April Langley siempre ha querido salir de Brooklyn, viajar, mudarse y, sobre todo, cambiar de aires. Los estudios y esa pequeña de casi dos años que ama con toda su alma no se lo han permitido...
Hasta ahora, cuando una noche, navegando por interne...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estar en Surfers Paradise me traía muchos recuerdos de mi adolescencia. Cada fin de semana Luke y yo nos levantábamos a las seis de la mañana y veníamos a disfrutar de las buenas olas, y surfeábamos hasta que las extremidades ya no nos funcionaban del cansancio.
—Esa última ha sido una de las mejores olas que he cogido en mi vida. —comentó Luke pasando sus dedos por las negras y húmedas hebras de su pelo.
—Una ola que era mía.
—Era, tú lo has dicho, en pasado.
—Juegas sucio, Luke. La próxima vez el que tirará de la tabla al otro seré yo.
—Lo dudo.
Murmuró algo más en voz baja y me guiñó el ojo derecho. Negué riendo por su nefasto guiño, definitivamente, Luke guiñando un ojo espantaba a cualquiera.
Dejamos las tablas sobre la arena y nos sentamos cerca de la orilla. Doblé las rodillas hacia mi pecho y apoyé mis brazos cruzados sobre ellas.
—Bueno, creo que debemos repasar tus logros.
—¿Qué logros?
—Hablo de la lista, Connor, de lo que has avanzado con April en este corto tiempo.
—Entonces no hay nada que repasar, me parece que está siendo un fracaso. Esto no se me da bien, Luke.
—Por lo que yo sé, no ha ido tan mal.
—Ilumíname.
—La has hecho ruborizarse, —comenzó a enumerar con los dedos— eso no pasaba hace una semana, ni siquiera te sonreía, ahora lo hace alguna vez.
—Muy pocas veces.
—Pero lo ha hecho, eso es lo que cuenta, no seas pesimista. Además, se ha reído contigo, Connor, es un gran avance teniendo en cuenta que antes no hacíais nada más que no fuera discutir.
—Bueno, en eso tengo que darte la razón.
Luke resopló y luego soltó una carcajada.
—No te rías. No he estado seriamente con una mujer nunca, lo sabes, Luke. Así que manejar toda esta situación para mí es un tanto complicado.
—Debes aprender, y rápido. Porque hoy vas a tener que cumplir otro punto de la lista.
—¿Qué?
—Hoy cumplirás el punto de pasar tiempo con ella a solas, o más bien con ella y con Hilary.
—¿Y cómo piensas que haga eso hoy? No la veré hasta mañana cuando venga a la empresa, y no estaremos solos.
—Eso no es cierto. —fruncí el ceño.
—¿Qué has hecho, Luke?
—Puede que hayamos venido aquí porque April le dijo a Claire que vendrían a pasear un rato... —alcé las cejas.