19

31 8 0
                                    

Y los días iban en cuenta regresiva, esperando su momento para culminar. Arrasaría con todo, sería él quien acabara por destruirlo, pero también sería él quien iniciara con ese hermoso todo.

—¿Se te ofrece algo?—RenJun eleva una de sus cejas, mirando la figura de JaeMin. Han pasado un par de semanas curativas, semanas en las que JaeMin pudo tener la mente más clara gracias a cierto cambia formas de lobo. No es suficiente, con dos piezas incompletas nunca en suficiente, ni siquiera tiene la certeza de que cuando estén completos sea suficiente. Arrasaría con todo.

—Hoy es el día libre, así que vine a ocuparlo—. JaeMin terminó sentado en el borde de la cama de RenJun, con el
mayor mirándole con los ojos entrecerrados, en modo de advertencia de peligro. RenJun suponía que la paz no
sería eterna, JaeMin algún día iba a regresar con su perseverancia desazonada, como un postre sin azúcar.

—Bien—. De alguna manera, no puede ser cortante.

Ha pasado un tiempo desde que JaeMin no está cerca, y su cercanía se siente como si la paz regresara. Es contradictorio, antes creía que sin el menor hallaría paz en la calma, pero con él a su lado, comprende que quizá la calma es él, ese cambia formas de leopardo de las nieves, ese irritante chico con ansias de destruir su juicio. Las hormonas han sido un infierno muy cálido, y para qué mentir, muchas veces deseó tenerlo cerca para sacárselas de encima.

No era personal, nada había cambiado en su mente. Era su cuerpo, su animal, eran las posibilidades. Su mente jugaba con él, provocando acciones extrañas, como que el anterior día llenara la alacena con frascos de crema batida.

HaeChan estaba más ausente que nunca, casi no hablaban. Jeno y JaeMin eran, no hacía falta ser un genio para
enterarse, pareja.

—Me aclaraste que estás bien contigo mismo—sonrió suavemente JaeMin, viéndolo fijamente—, que no hay nada
que yo pueda ofrecerte que sea mejor que eso. Te equivocas, sí que tengo una oferta que supera con creces lo que tú cuidas con tanta terquedad.

—¿En serio?—Suena escéptico, y es así. RenJun sigue sin estar convencido de lo que sea que estaba sucediendo entre ellos.

El trabajo ha sido más agotador que antes, ser modelo nunca fue tan difícil. RenJun lidia con ello, pero es su día libre, y JaeMin está a su lado. No tiene idea de si eso es bueno o malo. Antes la respuesta era clara, ahora es difusa. Duda, y comprende que JaeMin está ganando.

—Después de pensarlo mucho—habló JaeMin—, me convencí de que no puedo obligarte a amarme, a amarnos. No precisamente porque no puedo, es más porque no quiero. ¿Sabes? Quiero que las cosas sean diferentes. Quisiera que desde el principio no te hubieses negado a esto, que hubieses visto en nosotros eso que hace que tus ojos brillen cuando te miras al espejo, pero no fue así. Quiero ser quien, por la mañana, te recuerde lo bien que te ves, aunque lo sepas. Quiero comer toda esa crema batida que has comprado, estando seguro de que lo has traído para mí y para HaeChan. Quiero tener un dije de candado, uno que tu llave pueda abrir. Realmente
quiero que nos elijas, que estés de acuerdo con esto y que seas quien ponga orden a este desastre, porque estoy seguro de que incluso en la cama vamos a ser tan
desordenados como de costumbre. Quiero, y anhelo, tu amor. Y—tomó una pausa para detallar el silencio de RenJun, la paz en su mirada, y esa contradicción interna que le
impedía interrumpirle—, ya sé que no estás interesado. Tal vez un día lo estés, tal vez un día estés listo para esto. Queda mucho tiempo, puedes ser sólo tú cuanto quieras. Y si nunca estás listo, o para cuando lo estés sea tarde, quiero saber que no pasé el tiempo que nos queda atormentando tu existencia, o sufriendo por un amor que no es mío. No sé cómo resulte con HaeChan, pero si él tampoco puede con esto, Jeno y yo lo haremos juntos. No estoy solo y me gustaría que ninguno de nosotros lo estuviera, tal vez así HaeChan pasaría por aquí más seguido, y no tendríamos esta sensación siempre que se va, como si estuviese engañándonos.

Trébol de cuatro hojas - 00line [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora