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—¡Cometieron un error! ¡Están locos!

Y así es como comenzó la tortura. El día de la entrega de collares de emparejamiento, todos estaban tensos. Todos, menos los amigos de HaeChan.

A pesar de los cambia formas que gritaban y ofrecían escenas trágicas al no obtener un dije esperado, RenJun, JaeMin y Jeno no se inmutaban, haciendo bromas y siendo ellos. Tan relajados,ojalá HaeChan pudiese imitar su antipatía ante tal calamidad.

Veía en las puertas del palacio a un cambia formas de cocodrilo transformarse y violentarse, aparentemente porque quería ser un candado y su dije indicaba que era llave. ¿Qué demonios? HaeChan haría lo que fuera por un dije de llave. Lo que sea.

—Deja de poner esa cara HaeChan, no vas a dar a luz—le dijo JaeMin, golpeando su hombro suavemente.

—Es que, nuestro amigo no homo, está haciendo plegarias internas—molestó Jeno, rodeando los hombros del moreno con uno de sus brazos. HaeChan les miró totalmente serio, tragando la piedra que estaba atascada en su garganta.

—Ya basta HaeChan, estás sudando mucho y si sigues así, apestarás. Yo no quiero alguien que apesta cerca de mí—habló RenJun con voz suave, dándose cuenta, segundos después, que el semblante de HaeChan estaba tan descompuesto que parecía a punto de romper en llanto.

RenJun ablandó su mirada entonces, acercándose a él— Ya está bien, necesitas respirar, te estás poniendo morado. ¿Quieres que finja ser tu novia por un rato?

—Vaya, él lo dice en serio—admitió Jeno con una expresión de asco, pasando la vista de RenJun a HaeChan.

JaeMin le golpeó en el pecho juguetonamente y se acercó a ambos implicados, con una mirada del todo divertida.

—A veces logran sorprenderme con sus ideas tan… brillantes. Vamos, HaeChan, digamos que éste es un día normal
de tu vida y no sucede nada. No estás en el palacio especial para ceremonias de mayoría de edad para cambia
formas, no estamos aquí, estás sólo tú y tu bonita novia.

—Pero ponle nombre, que decirle RenJun va a hacer que sea todo raro—sugirió Jeno, JaeMin asintió y tras sostenerse las miradas por un rato, ambos hablaron al unísono.

—Jun.

—¿Cómo saben que Jun es nombre de niña?—cuestionó RenJun, mirando a los dos entusiastas en la situación.

JaeMin se encogió de hombros, desviando la mirada, y Jeno comenzó a reírsilenciosamente.

Ambos cómplices—Como sea. Anda, HaeChan, inténtalo.

—¿Qué?—HaeChan estaba ocupado mirando alrededor con náuseas, sentía que podía desmayarse en cualquier momento, la presión era tan grande y abrasadora.

Que alguien estuviera preparando la camilla donde se lo llevarían, o mejor, el ataúd.

—Mira a tu novia Jun y dile algo bonito—dijo Jeno, tomando de los hombros a RenJun y acercándolo a HaeChan, quien viró los ojos y casi fastidiado, accedió.

—Hola, Jun.

—¿Así tratas a tu novia? Con razón no tienes una—se quejó JaeMin—. Pero yo no comprendo a las mujeres, así
que procede.

—Bien—refunfuñó HaeChan—. Hola, Jun, ¿qué hay?

—Y decían que yo era malo con las chicas—resopló Jeno, apoyando su cuerpo en el de JaeMin para prestar atención a la función.

—Hola—dijo RenJun—. ¿Por qué saliste vestido así hoy?

—No deberías preguntarle eso. Eres su novia, lo amas así, con su terrible gusto por la moda.

Trébol de cuatro hojas - 00line [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora