My sweetheart's piano (pablo gavi/pedri gonzález)

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No sé desde hace cuanto me siento de esta forma referente a Pedro. No sé el porque de estos sentimientos, ni porque solo los siento cuando estoy con el. Nunca había sentido algo parecido a esto, no busco una explicación del porque. Estoy seguro que estoy mejor sin saber que significan.

Cuando estoy con el, me siento vulnerable. Siento que diría "sí" a todo lo que me pida. Sin importar lo que sea. Pero Pablo no podía dejar que Pedri supiese esto. Porque si se enterara, pensaría que Pablo es débil.

Me comencé a llevar mejor con Pedri desde hace unos meses. Cuando se dio cuenta que yo no sabía conducir fue cuando comenzamos a pasar tiempo juntos luego del entrenamiento. Por veces me llevaba a comer, o a algún lugar con Ansu, Ferran y de vez en cuando Alejandro.

El me suele llevar a mi apartamento, pero también voy al suyo. –Mas seguido de lo que me gustaría admitir.– Un día fuimos con Ferran, Ansu y Alejandro. Para jugar FIFA, o eso se suponía que haríamos. Fue ese día cuando me enteré sobre que Pedri tiene múltiples talentos, aparte del fútbol. Fue ahí donde me enteré que tocaba el piano.

—Pedri, tío ¿Y esto qué? ¿Lo sabes tocar siquiera? — Preguntó Ferran que se suponía, estaba en busca del baño. Pedri alzo su mirada para poder ver el pasillo y lo que señalaba el otro chico. Así como todos los demás presentes.

—Ah, el piano ¿Para que lo tendría si no lo se usar? Como no voy a saber. — Respondió Pedri, como si todo mundo sabía tocar el piano. —Vente, que te quedas sin comida y sin jugar.

—Tío, eso mola un montón. Tócanos una canción. — Dijo Ferran mientras caminaba a la sala y hacía un espacio entre Pedri y Ansu.

—No, no practico hace mucho. Y ando cansado. — Dijo Pedri haciendo una mueca muy exagerada de cansancio.

—Sí, Ferran. Deja al niño, el solo le toca el piano a las chicas que trae. — Dijo Alejandro mientras reía, y Ansu soltaba otra bromita.

El cuarto pronto se inundó de risas, todos reían. Menos Pablo, el estaba perdido en sus pensamientos. Los chicos lo perdieron cuando Pedro dijo que sabía tocar el piano. Ahora estaba perdido en su fantasía de Pedro tocando el piano, o de Pedro enseñándole a tocar piano.

Pablo no supo mucho mas esa noche. Porque mientras fantaseaba con Pedri, cayó profundamente dormido en el mueble unipersonal. No despertó, de vez en cuando escuchaba gritos en el fondo de su mente. Los cuales eran los otros chicos peleando mientras jugaban FIFA.

Despertó gracias a Pedri. Sintió como alguien le tocaba el hombro cuidadosamente. Y como murmuraban su nombre. —¿Te quieres quedar o te vas con los chicos? — Pregunto Pedri, con esa voz que Pablo tanto adoraba, una voz tan suave que estaba cargada con cariño y delicadeza. Esa voz que Pedri utilizaba para felicitarlo o para calmarlo. Esa voz que Pablo deseaba que solo fuera para el.

—¿Puedo quedarme? — Preguntó el menor aun un poco adormilado. Escucho un "ujum" y siento como la mano de Pedri se posiciono en sus ojos. Una señal para que los cerrara. Acto seguido, el contrarío fue hacía la puerta en la que ya estaba los demás a despedirse y a avisar sobre Pablo.

Pedro volvió a la sala. —¿Te quedas en tu cuarto o quieres dormir conmigo? — En realidad Pablo no tenía un cuarto. Era el cuarto de invitados del cual el menor se adueñó. Nunca dormía ahí. Siempre dormía con Pedri, las veces que dormía en el otro cuarto era porque se molestaba con el mayor y no quería dormir con el. Ese cuarto estaba lleno de ropa del menor, ropa que Pablo dejaba, Pedri lavaba y luego colocaba en el closet, así hasta que se acumuló una cantidad absurda de ropa. Pero a ninguno de los dos les molestaba.

—Contigo, por fa. — Pedri asintió y movió la cabeza un "vamos" silencioso. Pablo se levantó y comenzó a seguir a Pedri, el cual se desvió pero Pablo siguió llegando al cuarto del otro.