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—¿Es difícil lidiar con las hormonas?—cuestionó JaeMin en lo que estaban en el ascensor. HaeChan se encogió de
hombros, apoyándose en una pared del cubículo. Cerró los ojos unos segundos, pensando en lo que implicaba tener las hormonas alborotadas y nadie con quien calmarlas un poco.

—Apenas se activaron las mías; hay mejores momentos que otros, la mayor parte del tiempo es controlable, pero cuando te dan los cinco minutos, pues no.

—¿Te has excitado al pensar en alguno de nosotros?

—¡Claro que no!—HaeChan golpeó el hombro de JaeMin cuando éste estalló en risas—. Yo creo que Jeno sabe
más de esto, él tiene un poco más de tiempo así.

—¿Crees que le excite pensar en ti?

—¡Y yo qué coño sé!

Cuando el ascensor llegó a su piso, JaeMin estaba doblándose en dos de la risa. Ver a HaeChan ruborizado era de las cosas más extrañas y divertidas que estaban sucediendo. Tenía un buen tiempo por delante, tiempo en el que podría molestar HaeChan con cosas gay. Eso hasta que le entregaran su dije de candado y al moreno le diese una crisis de identidad.

HaeChan abrió la puerta en lo que JaeMin intentaba controlar sus carcajadas, ambos pasaron al interior, dándose cuenta de lo limpio y ordenado de todo. Las cosas rotas no estaban, dejando la sala casi desierta. El sofá tenía tres mordiscos en los laterales, pero fuera de eso no se veía tan mal.

Jeno apareció de repente, caminando sin camisa y con un felpudo enganchado al pantalón.

—¡Chicos! Miren lo que encontré—dijo sonriendo ampliamente. JaeMin y HaeChan se le quedaron viendo cuando su amigo se dio la vuelta y mostró el largo del felpudo en su retaguardia—. Tengo una colita—les guiñó un ojo

antes de comenzar a menear las caderas.
JaeMin y HaeChan se miraron fijamente, y después, rieron estruendosamente.

Trébol de cuatro hojas - 00line [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora