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𝒔𝒂𝒗𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒆 𝒗𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒆

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Vivianne Roseau.

Antes de poder siquiera hablar sentí como alguien cubría mi boca con su mano para que evitara gritar, lo que claramente hice en un vago intento. Al obligarme a ir de espaldas no pude reconocer quien era, más sin embargo sabia que era un vampiro, la fuerza ejercida me lo demostraba. 

El vampiro me llevo hacia una bodega, aquí deje de poner resistencia cuando al hacerlo su fuerza en mi aumento, lastimandome. Cuando lo pude ver con claridad, detalle su cara, un hombre con ojos oscuros y algo de vello facial, me miro con odio y no pude descifrar por que, me quede quieta, era como si los mandatos que enviaba a mi cuerpo no se cumplieran. Se movió para esconderse, alguien venia. Damon me vio a unos pocos metros, desde la escalera en la me encontraba vi como intento venir hacia donde estaba solo para ser detenido por el vampiro, quien dándole un golpe en la espalda logro derrumbarlo, al verlo en el piso logre salir del pequeño shock mental en el que me encontraba. Avanzando con cuidado baje las escaleras y camine con prisa hacia ellos, el vampiro seguía golpeando a Damon, hasta que recogió un tanque de gasolina que se encontraba cercano, temí lo peor, ahogue un grito y cuando di un paso para poder acercarme a ellos el vampiro miro en mi dirección, sus colmillos y venas debajo de los ojos me hicieron caer en cuenta ¿Qué haría yo contra un vampiro?

—¿Quién eres?— logró pronunciar Damon.

—Perfecto. No tienes idea.— dijo él.

—¿De qué hablas?— pregunte con la respiración acelerada, viendo a Damon en el suelo.

—Mató a mi novia.— respondió entre dientes, girándose hacia Damon dijo en voz alta.—¿Qué te hizo ella? Uh, ¿Qué te hizo?

—Nada.— dijo en voz baja Damon.

Me acerque con cuidado, dejando un poco de distancia entre los vampiros y yo.

—¿Qué?— le pregunte.

—Mi novia fue a visitar a Stefan y Damon la mató, ¿entiendes?

—Lexi.— susurre.

Los dos me miraron, los ojos del vampiro volvían a su forma humana, dando paso a las lagrimas retenidas, que empañaban sus ojos, en un movimiento astuto vi como sacaba una caja de cerillas de su chaqueta.

—¿Ella te convirtió?— lo cuestione, Damon intento moverse y el vampiro volvió a golpearlo.

—Si quieres estar con alguien para siempre, tienes que vivir para siempre.— contesto él.

—Los dos se amaban tanto como para poder vivir eternamente por el otro, no lo lastimes, no sanara lo que paso, lo más importante es su recuerdo y se que esto no le haría justicia.— hable cuando encendió la cerilla en dirección a Damon. —No lo hagas.

Él lo pensó por unos segundos, poco después levanto a Damon de lugar en el suelo con fuerza, poniéndolo a la misma altura de él lo lanzo hacia la pared que se encontraba unos metros atrás, el vampiro me miro y se fue del lugar, corrí hacia Damon, oyendo sus quejas ante las heridas, lo ayude a ponerse de pie y controle las ganar de soltarme a llorar, odiaba totalmente el drama de vampiros y lo que eso conllevaba.

—¿Estas bien?— le pregunte. Damon me miro. No respondió, lentamente me abrazo, que él estuviera bien conforto una parte de mi, con cuidado puso una mano en la parte posterior de mi cabeza, acariciando mi cabello, respondí colocando mi rostro en el hueco de cuello, fácilmente pudimos quedarnos en esa posición varios minutos.

Me separe ligeramente, viendo que la postura de Damon ya se encontraba completamente bien, indicándome que había sanado, sin decir una palabra me voltee y camine hacia el auto, Damon me seguía algo alejado, entre a el auto y Damon volvió al bar. Una vez me abroche el cinturón de seguridad mire a lo lejos, la noche oscura solamente iluminada por el brillo de las luces exteriores era algo tranquilo si olvidaba lo anterior, cosa que no podía hacer.

Damon abrió la puerta del auto haciéndome ponerle cuidado, se subió y condujo hacia Mystic Falls, cuando empezó a amanecer se detuvo, lo mire extrañada.

—Claramente la salida no fue la mejor y posiblemente estas cansada del drama de los vampiros, ataques y bla, bla, bla.— empezó diciendo él. —Te prometo que no habrá drama si paramos aquí por unos minutos y vemos el amanecer ¿Qué dices, francesa?

—Me convenciste con solo la idea de detenernos. Solo ¿puedes dejar de llamarme francesa?— desabroche mi cinturón.

—Bien, francesita.— me miro divertido. Me ayudo a salir del auto, empezaba a creer que seria una costumbre.

Los dos nos recostamos en el lado derecho del coche de Damon, miramos el amanecer, me empezaba a sentir mas tranquila, logre ver como Damon se acercaba cada vez más a mi, hasta que nuestros hombros se tocaron suavemente, voltee a verlo.

—¿Qué?— me miro fingiendo confusión.

—Nada.— intente no sonreír.

—Gracias.— me dijo.

—¿Disculpa?

—Se que lo escuchaste.— hizo una mueca.

—Ya lo se, aumenta mi ego francés el haber salvado tu vida.— le dije orgullosa.

Nos miramos por un instante antes de volver la vista hacia el horizonte, con el paso de los minutos el sol salía cada vez más lo que indicaba que teníamos que irnos del lugar y volver a casa. Una vez en carretera y con Damon algo distraído pude escoger lo que oiríamos, el ambiente resulto acogedor y tranquilo en todo el trayecto, una vez en casa, Damon estaciono enfrente de mi casa.

—Llegaste sana y salva a tu casa, francesita, será una pena despedirme de tu compañía.— aunque hablaba divertido, podía ver la sinceridad en sus palabras. 

—Fue divertido escapar cinco minutos si ignoramos lo demás, gracias. 

Lo mire sonriendo, era verdad, aunque enfrentaría las consecuencias más tarde, en este momento lo único en lo que podía pensar fueron las risas genuinas de la tarde y las miradas compartidas.

—Lo hice para molestar a mi hermano y a tu amiga.— contesto él, divertido.

—Bien, cuéntales que te salve la vida.— me baje del auto y camine hacia la entrada.

Una vez entre, papá me esperaba, al verme me abrazo con fuerza.

—No vuelvas a hacer eso ¿si?, contesta mis llamadas la próxima vez. Tu sais à quel point j'étais inquiète?— Cuando papá empezó a hablar cada vez más rápido y no entendía lo que decía lo detuve.

—Lo lamento tanto papá.— le dije. —Entiendo tu preocupación y lo siento.

—Bien, ya no importa, se que estas bien y eso es todo lo que necesito.— me soltó del abrazo y  reviso mi rostro. —¿Qué te paso aquí?

Toco con cuidado mi pómulo, aunque lo cubría la bandita me dolió por lo que me aleje.

—Me caí en el entrenamiento de porristas.— murmure.

—¿Tienes hambre?— papá señalo la cocina, sin continuar insistiendo.

—Iré a cambiarme y luego bajare a comer.— fui hacia las escaleras, al cerrar la puerta de mi habitación le conteste a Elena todos los mensajes, quedamos en hablar mañana en persona acerca de todo lo que estaba sucediendo, mentalmente me prepare para la conversación.

Traducción:

Tu sais à quel point j'étais inquiète?→ ¿Sabes lo preocupado que estaba?

𝑳𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒉𝒊𝒎 | damon salvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora