Capítulo 01

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Estaba convencida que todos en el clan eran amantes de alguna actividad en específica, quizá algunos amaban volar en sus Ikran, otros montar esos animales tan lindos que son los Ilu o recolectar caracolas.

Para mi lo mejor de la aldea era despertar antes que el sol radiante y esperar su llegada triunfante entrando por el horizonte alumbrando todo el agua y poco a poco asomarse a la aldea y darle a todos los buenos días. Ese sentimiento de ver los amaneceres era maravilloso, la paz que te podía brindar una estrella me asombraba.

Esta vez el sol ya terminó de saludar y simplemente se quedaba a acompañar el día hasta el atardecer. 

—Buenos días, hija mía —esa voz era la más conocida para mí, era la voz de mi madre

Giré a su dirección viendola traer una canasta llena de diversos frutos.

—Buenos días, madre —me puse de pie acercándome a ella y haciendo nuestro saludo

—Te traje tus frutas favoritas —sonreí ante sus palabras y una sonrisa

—Siempre lo haces —soltó una risita—. Muchas gracias.

Tome la canasta y la coloque a un lado junto a los demás alimentos que mi madre me traía.

—Estaba pensando en ir un rato a montar un Ilu, ¿te gustaría?

Me quede estática, no me gustaba para nada esa idea y ella lo sabía muy bien.

—Ìrea'ite eres mi hija, no debes porque temerle al pueblo —dio unos pasos a mi

—Mamá...

El sonido de la corneta que anunciaba la llegada de visitantes desconocidos a la aldea se escucho deteniendo mis palabras.

—El deber te llama madre —sonreí provocando que ella también lo haga

—Te salvaste esta vez, pero un día te sacaré de esta carpa —sonreí más ampliamente ante sus palabras

Madre beso mi cabeza y se alejó, cuando ya no oí sus pasos trepe por las mantas de mi carpa hasta lo más alto para poder ver lo que pasaba.

Logre ver a todo el pueblo reunido en la orilla, parecía que rodeaban a un grupo de na'vi que tenían un tono de piel diferente al de mis padres y los demás de la aldea. Más parecidos a mí.

Un poco más después ellos empezaron  a alejarse siguiendo guiados por dos de la aldea.

[ ... ]

Las aguas cristalinas eran hermosas se movían formando ondas cada vez que movía mis pies sumergidos en ella. No era muy buena nadadora como Tsireya o Aonung pero al menos si podía controlar mi respiración y tenía una buena técnica en el agua.

El atardecer se asomaba lo que significaba que casi todos en la aldea se irían a sus hogares a prepararse para dormir, el momento perfecto en el que pueda nadar un poco sin tener que preocuparme por la gente.

Me deje caer en el líquido cristalino sumergiendome hasta lo más profundo del arrecife comenzando a ser rodeaba por los peces y otros animales que venían a saludar, ellos eran mucho más gentiles que los que estaban en la aldea.

Me deje llevar por la sensación de tranquilidad bajo el agua jugando con los animales y nadando más lejos de la aldea.

—Hola hermoso —mencione hacia el Ilu que se acercaba a mi

Acercaba su nariz hacia todo mi cuerpo buscando algún alimento.

—Disculpa no te traje nada —bajo la cabeza y hizo un sonido de tristeza—. Perdón.

Un Mar De Emociones [Neteyam Y Tú] -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora