14 de julio: día de la audición

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Agustín

14 de Julio, 2015

—¿Sabes Dino? es bastante raro, estar acá o en cualquier otro lugar en la casa me da igual, cada habitación se siente de la misma manera: todas parecen vacías —confesé mirando al techo con el peluche a un lado —pero ya no será así, no cuando Joaco vuelva.

Salí de la habitación unos minutos para ir a buscar mi libro. Quería distraerme de mis pensamientos. Me senté en la mitad vacía del cuarto de Joaquín y abrí el libro por donde me había quedado.

—¿Qué estás haciendo? —quiso saber Alexander, él se encontraba parado junto a la puerta.

—Estaba leyendo un poco, sabes que tengo que prepararme para el papel.

-¿Estás mejor? -cuestionó el pequeño fregando sus ojos -¿ya no tengo que llamar al loquero?

-Si, ya no es necesario. ¿Qué has levantado a esta hora?

-Tuve una pesadilla y fui a buscarte pero no estabas. Creí que te habías ido igual que ellos, creí que me dejarías solo, que ya te aburriste de esta familia y nos ibas a abandonar igual que papá, Joaquín y Amanda, yo se que ninguno quiere formar parte de esta familia pero al menos podrían despedirse.

Abrace a Alexander fuertemente.

-Yo no me iré a ninguna parte -una sensación fría recorrió mi espalda -a parte Joaqui ya está por volver.

-Por ahora, ¿y cuando grabes la película?

-Si me iré, pero no de la forma en que lo hicieron ellos, además haremos videollamada todo el tiempo y te mandaré muchas fotos vestido de Nahuel, y en el set junto a los chicos. Sería como si nunca me hubiese ido.

-No te fuiste, pero si decidiste abandonarnos -reprocha Alexander mirándome a los ojos -antes podía contarte todo y ahora me da miedo hablarte. Todos estamos tristes y por eso nos necesitamos ¿Quien me asegura que contestaras mis llamadas si ni siquiera me saludas en las mañanas cuando vamos a desayunar o me preguntas como me fue en el colegio? Ya van tres días en que Martín no viene a casa y no te molestaste en preguntarme si estaba bien. Es como si no pudieras vernos o si no quisieras hacerlo.

-Sé que no fui el mejor hermano últimamente, me deje llevar por las audiciones e ignore todo lo demás, pero estoy haciendo un esfuerzo para volver a ser lo que era. Te prometo que, pase lo que pase, siempre volveré a casa -dije poniendo mi mano sobre el hombro de Alexander. Nuevamente una sensación fría me recorrió la espalda -tengo una idea -declaré sonriendo. Mire a ambos lados y le susurre lo que planeé. Alexander me sacó el libro que tenía entre las manos y lo dejó abierto sobre la cama.

-Está bien -dijo el chico -solo no la cagues.

Sonreí. Salí de la habitación de Joaquín para entrar en la mía, estire la espalda, hice sonar mi cuello y me pare enfrente a mi hermano

-Tomi -dije sacudiendo su brazo -Tomi, ya despierta, Ámbar me mandó un mensaje, dice que te olvidaste el celular en su casa.

-¿Qué? -preguntó somnoliento.

-Dijo que te esperaría en la fuente a las ocho, no se, parecía urgente -le informé, agarré la campera de mi hermano y me dirigí a la puerta.

-¿Qué...? pero, ¿Qué hora es? -preguntó alterado.

-Las nueve, si fuese vos me apuro, no creo que esté de muy buen humor -dije para finalmente salir. Esperé a Tomás sentado en las escaleras. Alexander me veía sonriente desde la habitación de Joaquín.

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