Capítulo 17

2.8K 276 24
                                    


Unos sonidillos lejanos lograron hacer que me despierte, abrí los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz solar que entraba a mi carpa, un calor acogedor tranquilizaba mi cuerpo, ya no quería sentir más frío.

—Hija —la voz de mamá me sorprendió

Ella corrió hacia mi arrodillándose a mi frente y empezó a revisarme.

—¿Te duele algo? ¿Cómo te sientes? —preguntaba tan desesperada que sus palabras se tropezaban entre sí

Estire los labios al verla así. 

—Estoy bien mamá —indique para que se tranquilizala

—Ay hija mia —tomo mi cabeza y la pegó a su pecho dando caricias en mi cabello—. Me asuste mucho, no sé que haría si te pierdo.

—También te quiero mucho mamá —correspondí a su abrazo que al poco tiempo termino cuando nos separamos—. Te extrañe mucho.

Una sonrisa sincera alumbró su rostro.

El recuerdo de Neteyam llego a mi mente tan rápido como un destello. Intente ponerme de pie, sin embargo,  su mano tomando mi brazo me detuvo.

—¿Qué pasa? —cuestiono mirándome con el ceño ligeramente fruncido

—Nada, solo quiero salir un rato —respondí, no quería que mi madre supiera sobre mi cercana relación con el mayor de los Sully

Aunque cuando una risa salio de sus labios empece a preocuparme.

—El primogénito de los Sully se encuentra bien —menciono al calmar su risa—. Lograste salvarlo hija.

Lleve mis manos a mi boca instintivamente para no dejar salir algún sollozo de felicidad. No aguante más y me lance a los brazos de mi madre volviendo a abrazarla.

—Te traje el almuer... ¡Ìrea'ite!

El grito femenino de alguien hizo que nuestro abrazo madre e hija terminara, me gire a mirar a la dueña de la voz encontrándome con mi hermana trayendo un tazón de fruta que dejo caer al suelo y corrió a abrazarme. 

—Hermana, hermana —exclamaba mientras sus brazos rodeaban mi cuello

—Tsireya —pronuncie acariciando su cabello—. ¿Cómo estás hermana?

—¿Cómo estoy? —deshicimos el abrazo—. Yo no fui la que estuvo a punto de morir así que creo que me encuentro bien y más ahora que te tengo aquí.

Deje salir una risa que amplio su sonrisa.

—Tsireya —ambas nos giramos a mamá que observaba el tazón de frutas tirado en el suelos con restos de fruta por todo su alrededor

—Lo siento mamá, yo lo limpiaré —dijo Tsireya con la voz calmada

—Las dejaré solas, Tsireya no agotes a tu hermana que aun no esta del todo bien —su comentario me puso un poco incomoda pero guarde silencio

—Si mamá —respondio Tsireya en un tono bajito

Mamá nos dio una sonrisa casi inexistente y asintió para luego retirarse.

—Hermana —toque su hombro

—Ya no me afecta, sé como es mamá —me dio una sonrisa que se esforzaba por parecer completamente real, sabia que a Tsireya le afectaba este comportamiento de mi madre—. Me alegra verte de nuevo hermana.

Le devolví la linda sonrisa acercándome otra vez a abrazarla. 

—También me alegro de verte —acaricie su cabellera rizada

—Los Sully estarán felices al saber que ya despertaste —la voz de mi hermana cambio a una mas alegre

—¿Cómo están ellos? ¿sabes algo de Neteyam? —pregunte ansiosa por saber sobre la familia Sully

Tsireya se sonrió de manera picara y empezó a reír. 

—Habla Tsireya —exclamé

—Todos están bien, luego de la guerra con las personas del cielo llegaron al arrecife heridos y débiles pero lograron recuperarse —explico mientras yo asentía a cada palabra que decía—. Respecto a Neteyam, lo siento pero ya no volví a verlo desde que yo llegue al arrecife, Jake Sully se lo llevo a su casa y no lo volví a ver más.

—¿No preguntaste a alguno de sus hermanos? —negó

—Todos están deprimidos por tu salud, no quería incomodarlos con mi —sus palabras tenían ese toque triste—. Pero cuando te vean todo mejorará. 

Mi hermana se puso de pie de repente tendiéndome la mano, la tome poniéndome de pie aunque al instante perdí el equilibrio y por poco caigo si ella no me hubiera agarrado bien.

—¿Cuánto tiempo estuve sin despertar? —cuestione sostuviendome de los hombros de Tsireya

—Una semana —mis ojos se abrieron aun más grande al oírla

—Eso explica el por qué mis piernas se durmieron —hable sonriendo—. Mamá tiene razón, lo mejor será que descanse un poco y empiece a caminar aquí dentro para acostumbrarme de nuevo.

Me volví a sentar en el suelo empezando a dar masajes en mis piernas.

—Entonces llamaré a todos para que vengan —dijo emocionada y lista para irse

—No, no —la detuve—. No quiero que me vean así,  cuando me recupere del todo ya los iré a ver, mientras tanto no les digas nada.

—Pero —afine la mirada—. Esta bien.

—Ahora tienes que recoger la fruta que tiraste —dije señalando la fruta picada que todavía estaba regada en el suelo

Tsireya no dijo nada y fue hacia ahí para empezar a limpiar mientras me contaba sobre su cercanía con Lo'ak, como se sentía al estar con él y los pocos momentos hermosos que habían pasado juntos hasta la fecha. No tenia ninguna duda de que mi hermanita se había enamorado de Lo'ak. 

[ ... ]

Al caer la noche, cuando mis padres y mis hermanos se marcharon de mi carpa dejándome sola los recuerdos de lo que habia visto en el viaje astral que tuve llegaron a mi cabeza.

Me senté a mirar las estrellas reproduciendo en mi cabeza todo lo que había pasado en aquel viaje, ¿es que acaso es posible? Simplemente era algo ilógico,  asombroso y mágico. 

Pasaron unos minutos que parecían años cuando ya no pude más y decidí ir a mi lugar especial en la playa, ya había mejorado mi caminar, aunque no del todo, mis pies aun se tropezaban entre sí, pero no sería tan riesgoso.

Salí de mi carpa emprendiendo camino por las calles de la aldea, todo estaba oscuro siendo la luna y las estrellas la única luces que alumbraba mi camino. Baje a la playa permitiendo que mis pies toquen la suave arena, recorrí mi camino hasta llegas a las palmeras y otros arbustos que mantenían oculto mi lugar especial el cual cruce con cuidado de no caer.

Al levantar la última rama ingrese a mi pequeño paraiso mágico, lo recorrí con la mirada, las palmeras rodeando el lugar acompañado de algunos arbustos. Entonces mi vista se centro en la orilla del mar donde había alguien, no estaba sola en este lugar.

Ya conocía esa posición, mirada puesta en el mar mientras abrazaba sus piernas intentando buscar calor o refugio. Una sonrisa involuntaria se formo en mis labios y sentía mis ojos achinarse, no espere más y empecé a correr hacia él intentando que mis pies no tropezaran.

—¡Neteyam! —exclamé con la adrenalina y felicidad recorriendo mis venas tomando el lugar de mi sangre

Un Mar De Emociones [Neteyam Y Tú] -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora