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𝒕𝒐 𝒄𝒂𝒕𝒄𝒉 𝒂 𝒕𝒉𝒊𝒆𝒇

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Vivianne Roseau.

—Entonces ahora son amigos.— me dice Elena, levantando su ceja derecha.

—Asi es, ¿por que la cara?— me siento en su cama mientras ella me ve desde la puerta del baño.

—¿Por qué? Vivianne es Damon, no es amigo de nadie a menos que quiera algo.— hablo Elena, rápidamente. —No te lo tomes a mal, solo no me convence que olvidara el objetivo principal, Katherine.

—Elena, aprecio tu preocupación y lo se, tranquila ¿si?— le dije, ella se termino de arreglar y se acerco a mi.

—Bien, tal vez solo es lo de mis padres lo que me tiene asi.— suspiro.

—Lo lamento tanto, ¿has hablado con Jenna?— la abrace.

—No y no pienso hacerlo.— Elena fue orgullosa, me separe mirándola. —No me mires asi, ella me mintió, ¿nos vamos? 

—Si, vamos.— tome mi bolso.

Al bajar fuimos al auto de Elena, extrañaba conducir, aunque no sabia como reaccionaria ante un volante, preferí tomar un poco de tiempo antes de volver a manejar por mi misma. Fuimos al Grill, donde nos esperaban James y Bonnie, al entrar con ambos, Elena y ella se alejaron, sentándose en una mesa, una vez se acomodaron en una mesa me miraron, levantando sus pulgares con una sonrisa, señalando entre James y yo, deje de mirar en dirección a ellas.

—¿Y bien? ¿una partida de dardos?— le propuse a James. —Te apuesto a que gano.

—Por favor, soy el amo de los dardos.— sonrió él.

Nos miramos antes de caminar apresuradamente hacia donde se encontraba el tablero. Tomamos de a dos dardos cada uno, subiendo el nivel de competencia.

—Dos intentos, uno al centro y es victoria automáticamente ¿listo?— le ofrecí mi mano, el la tomo sellando la apuesta.

—Tu primero.— indique.

El tiro de James no fue malo, por un momento dude de jugar con el, no quería perder, el dardo de James termino cerca del centro, sin llegar a darle, era mi turno. Me posicione y tire, falle mordiéndome el labio inferior. Él rio.

—¿Qué apostabas?— me miro burlón.

—Cállate, tu tiro fue de suerte.— contradije.

—Asi es.— la voz de Damon nos hizo voltear a verlo. Se poso cerca mío, con la mirada pidió permiso para utilizar mi ultimo dardo, se lo di. Al tirarlo el dardo se inserto en el centro de la diana.

—Por favor, años de practica.— replique, divertida.

—¿Tu linda cabeza no acepta que eres mala en los dardos?— se acerco aun más.

—¡Anne!— Elena se apresuro a donde estábamos. —Damon.— dijo ella en un tono serio.

—Lamento mucho que no hubiéramos podido terminar la apuesta, hubieras ganado lo admito.— hice una mueca hacia James, me dio una sonrisa, colocando su mano en mi brazo.

—No importa, podemos repetirlo algún día.— él dijo y en ese momento sentí las dos miradas quemando el momento.

—¿Nos vamos?— me dirigí a Elena, ella asintió. —Adiós, James, Damon.

Los mire a ambos y luego camine hacia la entrada. Elena detrás mío. Cuando se posiciono a mi lado, recibí una llamada.

—Hola.— saludo una voz grave. 

𝑳𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒉𝒊𝒎 | damon salvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora