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Los días pasaron y cada vez empeorado mucho más. Las desapariciones comenzaron a ser más constantes y el departamento de policías empezaron creer que ya no eran unas simples bromas de niños. Vance aún no aparece, y mis esperanzas ya no son las mismas que tenía desde un principio. Griffin Stagg fue el segundo niño que desapareció, seguido de Billy Showalter.
El vecindario no ha estado en paz. En tan poco tiempo han desaparecido tres niños y no hay una maldita pista, no hay nada. Nadie está en paz, saber que hay un enfermo que rapta a niños suelto por las calles, no puede dejarte dormir tranquilo. Ningún niño sale a jugar en las calles por miedo. Podría ser cualquier persona. El problema es que las personas jamás te muestran quienes son en realidad. En cualquier lugar podría vivir. Podría ser la casa más horrenda, o incluso una casa hermosa, con el jardín precioso y las decoraciones más lindas del mundo.
- Oye, ¿Estás bien? - preguntó Finney.
- Sí, claro. Estoy bien -
- Has estado muy distraída últimamente. ¿Qué sucede? -
Muchas cosas han sucedido. Las desapariciones han afectado mucho en mí. El miedo constante de que algo pueda sucederme no me dejaba tranquila, tenía mucho miedo de que alguna de las personas que más amo desaparezcan. Realmente no sé qué haría si Finney o Gwen desaparecieran. El miedo y los nervios me carcomen desde hace semanas.
Fuera de eso, desde lo que había sucedido en la habitación del conserje, con Robin, también me ha afectado porque aún, después de lo que hizo, mis sentimientos por él no han cambiado. Sabía las consecuencias de enamorarme de alguien que me odia, pero aun así aquí estoy, muerta de amor por el estúpido de Robin Arellano. No he hablado con él desde el 29 de octubre, lo he estado evitando, creo que los dos estamos mejor sin hablarnos, a pesar de que no sea lo que yo quiera. También tenía miedo de que le sucediera algo, lo odiaba, pero no podía no preocuparme por él.
- Sabes lo que sucede, Finn, nadie ha estado tranquilo - él miró hacia otro lado, y yo mire hacia el lado contrarío.
< Mierda >
Narrador omnisciente:
Robin se había pasado la mitad del receso buscando a Finney. No lo encontraba por ningún lado, y comenzaba a desesperarse. Una característica de Robin Arellano era que no tenía paciencia. Incluso había buscado en el lugar donde estaba siempre, pero no estaba. Entonces supuso que estaría en el gran comedor. Y por fin lo había encontrado.
Se paró en seco cuando notó que Finney estaba _____. No sabía qué hacer. No era estúpido, sabía que ella lo ignoraba, sabía que ahora se había ganado por completo su odio. También sabía que la había cagado, y jamás tendría otra oportunidad con ella. Tragó en seco y decidió acercarse con la gran esperanza de que ella no saliera corriendo. Finn y ella estaban hablando, ambos se notaban preocupados. Por un momento, ambos chicos cruzaron su mirada pero ella cortó rápidamente su contacto visual. Él se acercaba esperanzado.
