30

40 8 0
                                    

—¿Realmente vamos a comprar un auto?—pronunció JaeMin con tono escéptico y un mal humor justificado, pues había sido casi levantado a empujones de la cama con efectos secos de la resaca molestándole todavía.

—Yo estoy bien con la idea—dijo un HaeChan más animoso, avanzando junto a Jeno por los pasillos de lugar de
exhibición, mientras miraba hacia atrás a RenJun y JaeMin—. No tener permiso de conducir es algo bueno en este caso. Sólo piénsalo JaeMin, Jeno y RenJun son los únicos con permiso y, para nuestro beneficio, ahora también van a ser nuestros choferes personales.

—Yo no tengo problema con llevarlos—asintió Jeno—, pero el auto va a comprarlo RenJun, así que nos jodimos
todos.

—El uso del automóvil será para los cuatro—aclaró RenJun—, por eso están aquí decidiendo el modelo.

—Wow, ¿RenJun compartiendo de buena gana? Esto es posible sólo por el milagro del amor.

—Además—agregó el mayor—, voy a comprar un auto sólo para mí después.

—Sí, eso es un poco más realista—coincidió HaeChan—, después de todo es RenJun.

—HaeChan—llamó RenJun, adelantándose a todos un par de metros—, te amo—, y le guiñó un ojo.

Jeno y JaeMin tuvieron que reírse de la cara de perplejidad del moreno, mientras este intentaba procesar el descarado coqueteo. Instantes después RenJun había parado frente a un automóvil de color negro muy elegante.

—Tiene que ser este.

—Aquí dice—habló un JaeMin de mejor estado de ánimo, viendo el cartel junto al auto—: Audi A8, Velvet Black.

—Yo quiero ponerle nombre.

—Ya hemos hablado de esto HaeChan.

—Cuánta crueldad hay en sus almas—se quejó el moreno, volviendo la vista al automóvil. Sus ojos conectaron con los de RenJun entonces—. Este parece decir: mi polla es pequeña y quiero compensarlo.

—Own—sonrió RenJun—, ni siquiera has visto mi polla y ya piensas en ella.

—Bueno, si este es el auto, ¿puedo conducirlo de camino a casa?—Jeno y RenJun estuvieron discutiendo con sus
miradas por largos segundos hasta que RenJun suspiró rendido.

—Bien, no veo por qué no podrías.

—Este es un día increíble.

—Te lo dije JaeMin, este es el día épico en el que por fin hemos domado a RenJun.

—HaeChan, aún puedo sacarte los ojos a mordiscos.

—Está bien, está bien, no hay por qué ser agresivos.

·

Por la tarde se podía ver a un lobo gris, un zorro plateado, un leopardo de las nieves y una pantera corriendo, juntos, por la reserva en las afueras de la ciudad. Ahí se había esparcido un bosque verde que permitía a los cambia formas conectar con su lado animal, ese día los cuatro habían decidido pasarse a jugar.

El leopardo tenía una velocidad que los otros tres intentaban igualar esforzándose, pero era inútil, JaeMin estaba al cien con su rostro golpeando el viento. Se hacía paso por los árboles con torpeza, pero de todas formas lograba alcanzar mucha ventaja. HaeChan, quien no quería quedarse atrás, hizo un poco de trampa, subiéndose a un árbol y saltando desde ahí a otro, ganando metros de avance con su estrategia.

Jeno era quien mejor podía esquivar árboles, pero no por eso tenía una ventaja notable. Él y RenJun habían quedado atrás, simplemente corriendo, mientras que JaeMin y HaeChan estaban compitiendo uno sobre el otro, literalmente. JaeMin había visto a HaeChan siguiéndole el paso desde la altura, así que no se contuvo al apresurar su paso.

Trébol de cuatro hojas - 00line [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora