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Era jueves, por lo cual no tenían entrenamiento. Pedro fue despertado por el timbre de la puerta principal. Era la hermana mayor de Pablo que vino para llevarse al menor. Pablo no se quería ir y si le preguntaban a Pedri, el hubiera dicho que dejaran al chico.

Pero al parecer Pablo no le contestaba los mensajes a su hermana y no llegaba a casa desde hace unos días. Así que Aurora se lo llevo mientras el hacía una rabieta. Y ella lo regañaba.

Ahora estaba solo, no sabía que hacer. Así que volvió a la cama y se percató que tenía un mensaje sin leer. "deja me baño y te llamo, ya termine de entrenar tengo como cuatro horas libres, pero de vez en cuando escucharas a neymar cantando, andamos jugando fuera y me toca compartir con el 😊" Era Leo, por alguna razón que Pedri no entendía Leo no usaba mayúsculas ni puntos, era un poco molesto. Pero se hizo una costumbre. Marco en visto el mensaje para que el mayor supiera que estaba al tanto de todo y le mando un mensaje a Pablo. "Sí quieres venir a dormir en la noche podes llegarte, avísame sí quieres que te vaya a recoger, si no mañana nos veremos."

A Pedri no le gustaba cuando su hogar estaba de esta forma, tan silencioso. Aunque hace unos meses Pedri estaría complacido con la "tranquilidad" del hogar. Ahora Pablo lo hacía sentir tranquilo, la respiración antes de dormir y al despertar, la risa, todo era parte de la calma y la tranquilidad de Pedro, esas pequeñas cosas eran lo que hacían ese departamento un hogar para el mayor.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la llamada entrante de Leo. La cual obviamente contestó.

—Buenas. —Dijo el menor.

—Buenos días Pedri, haya aun es de mañana. —Afirmo el mayor. —¿Qué tal están las cosas por allá?

—Pues, no sabría decirte todo esta ¿Tranquilo?, ¿Como estas tú?

—Pues yo estoy bien hijo ¿Podrías decir lo mismo?

—La verdad, no. Soy un desastre si hablamos de sentimientos. —Contestó Pedro. Leo siempre lo había apoyado mucho, por eso Pedro estaba tan agradecido con el.

—¿Es el pelotudo aquel? El de sub-21.

—No, no. El es un tema muy largo. —Dijo mientras soltaba un suspiro.

Hijo, yo soy todo oídos, tenemos todo el tiempo del mundo. Sí me queres contar, decime.

El silencio se apodero de la llama por unos minutos hasta que Pedri pudo hablar. —Es que, dios. Yo estaba muy pequeño, tenía como 16 cuando todo comenzó. Ascendi a sub-19 entonces comenzamos a tener mas partidos con los chicos de sub-20 y 21. Y ahí fue donde lo conocí, el había nacido en madrid, pero vivió en Argentina como por 16 años y regreso acá ya mayor. Se llamaba Alvarez, eso te lo conte si no estoy mal. —Un "ujum" salió de Leo. —Bueno, nos hicimos muy amigos hasta el punto que Ferran, Nico y todos mis compañeros pasaron a segundo plano. Luego de entrenar me quedaba esperando a que el terminara para irme con el. Literalmente vivía en su casa. en un mes pasaba como 26 días con el. Yo estaba muy confundido por todo, y por el. Porque o sea, Leo, a mi nunca me había gustado una chica, pero nunca pensé que yo podría no ser hetero, porque estaba tan metido en el fútbol que solo no tenía tiempo para chicas.   Cuando cumplí 17, como era de esperarse lo pase con el. —Se callo un momento para suspirar y para tratar de llevar todo lo que estaba diciendo. —Y estábamos en su casa, y el... el, el me toco Leo.

—¿Qué? Me perdiste, ¿Tú querías? —Ahora Leo estaba mas preocupado de lo que estaba antes, el pensaba que solo lo habían rechazado o algo así y por eso se puso mal, pero ¿Qué trataba de decir Pedri?

—No sé, tenía 17 años. No sabía que quería o que no. Yo no hice nada, solo me quede inmóvil en su sala mientras el lo hacía. Era un poco –Bastante– incomodo. Pero tenía miedo, porque el me gustaba y tal vez si le decía que no, el no me iba a querer mas. El me endulzaba el oído, me decía cosas lindas, que solo mí madre me las decía. Como no tenia tiempo para chicas, nadie me hacía cumplidos y el lo comenzó a hacer. Luego se volvió una rutina iba a su casa, el me tocaba yo me dormía y cuando despertaba era porque Fer estaba afuera para ir a casa. Nunca tuvimos el tiempo pars hablar sobre eso, porque siempre era al final del día cuando yo estaba lo suficientemente cansado. —Leo no decía nada solo escuchaba lo que el menor tenia para decir. Pedro estaba al borde de las lagrimas y ambos lo sabían. —Cuando llegué al equipo oficial seguíamos con esa rutina, solo que era menos seguido. Un día lo invite a mi departamento para que por fin habláramos del tema. Cuando le confesé mis sentimientos el me vio y me dijo que estaba loco. El dijo que lo que hacíamos era algo de amigos cercanos y que yo no tenía el derecho a sentirme mal o a tener sentimientos por el. Porque que me dijera que yo era su persona favorita, o que era el ser mas lindo del planeta no era una invitación para mis mariconadas. Que el era un hombre hecho y derecho, y que no me quería volver a ver. Yo solo lloré no pude decir nada. Llame a Ferran para hablar, porque en serio necesitaba a alguien. Yo estoy seguro que si no hubiera estado en el equipo oficial, hubiera dejado el fútbol. Porque el me dejo en medio de una crisis ansiosa, mas que no sabía nada sobre mí. Y tenía miedo, por todo. Ni siquiera pude hablar con Ferran, solo estaba llorando y llorando, termine durmiéndome porque recuerdo que me sentía drogado con tantas lagrimas que salían de mis ojos. —El llanto de Pedri se aproximó a sus ojos y a sus mejillas, su nariz estaba roja el seguía arropado con la sabana tratando de buscar protección en ellas.

My sweetheart's piano (pablo gavi/pedri gonzález)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora