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— ¿Estoy comenzando a alucinar o ese Vegetal tiene forma de pene? — menciono Jaemin mirando fijamente la pantalla de la televisión.

Jeno se había recostado en su regazo y su cabeza, sobre sus piernas, veia con poca atención la pantalla mientras que Jaemin le acariciaba el cabello casi sin ser conciente de ello. Renjun, sentado sobre la alfombra y con una extraña expresión, soltó una carcajada. Haechan sentado junto a Jaemin, presto  atención a dicho vegetal.

— Jaemin, creo que estás loco.

—No, realmente parece uno—coincidió RenJun, girando su rostro para ver a Jeno, quien sintiendo su mirada se
volteó hacia él—. ¿No puedes admitirlo, Jeno?

—¿El qué?—sonrió, casi ronroneando por la cercanía—. Es extraño que tú estés de acuerdo con JaeMin.

—¿Te parece muy extraño?—habló RenJun en voz baja, casi a centímetros de la boca de Jeno—. Me siento muy extraño, quizá sea eso.

Cuando los labios de RenJun tocaron los de Jeno, HaeChan casi gimió, con la vista fija en ellos. JaeMin, quien había estado distraído, bajó la vista hacia ellos. Su beso era perezoso, sus labios se acariciaban a la par mientras suspiros de alivio escapaban entre ellos. Desde su posición JaeMin podía verlos en primera fila. HaeChan pareció resignarse a lo que sucedía cuando la televisión pasó a segundo plano y el espectáculo eran Jeno y RenJun. Pronto, el cambia formas de pantera estaba detrás de RenJun, besando su cuello, mientras JaeMin no había dejado de acariciar los cabellos de Jeno.

El beso fue interrumpido por Jeno, quien guio a HaeChan a su lado entrelazando sus dedos. RenJun, sin perder tiempo, se posicionó entre las piernas de JaeMin, abriendo la bragueta de sus pantalones y bajándoselos con su ayuda. La escena le recordó a JaeMin cuando él estuvo en la misma posición, ahora era al revés, con RenJun tocando su erección.

Mientras Jeno estaba quitándole la camiseta a HaeChan oyó el gemido ronco de JaeMin. HaeChan, que estaba de espaldas a ellos, se acercó a Jeno por un beso. Las manos de Jeno viajaron por su espalda, rozando las yemas de sus dedos de hito a hito por la piel expuesta. Se detuvo al final, introduciendo sus manos debajo de los pantalones
y ropa interior del moreno; lo acercó empujando su trasero y uniendo sus entrepiernas.

JaeMin los veía compartiendo un beso húmedo mientras sentía la lengua de RenJun recorrer la longitud de su erección. Con Jeno recostado en el piso, HaeChan comenzó a recorrer su cuello y pecho con lamidas y besos, repasando sus pezones y tardándose especialmente más en el abdomen, donde se tomó el tiempo de contornear con sus labios cada músculo.

Jeno emitía breves gemidos que se mezclaban con los de JaeMin de fondo. Pronto, un RenJun de labios hinchados
y cabello desordenado, se alejó del pene del menor y le hizo un gesto para que lo siguiera, acentuándolo con una sonrisa que terminó por mover a JaeMin de su lugar en el sofá. RenJun fue a despojar a HaeChan de sus prendas inferiores, mientras JaeMin, completamente desnudo, se encargó de Jeno.

RenJun levantó a HaeChan, abrazándolo por la espalda y besando su cuello tal y como el moreno había hecho antes con él. Sus manos descendieron a sus pantalones y tras desabrocharlos los bajó casi a tirones en lo que HaeChan volteaba su rostro para atraer al mayor hacia un beso.

JaeMin se acercó a hacia ellos, sus labios fueron directamente hacia los pezones de HaeChan, mordiéndolos suavemente y tirando de ellos. Instantes después Jeno se unió a ellos, masturbándose con la escena ante sus ojos.

Todos juntos, por fin.

De alguna manera habían terminado en la cama. Por la mañana HaeChan fue el primero en levantarse y reírse en silencio de lo que había sucedido. No era la primera vez que se despertaba tras haberse acostado con Jeno, JaeMin y RenJun, pero era la primera vez que no se sentía espantado con la idea o que pegaba gritos por doquier. En
silencio, con el sonido de la respiración pausada de sus tres novios, su sonrisa de alargó.

Se sentía feliz. Así tendría que haber sido desde el principio.

Vio a Jeno a su izquierda, con los ojos cerrados y algunas marcas en el cuello, cortesía de RenJun. A su izquierda
estaba el mismo Señor Mordidas, acostado de lado hacia JaeMin. Volvió la vista a Jeno, a su cuello, donde descansaba su collar y el dije. Un candado. Casi por inercia su mano paró en su propio dije, acariciándolo y tocando sus relieves, no podía verlo, pero sabía que era idéntico al de Jeno.

Cuando ellos estaban dormidos HaeChan podía sentirlo, los sentía a su lado y por eso no tenía ninguna sensación inquietante, pero dormidos ellos eran como una fuerza débil presente en su cuerpo. Despiertos podía sentirlos mejor, a veces incluso conectar en remoto a sus cuerpos. Era muy gratificante saber las emociones que los
embargaban a diario.

Sus dedos estaban marcando el trébol de cuatro hojas en el dije, mientras Jeno suspiraba entre sueños, resoplando débilmente. HaeChan llevó una mano a la cabeza del cambia formas de lobo para acariciar con delicadeza su sien.

No importaba si no era eterno, si los candados nunca se abrían y ellos llegaban a morir. Lo único que quería era poder tenerlos siempre junto a él, poder sentirlos y alegrarse de hacerlo. Cada uno era único a su manera, funcionaban juntos. Realmente los amaba, descubrió con un gozo casi natural. Siempre los amó, pero ahora era
más claro, más real.

Apretó el dije en su mano, convencido de lo que les diría al despertar: Los amo.

Click

Se llevó un gran susto al escuchar ese sonido. ¿De dónde venía? Observó la habitación de punta a punta con la
mirada y luego sintió algo en su mano. El dije, había algo que sobresalía de su collar, algo con la figura de… una llave.

Sus dos manos tocaron su cuello, donde estaba el objeto desconocido. Era otra pieza, comprendió, para después acercar a su rostro esa pieza suelta. Vio, ante él, una llave.

Era una llave, realmente lo era.
Sus ojos se nublaron, probablemente porque estaba soportando las lágrimas. Estuvo así durante varios segundos, tratando de contenerse. Cubrió con su otra mano su boca, ahogando un sollozo. Era una llave pequeña, una llave que…

Casi de inmediato dio un salto en su lugar y se sentó en la cama, creando un movimiento que despertó a RenJun.

HaeChan vio a Jeno a su lado, el dije de candado en su cuello, y casi por impulso jaló el collar hacia él.

—¡Auch! ¿HaeChan, qué demonios…?—Jeno estaba protestando cuando HaeChan tomó su dije y apretó el relieve de trébol de cuatro hojas, funcionaba como botón. El dije de Jeno emitió un click también, pero en lugar de una mostrar una llave, la parte inferior, en la que debía estar la cerradura, se deslizó como una pared de metal. A la vista quedó la verdadera cerradura en la que HaeChan introdujo su llave.

El dije de candado de Jeno se abrió.

—¿Qué…?—Jeno parecía asustado. HaeChan sacó el candado de la argolla y se lo mostró a Jeno, dejando que sus lágrimas se deslizaran por sus mejillas al fin. Jeno, anonadado, tomó la llave de HaeChan y la introdujo en su dije.

Al girarlo, el candado de HaeChan también se abrió.

—No puede ser…—murmuró RenJun y casi al instante presionó el trébol de cuatro hojas de su dije. HaeChan y Jeno vieron cómo del lateral se deslizaba una llave idéntica a la del moreno.

JaeMin despertó por el abrazo de RenJun, luego el peso de HaeChan, peor aún, Jeno sobre HaeChan. Lo estaban aplastando, estaba a poco de empujarlos con enfado cuando notó que HaeChan estaba llorando y RenJun hacía lo mismo ocultando su rostro en la curvatura de su cuello.

—¿Qué sucede?

—Los amo a todos—gimió RenJun con la voz apagada por la piel de JaeMin—, eso sucede.

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Dígame fuerza Alex vos podés y les doy maratón de esta historia.

Iblis Dream.

Trébol de cuatro hojas - 00line [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora