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𝒉𝒂𝒑𝒑𝒚 𝒃𝒊𝒓𝒕𝒉𝒅𝒂𝒚 𝒕𝒐 𝒅𝒊𝒆

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Vivianne Roseau.

—No entiendo el por que de la fiesta Care.— hablo por teléfono con mi mejor amiga.

—De que otra manera seria, tengo que alivianar el estado de animo de todos, parecen zombies.— me dice ella, su voz se escucha lejana por lo que supongo que organiza la tan esperada fiesta.

—¿Tengo que ir?— pregunto y me recuesto en el sofá de mi cuarto.

—Si, ¿acompañarías a tu mejor amiga a la increíble fiesta que planeo?

—Bien iré, solo espero que la mesa de billar este desocupada.— le dije divertida.

—La apartare para ti.— sonrío ante eso. —Adiós, tengo bastante que organizar.

Después de cambiarme y estar lista para irme, deje una pequeña nota en el refrigerador "Iré al Grill, estaré con Caroline. Con amor, Anne", sentía que la nota era concisa por lo que continúe con mi camino y fui a mi auto. Al llegar al Grill tropecé con una chica rubia.

—Lo lamento.— me disculpe.

—La chica francesa.— chasqueó la lengua en reconocimiento.

—¿Disculpa?

—Oh, soy Lexi, amiga de Stefan, digamos que en su casa tu y Elena son un tema recurrente.— declaró ella.

—Eso es una sorpresa.— mi tono sarcástico se hizo ver. Ella levanto una ceja. —Ha sido una semana cuestionable.

—Lo imagine, ¿juegas al billar?

—Espere tanto esa pregunta, ¿te importa si saludo y te alcanzo?— no contesto verbalmente sino levantando su copa. Detrás de ella Stefan me miraba sonriendo, le envié un saludo.

Vi a Caroline y a Bonnie a lo lejos, antes de dar un paso hacia ellas fui interceptada por el mayor de los Salvatore.

—Gran fiesta, Stefan sonríe y haces una nueva amiga.— me dijo.

—No lidiare con el sarcasmo hoy de tu parte, pienso divertirme.— intente pasar de largo.

—Estamos en la misma línea, oí que te gusta el billar ¿juegas conmigo?— ofreció.

—Oí que le volviste a hablar a Caroline, cosa que no me agrada ya que dije explícitamente "no te acerques a ella", ¿Me dejas pasar?— enfatice.

—Estas enojada, pero no te preocupes solo tengo un asunto con tu rubia amiga, ella tiene algo que es mío.— me explicó él.

Sonreí falsamente y lo rodee, acercándome a Caroline quien comenzaba a tomar más alcohol. Le quite la pequeña copa y ella me miro cansada.

—¿Crees que soy molesta?— pregunta ella.

—No, ¿por qué lo dices?— arrugue mis cejas.

—Al parecer todos lo piensan, molesta, inútil, podría seguir.— se recostó en la pared.

—Care no eres ninguna de esas cosas ¿si? eres maravillosa.— la abrace.

—Iré a emborracharme y no intentes hacerme cambiar de opinión, ¿me llevas a casa?— se oyó más a mandato que a pregunta.

—Si claro, ten cuidado si, te vigilare de lejos.

—Bien por mi.— dijo. —Te quiero, adiós.

Suspire y fui hacia Stefan, Elena se encontraba a su lado, me saludo algo incomoda, no habíamos hablado desde Halloween y el ambiente era extraño. Con orgullo tome un palo de billar y ellos me sonrieron, solo para ser interrumpidos por la Sheriff, quien entraba con varios policías detrás, se acercaron a Damon y Lexi, vimos como se llevaban a la amiga de Stefan, con rapidez Stefan busco la salida, cuando no le permitieron el paso fue por la parte de atrás, junto a Elena, dude si seguirlos e intente encontrar a Caroline con la mirada, no se encontraba allí, un mensaje de Matt llego a mi celular en ese momento.

Llevare a Caroline a casa, me dijo que lo harías, por eso te aviso. 

Con eso pude salir e ir a donde se encontraban Elena y Stefan, él me detuvo y señalo la escena, vi a Damon dar el golpe final de la estaca para que el cuerpo de Lexi se volviera gris con venas mas oscuras y cayera al suelo. Stefan se alejo de allí con rapidez, la expresión de Lexi aun en mi mente, Elena fue con el menos de los Salvatore, Damon miro en mi dirección y entonces decidí volver al Grill, en este momento lo ultimo que necesitaba era ver a la cara al vampiro que sacrifico la felicidad de su propio hermano.

Sali lo más rápido del lugar y subí al auto, el golpe en la ventana me hizo mirar en esa dirección, la cara de Damon me hizo apretar el volante y desviar la mirada, baje la ventana y el vampiro hablo.

—Si te lo explicara estarías de mi lado.

—No, no lo haría.— lo mire, no podía controlar lo que sentía en este momento, por lo que encendí mi auto y me aleje de allí, vi a Elena al pasar y ella me hizo una seña, acelere aun más y me dirigí en dirección a la casa de James. Al llegar él me sonrió, le di una sonrisa forzada y me invito a pasar. 

—Se que no debería haber venido, lo se, pero digamos que necesito espacio, Caroline esta borracha y no hablo con Elena, con Bonnie es lo mismo y mi vida parecer ser un remolino. Me siento patética en este momento.— me recosté en el sofá de la sala de James.

—No lo eres, al parecer han sido semanas difíciles para todos, desde el primer ataque y eso.— me conforto él.

—Si, quiero pensar que es eso. ¿Por qué no fuiste a la fiesta?—cuestione, cambiando de tema.

—Hoy es mi turno de ser niñera.— en ese momento su hermano menor corrio a abrazarlo. Le sonreí al menor. —Di hola, Tom.

—Hola.— saludo el pequeño.

—Hola, soy Vivianne, amiga de tu hermano.— él sonrió y le susurro algo en el oído a James.

—Ya lo se, eres la chica que sale con el hermano de Stefan, el novio de Elena.— hablo con seguridad el niño.

—No salgo con él.— fruncí el ceño.

—Eso fue lo que me dijeron.— James lo hizo callar y el menor se rio, después fue a la cocina y logre ver como se escondía entre risas.

—Tiene bastante imaginación.— me dijo el mayor.

—No creo que sea imaginación.— lo contradije, ocultando mi sonrisa. —Eres un chismoso.

Con discreción tome una almohada cercana y le pegue en el rostro, cuidando mi fuerza. El aturdido me miro desafiante y asi empezamos una guerra de almohadas. A los pocos minutos ambos nos cansamos y decidimos comer un bocadillo, casi lograba olvidar la noche de hoy, mire el reloj.

—Dime que no tienes que irte.— se quejo él.

—Papá debió de llegar hace como 10 minutos, tengo un horario y de hecho voy una hora tarde.— señale.

—Bien, ¿quieres ir por un café mañana?— invito.

—Por supuesto, aunque no rechazaría si me haces el te de hace un rato.— sugerí en un tono divertido.

En la puerta James me sonrió, me dio un abrazo, intente sentirme cómoda y dejar de pensar en los sucesos de vampiros, más en el fondo de todo sabia que nada cambiaria, los peligros seguirían. Con duda acepte el abrazo y me aparte un poco, me despedí y una vez afuera logre ver a Tom viendo por la ventana, vestido con un pijama azul intento pasar desapercibido, al verme se escondió y asomo el brazo, su pulgar arriba me hizo sonreír y con eso emprendí camino hasta mi casa.

𝑳𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒉𝒊𝒎 | damon salvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora