Maratón 2/2
N/A: Este capítulo empieza con la perspectiva de April sobre algunas cosas que no salieron en el capítulo anterior.—¿Además de ser la secretaria de Connie, estudias? —preguntó Eleanor.
—Sí, —contesté tras darle una pequeña patata frita a Hilary— estudio diseño de interiores, de forma online.
—Connor quería estudiar eso. —dirigí mi mirada a mi jefe tras la confesión de su padre.
—¿En serio? —asintió mientras terminaba de devorar su pedazo de carne.
—Dibujar era algo que me gustaba desde pequeño y estaba bastante indeciso al elegir la carrera que estuviera relacionado con ello, porque arquitectura y diseño de interiores se ajustaba a lo que quería.
—¿Y cómo supiste que elegir al final?
—Es una tontería...
—Venga, seguro que no. —insistí.
—¿Conoces el Q1?
—¿El famoso edificio? —asintió.
—Lo conocía, pero nunca me había parado a verlo de cerca, no hasta que un día iba caminando hacia casa de Luke y me detuve a admirarlo. Es el edificio más alto del país y el más espectacular, y cuando me quedé viéndolo durante unos minutos me di cuenta de que me gustaría hacer algo así, diseñar algo que cuando la gente fuera paseando por la calle tuviera el impulso de detenerse a verlo, me gustaba la idea de que alguien pudiera quedarse impresionado con algo que yo hiciera, y que yo pudiera disfrutar haciéndolo.
Contaba la historia con una sonrisa tan amplia y verdadera, su felicidad al contar la historia estaba latente en el aire y la transmitía con gran facilidad.
—Sé que es una tontería.
—No lo creo, y tú tampoco, sé que en realidad no piensas que sea una tontería, solo mírate, —lo señalé con la cabeza— tienes una sonrisa tan enorme al contarla, que es imposible no contagiarla, hasta yo me pongo contenta solo de verla.
Se instaló un gran silencio en la mesa durante unos segundos que me parecieron horas mientras tenía la mirada de Connor fija sobre la mía y sobre la sonrisa de mis labios, su mirada no dejaba de intercalarse entre mi boca y mis ojos, y eso, a juzgar por el sudor de mis manos, me estaba poniendo nerviosa, y para colmo, yo tampoco podía apartar mis ojos de él como una idiota.
—¿Conn feliz? —habló Hilary haciendo que nuestra duradera lucha de miradas se acabara y nos centráramos en ella, que estaba sentada el regazo de Claire, ladeando la cabeza—. También etoy feliz, Clai.
—¿A sí? ¿Porqué?
—Mami compró chocotes para mí.
—¿Te gustan mucho los chocolates? —preguntó la señora Wright y Hilary asintió.
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Inexorable [PAUSADA, borrador]
RomanceApril Langley siempre ha querido salir de Brooklyn, viajar, mudarse y, sobre todo, cambiar de aires. Los estudios y esa pequeña de casi dos años que ama con toda su alma no se lo han permitido... Hasta ahora, cuando una noche, navegando por interne...