↳ Capítulo 14

1.1K 55 26
                                    

·.· ˚ * ✧ * ˚ ·.· ˚ * ✧ * ˚ ·.· ˚ * ✧ * ˚ ·.·

Viernes , 17 de enero, 1978.

Los días han pasado rápidamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días han pasado rápidamente. El verano por fin ha llegado, y con él, hermosas vacaciones que son junto a Robin y mis primos. Sabía que este año me esperaba conocer nuevas emociones. 

Mi relación con Robin ha sido de lo mejor. Cuando cumplimos un mes, él me ha llevado a la laguna, donde ha sido nuestra primera cita. Allí la pasamos hermoso. Si bien él y yo tenemos nuestras peleas, hemos podido arreglarlas. Obviamente teníamos nuestras diferencias, Robin es muy terco y casi nunca acepta que se ha equivocado, allí es cuando ambos chocamos. 

He podido entender algo muy profundo, el amor no se trata de encontrar a la persona perfecta. Es comprender que una persona imperfecta puede hacer que nuestra vida sea perfecta. Robin es una persona con claros defectos, al igual que yo obviamente, pero ambos nos complementamos y nos amamos con locura. No trates de entender el amor, solo trata de demostrarlo. No se trata de buscarlo, solo de entregarlo.

Se perfectamente que papá y mamá aún les sorprende que he formado una relación oficial con Robin, ellos no compren que mis sentimientos son sinceros y no estúpidos. Creen que aún no tengo la edad suficiente para amar de una manera tan fuerte a alguien. Mamá ha estado alterada la mayor parte del tiempo, papá no habla acerca de ello. 

Termine de preparar mi atuendo y busque mi pequeña mochila. Allí guarde las cosas escenciales para mí. Baje las escaleras y me encontré con mamá. 

- ¿Volverás a salir? - preguntó al notar mi atuendo. 

- Robin y yo iremos al parque - respondí frunciendo los labios.  

- Estás pasando demasiado tiempo con ese muchacho - dijo en un suspiro - Las clases comenzarán en un mes, _____, no quiero que te desenfoques de tus estudios - dije seria. 

- No te preocupes, mamá, mis notas se mantendrán igual de perfectas que siempre - rodé los ojos. Oí el llamado de la puerta y corrí rápidamente. 

Allí estaba él una vez más. Con su perfecta sonrisa, con su perfecta actitud, con su perfecto estilo. Salude a mamá y sin más hemos comenzado nuestro camino. 

- ¿Como estás, bonita? - preguntó tomando mi mano 

- Bien, solo que cada día soporto menos a Enid. Es como si cada vez buscará más excusas para comenzar una pelea conmigo - comente. 

- Creo que tengo algo de culpa por eso - dijo, frunció sus labios. 

- Quizás sí, pero no importa. Estoy dispuesta a soportar todo, solo por ti - sonreí. 

Él tiró de mi mano para que mi cuerpo chocara con el de él. Una vez juntos, unió nuestros labios en un beso tranquilo y dulce. Susurró un te quiero y una vez más comenzamos con nuestro camino. 

Philophobia - Robin ArellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora