My sweetheart's piano (pablo gavi/pedri gonzález)

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Pedro estaba comportándose raro últimamente, no le hacía caso, no hablaba, apenas comía y solo quería pasar durmiendo. Y en especial no la quería cerca.

Keila no sabía que pasaba con su novio. Volvió de su viaje y Pedri la fue a traer, y todo estuvo normal el fin de semana, pero la chica noto el cambió de su novio cuando volvió del entrenamiento el lunes. Pedro estaba molesto cuando volvió al departamento, lo noto hasta dolido y cuando preguntó el por qué el chico solo salió de su habitación y se fue al cuarto de visitas.

La falta de comunicación en la relación se había vuelto una realidad. Keila trato de preguntarle a  los amigos de su novio, los cuales no le dieron respuestas. Le comentaron algo sobre Gavi, a lo cual no le tomo mucha atención. Sin saber que el era la causa de que su novio estuviese así.

Habían pasados varías semanas desde que Pedro dejo solo a Pablo, varias semanas pasaron desde que Pablo dejo de hablarle a Pedri. Y varías semanas pasaron desde que Pedro estaba tomando distancia con Keila.

—Pedro. —Dijo la chica entrando a la sala donde su novio se encontraba. El chico levantó la cabeza y apago su teléfono rápidamente y un ruido salió de su boca "¿Mh?" —¿Podemos hablar? —Dijo la rubia mientras se sentaba en el mueble, pero Pedro movió sus pies para que la chica no se sentara en ese puesto. La chica ignoró la acción del otro aunque le molestó, pero simplemente  se sentó en el otro mueble.

—¿Qué pasó? —Dijo el chico mientras volvía a tomar su teléfono y estaba concentrado en el aparato.

—Pedro, deja el celular. Por favor, es importante. Es sobre nosotros. —El chico la vio y dejo otra vez el celular luego de haber tecleado algunas letras en el. —Primero ¿Por qué te estas comportando tan mierda? —Dijo la chica mayor.

—No me estoy comportando mal. —Dijo Pedri mientras agarraba la sabana que había en el mueble y se arropaba con ella.

—Me acabas de negar el sitio. —Dijo la chica.

—No lo hice. —Dijo el mayor aunque sabía que lo acababa de hacer.

—Sí, Pedro. Moviste los pies para que no me sentara ahí, me haz estado ignorando, cuando te pregunto dices que nada pero después te vas a dormir al cuarto de visitas y si te nombro las demás cosas no termino hoy. —Dijo la rubia, quien parecía tener una lista casi definitiva de todas las cosas que había hecho mal en los últimos días, posiblemente lo único que faltaba eran las cosas que había hecho con Pablo.

¿Qué le podía decir? Pedro sabía que no había sido el mejor novio últimamente pero es que el ahora menor no quería ser el novio de Keila, el quería a Pablo. Siempre lo había querido. Solo quería a su Pablo.

—No es nada. Es que, ah. No sé. —Dijo Pedro, tratando de explicar.

—¿Entonces quien sabes Pedro? ¿Subo y le pregunto a Dios o cómo? —Dijo la chica tratando de sacarle algo al menor.

—Es que Pablo no me habla, y no se por qué. —Dijo el menor, deprisa, tan rápido que la chica no logro escuchar nada.

—¿Qué? —Dijo.

—Pablo, Gavi. Me dejo de hablar, de repente. No tengo ni puta idea de por qué. Ahora esta todo el rato con Ferran. Tipo mi mejor amigo se robo a mi otro mejor amigo. Y o sea. No sé, se siente feo. Y yo quiero mucho a Pablo, es mi mejor amigo, y el, yo, nosotros. No se Keila, es algo que me afecta. —Dijo Pedro, y la chica mayor noto como los ojos del chico se hacían pequeños y como el chico trataba de evitar el llanto.

—¿Entonces estas comportándote mal conmigo por qué ese no te habla? Por el amor de Dios, Pedro.

—No te refieras así de Pablo, Keila. Es mi mejor amigo es como un hermano para mí. Es como si Fer me dejara de hablar. Es como familia.