad?

-¿Contarme qué? No entiendo que dices Catalina- le respondo.

-Disculpa soy un poco impulsiva y aveces meto la pata- me dice, pero ya es demasiado tarde ahora quiero saber.- Olvida lo que he dicho.

-No puedo Catalina, ahora necesito saber.- le digo con la curiosidad al límite.

-No puedo, es algo que solo ella puede contarte y por eso vinimos anoche a buscarte.- me dice- Pero no puedo decirte más nada, habla con ella.

Las ganas de saber que es eso que Cassandrea me iba a contar y no lo hizo son enormes por lo cual decidí llamarla.

-No me coge el teléfono.- le digo a Catalina.

-A todas estas,¿No sabes cómo se fue?- me pregunta.- Es que ella no traía nada aparte de su teléfono y vino en el auto conmigo.