Hace años (2)

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Año 2013

Aquella noche no era fría, tampoco calurosa... Era ese tipo de noche húmeda, no me gustaba para nada, no me gustan las cosas húmedas. Eran tiempos de lluvia, por lo cual, las calles tenían numerosos charcos de agua y lodo, las luces de los aquellos pósters era opaca. El olor a cigarrillo era más que presente en ese momento, dicho joven de cabellos café oscuro, piel pálida, vestido de negro, fumaba en aquel balcón.

- Si vas a fumar, entonces cierra la puerta. - Dijo con un poco de molestia en su voz. El joven ni siquiera lo miró o hizo algún sonido de afirmación, solo lo ignoró. El tuvo que caminar hasta la puerta de cristal para poder cerrarla. - Es demasiado terco. - Suspiró cansado.

Dos golpes se escucharon en la puerta, el nuevamente caminó y abrió. Sin siquiera pedir permiso pasó de largo poniendo una sombrilla en la esquina cerca de la puerta y su impermeable en el suelo. Acomodó su cabello y caminó para poder tumbarse en el sofá.

- No entiendo por qué ustedes son demasiado desordenados. - Dijo acomodando las cosas en su respectivo lugar - ¿Al menos les importaría decir buenas noches? - Habló ya cansado de ambos.

- A nadie le importa, solo estamos aquí por una cosa y eso lo sabes mejor que nadie. - Le recordó la persona recién llegada con su antebrazo en la frente.

La puerta que anteriormente le había pedido que cerrara fue abierta dejando ver a el joven de cabellos cafés, el cerró la puerta detrás de él y miró a la persona recién llegada. - ¿Terminaste tu trabajo?

- Si no lo hubiera terminado no estaría aquí. - Le dijo con obviedad y un poco de irritación.

- Te has vuelto más arrogante. - Se cruzó de brazos.

- ¿A si? Que bueno. - Hablo con indiferencia. El joven le vio con molestia.

- Suficiente. - Los detuvo para que no empezara una discusión. - Como veo que ese cigarro te a despertado más, te quedas hacer guardia. - Lo señaló. - Y tú. - Repito aquella acción. - Ve a bañarte, puede que te dé un resfriado.

- Me de un resfriado o no, no te importaría, de todos modos no me dejarán irme hasta que todo esto termine. - Se levantó bufando y caminó hasta su habitación.

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Año 2006

- ¿Y ahora qué haremos? - Preguntaba con un gran temor en su voz, sus manos temblaban, sus lágrimas amenazaban con salir.

- Mantengamos la calma. - Era fácil decirlo pero no hacerlo. Al tratar de decirlo su voz salía temblorosa, sin querer su respiración se empezaba a agitar, con tan solo pensar en que pasaría después.

- ¿En dónde está? - Pregunto uno de los presentes, con sus manos entrelazadas, su pie derecho se movía con impaciencia, el veía un punto fijo.

- No lo sabemos. - Ella se mordió su labio inferior con nerviosismo, caminaba de un lado a otro, todos estaban impacientes... Desesperados.

La puerta principal fue abierta dejando pasar a la mayor de los hermanos, caminó con seguridad, seguridad que cubría su desesperación. Los que estaban sentados se levantaron esperando que ella hablara. - Los emboscaron... - Fue directo al grano. Los presentes abrieron sus ojos con sorpresa, esas lágrimas que amenazaban con salir cayeron por su mejilla. - Y los secuestraron, ahora quieren una recompensa.

- ¿Una recompensa?

Ella asintió.

Los adultos hablaron sobre cómo podrían llegar a un acuerdo con los secuestradores, unos llorando, otros impacientes, una persona que solo aparentaba ser fuerte y... Una que solo los escuhaba.

Control (Jujutsu kaisen × tú) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora