Ethan:
Un año y parece como si hubiese Sido ayer cuando Cassandrea me despertó a las tres de la mañana un veinte de mayo porque tenía demaciado dolor en el vientre.
De más está decir que me puse histérico. Y ¿Cómo no?, Si se suponía que Cass tendría su cesarea planificada para ese mismo día, pero todo estaría controlado por los médicos.
Pero nuestros hijos no fueron capaces de esperar ocho horas más, no, ellos decidieron adelantarse y tomarnos por sorpresa en la madrugada.
Ver la cara de dolor de Cass con cada contracción solo hacia que me doliera a mi también. Dí como diez vueltas por la casa recogiendo todo lo que hacía falta para el hospital porque estaba tan nervioso que no recordaba que ella lo tenía todo en una bolsa en la parte baja de nuestro armario.
El camino al hospital se me hizo eterno , trataba de ayudar a Cass con su respiración cuando la realidad fue que era a mi al que le faltaba el aire.
Cassandrea se reía de mi, por mi cara y las cosas que decía. Y a día de hoy aún no le encuentra la gracia del momento. Cómo podía reírse en mi cara cuando las contracciones eran cada cinco minutos.
La peor parte no fue esa, por lo menos para mí.
Lo peor fue que cuando llegamos y examinaron a Cass, ya había un bebé posicionado en el canal del parto y era imposible realizar una cesárea.
Me quise morir, porque era muy consciente de que Cass podía no salir con vida del salón. Nos lo habían advertido a lo largo del embarazo, que había que evitar está situación hasta el último momento.
Afortunadamente todo salió bien y dos horas después tenía a mis bebés en mis brazos y una Cass agotada pero sonriente.
La primera en nacer fue la niña a la cual llamamos Victoria, porque eso era lo que ella era, una muestra de como Cass y yo habíamos salido victoriosos de las pruebas que la vida nos había puesto.
El segundo fue el niño él cual llamamos Mateo. No era un nombre especial , pero a Cassandrea le gustaba y me impuso su voluntad, aprovechándose de que no era capaz de negarle nada y de lo aturdido que aún estaba por todo lo sucedido en tan poco tiempo.
Y sí, se que dije que no era un nombre especial, pero desde que paso a ser el nombre de mi hijo. Para mí esta entre el top tres de mis nombres favoritos. De más está decir cuáles eran los otros dos, ¿No?.
De ahí en adelante todo fue muy rápido. Pasamos noches despiertos. Días agotadores. Aprovechamos a dormir cuando ellos dormían, porque de otra manera era imposible.
Contamos con el apoyo de nuestras familias, eso no lo puedo negar. Pero lidiar con ellos también era agotador. Opinaban en todo y nos asfixiaban. Hasta el día en que Cass y yo nos cansamos y los botamos de casa y les prohibimos regresar en un mes.
Cuando vimos los carros desaparecer por el camino tomamos cada uno una respiración profunda y sonreímos. Al fin solos. Fuimos a besarnos y el llanto de nuestros hijos recién despiertos nos lo impidió.
Fue duro, pero lindo.
Doloroso es ver cómo van creciendo y poco a poco dependen menos de tí. Al inicio uno los tiene que llevar cargados a todo los lados, pero luego ellos aprenden a Gatear y a dar sus primeros pasos. Dicen sus primeras palabras y aunque estén mal dichas y se mezclen con balbuceos es un momento sin igual en la vida de un padre.
ESTÁS LEYENDO
Hacerte Sentir.
Romansa-Yo.....- me pone uno de sus dedos en el labio y me hace callar. -Shhh, no trates de negarlo, se que es así. - dice- Créeme bella, aún no me he propuesto seducirte, cuando lo haga ni siquiera te vas a dar cuenta hasta que ya estés en mi cama. -Tiene...