↳ Capítulo 2

1.4K 91 134
                                    

·.· ˚ * ✧ * ˚ ·.· ˚ * ✧ * ˚ ·.· ˚ * ✧ * ˚ ·.·

Martes, 12 de octubre, 1977. 

Era un nuevo día, mi segundo día en la nueva escuela

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era un nuevo día, mi segundo día en la nueva escuela. Hoy en la mañana, mientras desayunaba sola nuevamente, comencé a plantearme en cómo quería vivir esta nueva etapa. Decidí que no permitiría qué me molestaran nuevamente, pero todo cambió cuando esta mañana Finney y Gwen venían comentándome en lo agresivo qué podrían llegar a ser nuestros compañeros de clase. Al punto de agredirlos físicamente, y no parar hasta ver sangre.

Pero nadie sabía de lo que yo era capaz de hacer cuando explotaba, creo que a todos se nos olvida nuestra parte de buena persona en cuanto explotamos y dejamos escapar toda la mierda acumulada.  

Finney me recomendó que simplemente ignorara todas las cosas que mis compañeros de clase dijeran de mí y que me concentrara en lo mío. 

- Oh Finn cierra la maldita boca...

- ¡Gwen! - regañó. Yo solté una pequeña sonrisita, amaba su relación. 

- Debes de defenderte ____, no puedes dejar que las personas te traten como mierda - dijo Gwen con el ceño fruncido. 

- ¡Gwen! - regañó nuevamente. 

- Tienes toda la razón Gwen - dije con certeza. 

- ¡Hey! - los tres nos dimos vuelta encontrándonos con el chico de la bandana. 

- No es cierto - susurré para mí misma, dándome la vuelta. 

- ¿Qué hay Finney? - saludó. De reojo noté como chocaron sus puños - Gwen - movió sus cabeza en forma de saludo.

Los cuatro comenzamos a caminar hacia la misma dirección. Había un silencio incomodo, puesto que Robin, claramente, no querría hablar si yo estuviera presente. 

Realmente no lo entiendo, me conoció apenas ayer ¿Y ya me odia? Como era eso posible, ni siquiera le dije algo, en todo caso la que debía odiarlo era yo, por ser tan grosero conmigo. 

< Idiota >

- ¿No saludaras a ____? - preguntó Gwen, rompiendo el silencio. Ambos nos miramos por menos de cinco segundos, pero ninguno emitió palabra alguna. Y el silencio volvió a apoderarse. 

Después de unos minutos, ya habíamos llegado a la escuela. 

- Finney, Gwen necesito hablar con ustedes - dijo serio. Yo me quede allí parada a unos pocos centímetros pero alcanzando a escuchar - Tú puedes irte Evans - sin decir o hacer algo me fui de allí. 

Me adentre en la escuela y saqué mi horario de clases y las llaves de mi locker. 

< Física e historia >

Philophobia - Robin ArellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora