—Por favor ¿Puedes dormir conmigo? —Suplico Pedri, con las tontas palabras en su boca que no pudo formular correctamente. Es incómodo entre ellos ahora, lo ha sido desde hace unos minutos, desde que Pablo salió del baño, pero algo cambia un poco. Pedri escucha como Pablo se remueve en sus sabanas y ve como se cambia de posición y ahora lo esta viendo. —Por favor, Gavi. No creo poder dormir.
Gavi no le responde, ignorándolo y todavía moviéndose por la cama; cambiando las almohadas de lugar, y acomodando una y otra vez la cobija incluso agarraba su teléfono para ver la hora. Se mueve rápido y Pedro se odia a sí mismo cuando mira cómo Pablo lo esta ignorando, si fuera cualquier otro día, Gavi estaría justo detrás de él, acostado sobre su pecho, con las manos envueltas alrededor de las caderas de Pedri.
Ahora, Pedro se siente algo inútil, rogándole a Pablo aunque sabe el que menor bsuca espacio algo que el como el mayor y la persona madura debería comprender, mientras recolectaba la piel alrededor de sus uñas, derribando cada pieza de piel en la que puede cavar su uña, tirando de ella hacia abajo y hacia abajo hasta que pica, hasta que se rompe y duele. El rojo burbujeando en la herida poco profunda. Se lo lleva a la boca, su lengua trabajando contra ella para calmar el sangrado y algo que duele suavemente en el pecho de Pedri. Siente que podría sangrar por todas las sabanas blancas del hotel, las sabanas blancas parecidas a las de su casa en la cual solía dormir con Pablo.
Se siente inmaduro y infantil. Estaba presionando indirectamente a Pablo, aunque el no lo veía de esa forma. Pedri estaba pidiendo sus necesidades básicas, o eso se suponía. Y otra vez siente que sus ojos se llenan de lagrimas, los trata de cerrar pero fue un intento fallido de detener el llanto, saca sus dedos de su boca y trata de limpiarlos torpemente con las sabanas blancas. No le interesaba si quedaban manchas. Sus manos se dirigen a sus ojos y comenzó a frotarlos otro intento fallido para que las lágrimas no salieran. Así que decidió acostarse boca abajo tratando de hacer el menor ruido posible.
No sabía cuanto tiempo había pasado desde que le hablo al contrario, pero se había sentido como una eternidad para Pedri, y también para Pablo. Su llanto ahora era más intenso y era casi nulo el aire que le llegaba a sus pulmones. Le molestaba el ruido que hacía, era insoportable y lo hacía sentir tan débil. Odia estos sentimientos y pensamientos que siempre lo llevaban a hacer cosas de las que se arrepentiría, pero siempre las volvía a hacer.
¿Por qué merecía el perdón de Pablo? ¿Por qué pensaba merecer su amor? Si todo era su culpa. El era el que tenía novia, el que rechazo indirectamente a Pablo, todo era su culpa ¿Todo lo hacía la proteger a Pablo? Se lo preguntaba en serio o tal vez solo era para protegerse a el mismo. La cara que Pablo puso ese día cuando lo vio, no se la puede borrar de la mente. Su expresión, su voz que cambió repentinamente al igual que su carácter.
Pedri era un niño alto llorando por su amor adolescente. Pedri salió de la almohada porque sentía que si seguía unos segundo metido en ella se iba a morir o desmayar. Comenzó a toser mientras inhalaba todo el aire posible para luego toser otra vez, y otra vez estaba siendo ruidoso.
Le recordaba a cuando estaba mas pequeño y lloraba en las noches mientras oraba, solo que ahora lo hacia por Pablo y no porque Dios no lo aceptaría, algo que para Pedri es similar porque ¿Qué podría hacer sin Pablo? Su respiración no se relajaba y su llanto no cesaba.
—Gavi, por favor. Gavi te necesito... te necesito aquí, conmigo. Pablo por favor, quiero... necesito sentirte. Por favor. —Parecía una plegaria, un ruego, no parecía en realidad lo era. Si voz se entrecortaba entre las palabras pero no le pudo importar menos, solo esperaba que Pablo le hiciera caso.
Y al parecer sus plegarias y ruegos no fueron lo suficientemente fuertes para que Pablo le hiciera caso.
Los minutos pasaron y Pedri volvió a ahogarse en la almohada era la unica que lo podría ayudar, y comenzó a dudar si en realidad era su Pablo el que estaba acostado en la otra cama. si era su amado, el chico que le gustaba, Pablito, el que nunca le haría daño. El chico que Pedri amaba ¿Su pablo lo dejaría llorar y ahogarse en sus lagrimas?
No. Pablo Gavi nunca lo dejaría a su deriva cuando puede ayudar. El chico del cual se enamoro nunca le haría daño. Su mejor amigo.
Y Pedri tenia razón, porque mientras pensaba sobre ello sintió como unas manos se colocaban en sus hombros y se acostaba a su lado y mientras una mano seguía en sus hombros la otra había tomano vuelo al cabello castaño del mayor.
Pedri trato de acomodarse para buscar al otro chico y lo abrazó, sus manos se movían torpemente en la espalda del menor, tratando de buscarlo, tratando de buscar protección en Pablo. Sus cuerpos se acomodaron entre ellos la memoria corporal estaba presente en ello. El llanto de Pedri calmo por las caricias del menor, quien estaba tan asustado de hacer algo mal.
Pablo tenía miedo de dañar a Pedri. Esto siempre era al revés Pablo era el que buscaba protección en el pecho de Pedro, Pablo era el que lloraba, Pedro siempre era el que lo consolaba, siempre era el mayor el que tomaba ese papel, y Pablo sentía tanta presión en ese momento, tratando de retener sus lagrimas mientras se mordía los labios para no dejar salir algún ruido. Le dolía Pedro, le dolía lo que Pedro había hecho, le dolía Keila, le dolían sus labios que ahora estaban sangrando por la presión que existía entre sus dientes y ellos el llanto paso a segundo plano por el severo dolor que sentía, se relamió los labios esperando algún momento en el cual poder hablar, quería pedirle perdón a Pedro porque sabe que la paso mal y Pedri no merecía sufrimiento y menos que él sea el causante de ello.
Pablo no sabe lo que es el amor, pero ciertamente puede imaginar que toma la forma de esto. El olor del tenue perfume de Pedri, las sábanas limpias y el calor de su piel pegados, como hace un tiempo. Aunque por una parte, la tristeza emanaba de ambos, el llanto de Pedri por fin se acabo, luego de varios minutos de Pablo haciéndole mimos y llegar a susurrarle sh al oído, como Pedri lo hacía con el. Y esa escena duro por mas tiempo de lo que se sintió. Porque fue interrumpida por la voz de Pedri.
—Gavi... te juro que no te quiero joder, te lo juro. Pero es que, no sé, todo es complicado en mi mente y no, no se que hacer. —Una pausa de varios segundo lo acompaño, porque si voz se volvía a quebrar. —Lo último que quiero hacer es dañarte ¿Qué quieres que te diga, Pablo? Por favor, dime y lo diré, lo haré, te lo prometo... solo necesito saber que paso. —Un ruidoso y largo suspiro salió de su nariz, sonaba cansado.
Pablo estaba pensando en que contestar, no quería sonar celoso porque al fin y al cabo, el y Pedri no eran nada, solo era mejores amigos. Pero no podía evitar sentir ese dolor en su pecho cada vez que recordaba esas historias.
—Tienes novia, Pedri. —Respondió Gavi tratando de no sonar cortante. No esperaba una respuesta de parte de Pedri. Pedri estaba preguntándose porque esto no fue un tema todos los días anteriores hasta ahora, pero sus especulaciones fueron interrumpidas pronto y la voz de Pablo se asomo. —Pedri, tú me dijiste que eras mi maestro personal de piano, y que no le enseñarías a nadie mas. Rompiste tu promesa Pedro ¿Sabes? El día que fui a tu casa no tenía planeado ir. Me iba a quedar con Aurora, pero vi un video donde hablaba sobre vos, y la posibilidad de que tuvieras novia. Los encontraron juntos en una heladería y se fueron. Fui a tu casa porque quería ver si estabas con alguien. No quería que estuvieses con alguien... por eso cuando entre revise todo, por eso me molesto tanto oler un perfume en mi almohada. No... no te deje de hablar cuando paso porque no podía hacerlo otra vez, alejarme tanto de vos, no podía hacerlo, duermo con tus suéteres en la cama Pedri. Trato de no extrañarte fingiendo que estas conmigo. La noche en la que me prometiste lo del piano, esa noche me dijiste que no me tenía que preocupar. Que nadie me robaría mi puesto, que yo era tu prioridad, y que era tal Keila no era tan importante para si quiera escucharte tocar ¿Qué cambió Pepi? ¿Ahora yo no soy tan importante para dormir en tu cama? ¿Para llevarme luego del entrenamiento? ¿También finges demencia cuando estas con ella? Como lo haces conmigo, en el departamento piensas que no existo o ¿Como están las cosas por alla?
Pedri quería volver a llorar, y por primera vez, ni tenia una respuesta concreta para las preguntas de Pablo.
—Pablo, nada cambió. Tu eres mi prioridad y siempre lo, lo serás... yo te adoro tanto. Pablo eres todo para mi, eres lo mejor que tengo en este mundo. Pablo te quiero mas que a mi hermano... yo, yo no quiero hacerte daño pero no se como probártelo. Yo haría lo que sea por ti. Pero hay muchas cosas que se me complican. —Las lagrimas se volvieron a asomar al hermoso rostro del mayor, y Pablo noto las gotas en su cuello, bajo su mano hasta las mejillas del mayor para poder limpiarle las lagrimas a su mejor amigo.
NO SEE, QUE OPINAN M GUSTA PERO NO LO SEE..... anywayyyy según yo solo iban a ser dos caps d esto pero creo q seran 3!! :) pronto actualizo porque ya tengo la idea solo m falta escirbirlo. Y POR FIS COMENTENN <3 amo leerlos.
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My sweetheart's piano (pablo gavi/pedri gonzález)
RomanceEl piano de Pedri esta lleno de "insectos voladores", el de Pablo esta lleno de "ratas". La musica que hacen no es natural. Pero según Pedri, suena como enamorarse. Donde a Pedri le toca enseñarle a Pablo piano por un ataque de celos antes de dormi...