My sweetheart's piano (pablo gavi/pedri gonzález)

24

—¿No puedes esperar unos 15 minutos más? —Preguntó Gavi.

—Gavi, en si ya te vine a traer tarde, y he tenido que esperar una hora más ¿Qué tanto hacen hoy? Siempre sales a las seis.

—No es que esté haciendo algo, es que Pedri no se ha despertado. —Contestó Gavi intentado que su novio entendiera.

—¿No estabas enojado con el? —Preguntó el pelinegro confundido. — Mejor vamos a casa, yo quiero dormir. —Contesto el contrario tratando se convencer a Gavi.

El menor suspiró y abrió la puerta del carro subiéndose en el auto y abrochándose el cinturón.

—Esta bien. —Dijo el castaño.

A Gavi no le parecía buena idea irse y dejar a Pedri solo, bueno, no solo. Eric y Ferran estaban esperando, también estaba la doctora y varias enfermeras, Xavi también estaba. Y no recordaba quienes mas estaban con Pedri en ese momento pero Pedri no estaba solo.

Aun así, quería estar con el tanto como pudiera. Esos minutos junto a Pedri se sintieron como horas, y posiblemente fueron los mejores minutos del mes, porque extrañaba tanto a Pedri y tenerlo cerca, aunque sea inconsciente fue como un regalo del cielo.

Gavi estaba agradecido porque pudo volver a apreciar la belleza de Pedri de cerca, Gavi estaba agradecido por poder pasar tiempo con Pedri. Gavi estaba agradecido por la existencia de Pedri.

Pero ahora, en vez de compartir tiempo con Pedri estaba en camino a la casa de Alex, su novio. Se sentía relativamente mal por lo del beso, pero era un beso de su Pedri y aunque no le quitaba el hecho de que era una falta de respeto para su novio. Debido a las circunstancias no le parecía tan mal.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por Alex. —¿Qué tiene tu amigo? —Preguntó el chico sin verlo ya que estaba viendo las pobladas calles. 

—¿Cual amigo? —Pregunto Gavi perdido en la conversación.

—Por el que te espere una hora y querías hacerme esperar más. —Pablo captó que lo que decía el chico era un reclamo, pero evito esa parte.

—Ah, Pedri. Se desmayo, no se que tiene. —Respondió mientras un bostezo salía de su boca.

—Vistes, tienes sueño. Si te hubiera dejado allá, te hubeiras dormido en algún mueble y yo tendría que haberme dormido en el carro, —El chico coloco una de sus manos en su frente haciendo referencia al cansancio. —Porque tan buen novio que no me iría de allá sin tí. —El chico estaba siendo dramático, una pequeña risita salió de la boca de Pablo y le proporcionó  un pequeño empujón al pelinegro.

–

Los ojos de Pedri se abrían lentamente, parpadeando de más por la luz prendida tratando de adaptarse al ambiente. Movió un poco su cabeza y vio a sus dos amigos, Ferran y Eric. Eric estaba usando su teléfono mientras que Ferran estaba en su hombro recostado y aferrado a uno de sus brazos, el mismo con el que tenía las manos entrelazadas con el otro.

—¿Qué paso? —Preguntó Pedri, y vio como Ferran salió de su momento de relajación y abandonó su posición al igual que Eric de tomarle la mano. Pedri lo noto, y por mas extraño que parecía la actitud de los chicos, pensó que lo mejor era no preguntar, al menos no ahora.

—Te desmayaste. —Dijo Ferran mientras se levantaba y iba a su lado, el chico toco su frente y luego de eso toco el botón roto que estaba en la camilla. —Son las sietes y media casi. —Comentó Ferran

—Ah, lo siento... por haberlos hecho quedarse hasta tarde. —Se disculpo el menor y ambos chicos mayores lo vieron desconcertado.