CAPÍTULO 13

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Gold Coast me estaba gustando, no habíamos tenido la oportunidad de visitar muchas cosas en este corto tiempo aquí, además de estar trabajando estaba en temporada de exámenes y tenía que estudiar, por lo que en cuanto acabara con ellos, prepararía...

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Gold Coast me estaba gustando, no habíamos tenido la oportunidad de visitar muchas cosas en este corto tiempo aquí, además de estar trabajando estaba en temporada de exámenes y tenía que estudiar, por lo que en cuanto acabara con ellos, prepararía unas cuantas salidas para Hil y para mí.

Claire se había ofrecido a enseñarnos algunas cosas, así que hoy, como después del trabajo no tenía mucho que hacer, pasaría a por mí y después iríamos a por Hil para pasar la tarde en Burleigh Heads, un pequeño suburbio de la ciudad.

—¿Quería hablar conmigo?

El señor Wright me había llamado por el interfono para que acudiera a su despacho enseguida.

—Sí querías salir antes, ¿por qué no has venido tu misma a decírmelo? —fruncí el ceño, confusa—. No creo que seas incapaz de hablar por ti misma, Langley.

—¿Qué? No necesito salir antes, y si lo necesitara está claro que habría venido a decírselo.

—De verdad Claire... —murmuró masajeando sus sienes.

—¿Claire lo ha llamado para pedírselo? —asintió.

—Ha comentado algo de que iréis a Burleigh o qué sé yo...

Comenzó a parpadear repetidamente y se llevó una mano a la cara, tapándosela, estaba totalmente blanco, pálido.

—¿Se encuentra bien señor Wright?

—Sí... sí —habló sin mirarme—. Estoy genial, ¿no me ves?

—Yo no diría que se encuentra bien, —el tono de mi voz sonaba preocupado— parece aturdido, está totalmente pálido.

—Langley, estoy bien, joder...

—Ejem... solo trataba de ser amable, pero ya veo que no me dejará ayudarlo, ni hablar puedo siquiera.

Giré sobre mis talones y me di la vuelta para ir de nuevo a mi mesa cuando me sorprendió al hablar.

—Perdón, solo estoy cansado, hace demasiada calor y me explota la cabeza.

¿Calor? Pero si con el aire acondicionado se estaba genial aquí dentro.

—Y no le pasaba nada, ¿eh? —rodó los ojos, poniéndolos brevemente en blanco—. Me parece que alguien es un poco terco.

—No soy terco, solo odio que la gente se preocupe.

—No estoy preocupada. —mentí.

—¿A no? Parecía totalmente lo contrario hace un minuto.

—Habrá sido algún tipo de alucinación suya señor Wright, creo que ese dolor de cabeza es más grave de lo que parece. —soltó una breve y ronca risa que me hizo estremecer.

—Se miente a sí misma...

—Hoy estoy más amable de lo normal, así que le traeré algo para ese dolor de cabeza, así dejará de tener alucinaciones...

Inexorable [PAUSADA, borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora