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𝒗𝒊𝒄𝒌𝒊

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Vivianne Roseau.

—¿Transición?— mire a Elena confundida. —¿Cómo de humano a vampiro?

—Asi es.— asintió.

—Debiste decírmelo, ¿Matt lo sabe?— caminamos a la puerta de la pensión Salvatore.

—Te oías feliz con Caroline y tu papá, ¿Qué tal ayer? por cierto.— Elena se detuvo y evito el tema de Matt.

—Caroline me hizo medir cuatro disfraces para hoy y papá quiere que salga a divertirme con ella, no estará en casa.— le hice una mueca.

Elena toco el timbre y Damon abrió la puerta, su sonrisa se hacia presente mientras se recargaba en la madera.

—¿Stefan está aquí?— Elena le preguntó.

—Si.— respondió Damon.

—¿Dónde esta?— siguió ella.

—Y buenos días para ti señorita "estoy en una misión" y señorita "tengo un muy bonito acento"— dijo el divertido.

—¿Cómo puedes ser tan arrogante y tener tanta labia después de todo lo has hecho?— Elena hablo, la irritación en su voz se cruzo con la de su expresión.

—¿Y tu como puedes ser tan valiente y estúpida para decirle a un vampiro que es arrogante y tiene mucha labia?— Damon dijo, entrecerrando los ojos hacia ella.

—Si me quisieras muerta, ya lo estaría.— Elena explico.

—Si, lo estarías.

—Pero no lo estoy.— parecía orgullosa

—Aun.— Damon levanto sus cejas.

—Solo queremos ver a Stefan y a Vicki.— los interrumpí.

—Con que si hablas.— Damon me miro. —Stefan está arriba, cantando "The rain in Spain", adelante.

Elena paso por su lado con algo de rapidez, la seguí despacio cruzando miradas con Damon.

—Dime francesita, ¿no te cansas del drama de los vampiros?— pronuncio él.

—Creo que acaba de empezar.— me gire viendolo.

Agarro mi mano y me llevo a la entrada, cerro la puerta detrás de él y me hizo verlo. Con algo de fuerza separe mi mano de la de él.

—Veo que estas a la defensiva, de nuevo.— alzo sus cejas.

—¿Por que no debería estarlo?

—Tienes un punto, es más soy el vampiro malo y deberías alejarte de mi.— levanto sus manos en movimientos descuidados.

—Lo hare, no lo dudes.— me cruce de brazos.

—Más sin embargo, el vampiro malo quiere disculparse.

—No te creo.— fui hacia a la entrada.

—Te lo podría demostrar si me das la oportunidad.

—No es a mi a quien debes la disculpa, ¿Qué tal a Caroline? ¿o Vicki? ¿o a los muertos? Espera, no, a esos no puedes.— lo apunte, frunciendo el ceño me acerque mientras remarcaba cada palabra.

El agarro mi dedo y lo movió de un lado a otro. —No te enojes, te saldrán arrugas en tu linda cara.

Me aleje de Damon y entre a la casa con algo de prisa, el comportamiento del vampiro "nada me importa" me empezaba a irritar, más que el hecho de que era un psicópata o algo parecido pero con poderes e inmortalidad.

𝑳𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒉𝒊𝒎 | damon salvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora