fue una apuesta

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- Hay viene la loca esa. Dijo Nora.

- Que asco. Hice un gesto de desagrado.

Me escaneé a mi misma no vaya a ser que estuviera sentada de alguna posición sospechosa que hiciera dudar a Kiara me mi rotura falsa de tobillo.

Kiara paso por mi lado y me escaneo y puso una mirada victoriosa.

- Cabrona, no sabe la realidad. Dije riendo bajo.

Me quede fuera todo el entreno mientras la veía.

Terminó el entreno y Kiara no paraba de mirarme.

Y se dirigió hacia mi.

- Ya veras por donde me sale la loca esta. Dije bajito mientras la veía aproximarse a mi.

Paso por mi lado y le dio un empujón a mi silla de ruedas.

- Ui lo siento. Dijo mientras me veía en el suelo tirada.

- Espera te ayudo. Dijo ella amablemente falsa.

¿Que cojones?. Pensé

- Mira bonita, digas lo que digas, hagas lo que hagas, actúes lo que actúes, se que puedes andar, asique como yo te vea en el campeonato o te vea mover un pie fuera de esa silla no te partiré la pierna, te reventare la cabeza. Dijo ella cerca de mi oído mientras me daba la mano para subirme a la silla.

- No se que te pasa por la cabeza pero tú escuchaste el hueso como yo, y no me hice el papel de víctima, piensa lo que te de la gana, porque si yo pudiera andar ya te estaria molestándote en el voley y además no hiba a estar mirando como juegas mientras yo me hago la coja. Dije mientras me dejaba reposar en la silla.

- Bueno solo te digo que cuidadito por dónde andas. Dijo ella alejándose.

- Lo siento de verdad, Clara no fue mi intención tirarte. Dijo Kiara para que se enterará todo el mundo y hacerse la buena.

- No importa. Dije con una sonrisa falsa.

Cuando la vi marchar transmití un suspiro de alivio y liberé la tensión que tenía retenida.

- Que cojones e echo mal para que esa se entere. Relaté bajito.

- Uff yo esto no me lo puedo permitir. Dije mientras escuchaba la voz de la entrenadora finalizando el entreno.

Cuando la pista se despejó la entrenadora fue en mi búsqueda.

- Que entreno tan duro. Dijo acariciándose la frente.

- Eso veo. Dije suspirando

- ¿Y la lagartija esa que te dijo?. Me dijo la entrenadora

- Nada con importancia, es que dice que no tengo nada en el tobillo y más cosas en fin ella y su loquera. Suspire al decir esas palabras.

- Joder, bueno pues sigue disimulando y vamos para el hotel ya, ¿te quieres bajar de la silla?. Me pregunto la entrenadora mientras atravesabamos la puerta de salida.

- No, conociéndola me habrá dejado 20 niñas espías con 20 cámaras ultra sonido y ultra calidad para tener pruebas y para que me espien. Suspire sarcástica.

- Pues seguramente. La entrenadora suspiro.

- Venga vámonos ya. Le sugerí.

Llegue al hotel

-Mira te voy a dejar que vayas con ella pero como se te vaya el pico te juro que te mato. Se escucho una voz cuando estaba entrando en mi cuarto.

Hice un esfuerzo para salir hacia afuera.

- No, Clara el te dijo que no fueras pasará lo que pasará. Me dijo la entrenadora.

- Pero le puede estar haciendo daño. Le dije

- Ahora lo vigilo tu entra dentro. Dijo la entrenadora.

Me cerró la puerta y espere casi 30 minutos interminables.

- ¿Como estará?. Joder. Suspiraba y me lamentaba.

La puerta sonó.

Corrí hacia ella y tiré.

La puerta se abrió y mostró a esa persona.

- Entrena...

Mi voz se cortó como con 20 cuchillos, mi corazón se exprimió sin dejar una sola gota de sangre en mi cuerpo, si era el.

Jaden Walton.

- JADENN. Dije tirando de el hacia dentro

Mis lágrimas se saltaron solas como dos muelles.

- Esta bien. Dije abrazándolo.

- Si, mira estoy entero no me falta ningún trozo. Dijo riendo.

- ¿Pero que haces aquí?. Le dije secándome las lágrimas.

- Kiara me envió para que te observará haber si puedes andar o no, y lo que veo es que si. Dijo Jaden

- ¿Si algo así, pero todo esto lo hace Kiara?. Le pregunté.

- No,no,no hay una cabecilla. Y oye perdón. Me dijo Jaden.

- Vinieron a por mí y si no besaba a Elaia que esta conpinchada con Kiara y Kiara es ayudante de la cabecilla, me dijieron que te harian daño. Dijo Jaden suspirando y empezando un llanto.

- Y eso es lo que menos quiero que te hagan daño, pero si me lo hacen a mí y es por ti, no me importa. Dijo Jaden.

- ¿Entonces, nunca me fuiste infiel?. Dije empezando a llorar.

- No, nunca pensé ni pensaré en eso nunca de verdad, antes que me corten la cabeza siempre fuiste tú y siempre lo serás. Dijo Jaden.

- Estaba bajo amenaza yo y me dio igual pero cuando te metieron en este asunto ya supe que me tenía que hacer cargo aunque tenía que encontrarte para explicártelo y al final me encontraste tu. Dijo Jaden acercándose a mi.

- Me an envíado para eso un día contigo,para ver si te pillo andando y se lo digo y si te cuento todo lo que te estoy contandome me matan, haber si puedo pillar a la cabecilla de todo esto, por culpa de ella pierdo tiempo con mi princesa. Dijo Jaden.

- ¿Y el propósito de esto es?. Pregunte dolida.

- Que te deje y irme con la cabecilla y la que monto todo este asunto. Dijo Jaden.

- Lo monto la cabecilla para separate de mi pero no. Sonrió Jaden.

- Siempre fuiste y siempre serás mi más bonita y preciada casualidad. Dijo Jaden mientras me agarraba de la cintura.

Sentí ese sentimiento y eso que nunca pensé que volvería a sentir, el sabor de los labios de Jaden Walton.

Sentía sus labios a la perfección, era el deseo el que me hacía sentirme así, la atracción entre nosotros, como dos imanes.

Nos separamos por fuerza ya que ninguno ponía de su parte para poner fin a ese esperado y deseado beso.

Pasamos la noche juntos hablando y el maximo tiempo juntos.

- Clara porfavor voy por agua. Dijo Jaden.

- No me voy a separar de ti. Dije colgada de su espalda como un monito muy bonito y pequeñito.

- Siempre igualll. Dijo Jaden riendo.

Pasó la noche y fue muy corta.

Me desperté y estaba sobre el pecho de Jaden, suspire y me hice la idea de que era el último dia que me despertaría así junto a mi amor, junto a mi niño, junto a mi vida.

- Buenos días Jaden. Le dije.

- Hola princesa. Dijo con voz de dormido mientras entre abría los ojos ya que no podía a causa de la luz que reflejaba la ventana.

Esa chica de la grada ( 𝐉𝐚𝐝𝐞𝐧 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐨𝐧 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora