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La mañana fue igual que otros días, mamá y papá se fueron a trabajar; no sin antes decirme lo mucho que me aman y que todo lo que hacen es para que yo puede tener el mejor futuro.
Hoy me levanté más tempano de lo normal. Ayer, después del mediodía, no había comido nada y moría de hambre. Decidí hacer un desayuno cargado, con panqueques y un café, me tomé mi tiempo para poder saborear y desfrutar aquel delicioso desayuno, a parte de que tenía algo de tiempo.
Luego de terminar mi desayuno termine mis cosas y salí de mi casa rumbo a buscar a Finney y Gwen. Caminé por unos minutos y ambos hermanos estaban esperándome en la puerta de su casa, al parecer estaban discutiendo sobre algo.
- ¡Hola, buenos días! - saludé animada, ambos chicos tenían una cara seria - Okey... al parecer no muy buenos - borré mi sonrisa.
- Lo siento ____ - se disculpó Gwen.
- Si, es que hemos tenido una noche larga... - ambos se notaban algo apenados.
- ¿Puedo preguntar por qué? - pregunté con el ceño fruncido, ninguno contesto y supe mi respuesta.
Todo el recorrido hasta la escuela fue en silencio, no un silencio incomodo sino uno tranquilo.
- Bien aquí no separamos, adiós chicos - dijo Gwen. Finney y yo le sonreímos y ella se fue.
- Hey - llamé su atención sentándonos en una banca - No me gusta verte así - acaricié su hombro - Sabes que puedes contarme lo que sea Finney - él soltó un suspiro.
- Ayer papá y yo nos peleamos... - comenzó a hablar - Él estaba ebrio y estaba enojado por una estupidez... yo le contesté y comenzamos a discutir, Gwen quiso frenar a papá y él la quiso golpear... yo lo empuje y después se desquitó conmigo - finalizó con su mirada perdida. No sabía que decir así que solo abracé a Finney con suavidad, ya que no quería preguntar donde lo había golpeado.
Sabía que Terrence tenía problemas con el alcohol, mamá me había contado algo sobre eso. Luego de la muerte de su esposa y madre de Finney y Gwen, Terrence había encontrado consuelo y una pequeña felicidad en el alcohol, haciendo que su depresión y tristeza desaparecieran, o al menos por un momento. Pero no creí que estando en estado de ebriedad podría llegar a golpear a sus hijos.
- Yo... lo siento mucho Finney - él intentó mostrarme una sonrisa - Si quieres puedes irte, no diré nada y le entregaré una nota al director de parte tuya y de tu padre -
- No, necesitas la firma de papá... a parte no quiero meterte en problemas - fruncí mi ceño.
- ¿Tienes alguna nota con la letra y la firma de Terrence? - Finney sacó un cuaderno y me dio una nota en donde era una carta para la profesora de biología, incluyendo tenía la firma de Terrence - Perfecto - susurré.
