My sweetheart's piano (pablo gavi/pedri gonzález)

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Ahora los chicos no tienen tiempo para bañarse, posiblemente es porque a Pedro se olvidó de poner una alarma para la mañana siguiente, el es quien siempre lo hace y se durmió muy pronto como para hacerlo, mientras que Gavi simplemente no pensó en eso. Sin embargo, él es el primero en levantarse, disfrutando de lo cálido que está presionado el cuerpo de Pablo contra el suyo, cómo sus piernas están enredadas, cómo el corazón de Pedro está latiendo contra la espalda de su Pablo. Cruzando su nariz contra el cuello de Pablo, absorbe el ligero olor de Pablo que identificaría en cualquier parte y la nota como sus dedos están entrelazados contra la mano de Pablo. Está a punto de irse a dormir de nuevo cuando su teléfono zumba violentamente en la mesita de noche, despertando efectivamente. El teléfono no deja de zumbar, y Pedro se ve obligado a agarrarlo antes de que el dispositivo no moleste a Pablo.

Hay aproximadamente 15 notificaciones nuevas en los últimos diez minutos de parte de Ferran, enviándole mensajes de spam con mensajes de textos y llamadas perdidas. Con la mano que no está agarrada en la de Pablo, responde la llamada.

—¿Qué? —Preguntó Pedri tratando de no hablar tan alto para no despertar a Pablo.

—¡Tío, he estado abajó desde hace casi quince minutos! No entrenas por casi tres semanas y ahora ¿No vas a venir a entrenar? ¿Y Pablo? ¿Y qué onda con los chismes esos? Todos te hablamos ayer para ver que mierda decías y no contestaste. —Ferran tenía intenciones de seguir hablando pero fue interrumpido por Pedri.

—Ya bajo, solo dame unos quince por favor. —Rogó Pedri y corto la llamada.

Sus ojos llorosos –Por el sueño.– miran los números en la esquina superior de su teléfono, su cuerpo se endurece cuando se da cuenta de lo tarde que es. El entrenamiento es en poco más de una hora, y Pedro sabe que a Pablo le lleva mucho tiempo prepararse para irse y mas el tráfico, no sabía como iban a llegar a tiempo. Por lo que ese obligo a levantar a Pablo, sacudiéndolo suavemente.

Pablo murmura algunas palabras incoherentes, desatando sus manos y rodando sus manos en la espalda de Pedri para luego enterrar su cara en el cuello de Pedro, y sus cuerpos encajando perfectamente. Y Pedri quiere dejar que Pablo duerma, quiere dejar que el calor constante del más menor se hunda debajo de su piel y en sus huesos, pero es el primer entrenamiento de la semana y un entrenamiento donde ambos tienen que estar presentes por el juego que tendrán pronto, y probablemente Xavi lo mataría por algo tan imprudente como llegar tarde al entrenamiento.

Sin embargo, tienen apenas el tiempo suficiente para ducharse, Pedro básicamente arrastra a un Pablo medio dormido hacia el baño. No puede evitar la sonrisa que se abre camino en su cara cuando Pablo se tambalea ligeramente al entrar en la ducha, murmurando y maldiciendo a Pedro bajo su respiración en palabras arrastradas. Es más que adorable, y Pedro no cree que alguna vez le haya gustado tanto a alguien, tanto como le gusta Pablo.

—Ferran esta abajo. Báñate, yo voy al otro baño. —Dijo Pedri mientras dejaba a Pablo en el baño.

Pedro se termino de bañar luego de unos quince minutos, se cambió rápidamente y toco la puerta del baño en donde se encontraba Pablo, y toco la puerta.

—¿Pablo? —Preguntó el mayor esperando una respuesta que no llego. Pedri se estaba cuestionando en su entraba o no al baño, antes de hacerlo volvió a hablar. —¿Gavi ya vas a salir? —El llamado no fue respondido y por mas que tocara la puerta nadie respondía, así que Pedro entró a ver que le pasaba al contrario. —¡Pablo! —Alzo la voz el mayor cuando encontró a su amigo dormido en el piso. Se agachó para levantarlo y lo agarro por los hombros para que se parara, los quejidos de Pablo se hacían presentes en el baño. —Te tienes que bañar, vamos, métete. —Dijo Pedri regañando al otro y metiéndolo a la ducha mientras la prendía.