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—¿Y ya te dieron el permiso o qué?—RenJun pasó junto a HaeChan, entregándole una bolsa de hielo para que bajara la hinchazón de su muslo derecho. Jeno estaba cubierto con unas banditas en las mejillas, sentado en el piso.

JaeMin era el único ileso, en el sofá contrario a los dos masacrados.

—Necesito que uno de ustedes le haga de mi novio para convencerlos de que no voy a prostituirme o algo así—confesó JaeMin, a lo que RenJun y Jeno miraron a HaeChan, ambos, al mismo tiempo.

—¿Eh? ¿Por qué debo hacerlo yo? No soy gay y Jeno tiene más material de novio perfecto, a mí no me jodan.

—A JaeMin le irá bien si tiene de novio a alguien con el mismo animal que su familia, entre felinos se entienden—
zanjó RenJun, yendo directo a sentarse junto a Na, no sin antes sacar su espejo de mano para ver que no se hubiese despeinado por el ajetreo.

—¿Y yo qué culpa tengo de que seamos de la misma especie?—gruñó el moreno—. Un día en la clase, de casualidad escuché que los leopardos de las nieves eran panteras y que las panteras melánicas eran leopardos.

Pero yo y mi boca, tenía que contárselo a los cabrones de mis amigos.

—Pues te jodes—RenJun le apuntó—, justo ahora, vas a ir a conseguir el permiso para que JaeMin se mude con nosotros a la ciudad—. Jeno comenzó a descojonarse de la risa, hasta que RenJun le apuntó a él también—. Y tú vas a limpiar todo esto. Es tu mierda, vas a recogerla solito.

—Pero fueron las hormonas.

—A mí me da igual que sean tus pulgas, el punto es que limpias esto o voy a disecarte.

Trébol de cuatro hojas - 00line [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora