Capitulo 08

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Luego de la discusión, Camille se fue del lugar enojada por el hecho de que su hermano haya ido con el chisme, entró al baño de Myrtle, ya que quería estar sola y era el único lugar donde podía estarlo

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Luego de la discusión, Camille se fue del lugar enojada por el hecho de que su hermano haya ido con el chisme, entró al baño de Myrtle, ya que quería estar sola y era el único lugar donde podía estarlo.

Se miro en el reflejo del espejo y suspiró cansada, algunas que otras lágrimas se acumularon en sus ojos, en momentos como esos deseaba recibir un abrazo de su madre y que le dijera que todo iba a estar bien.

Pero eso jamás pasaría.

-Sea quien sea, largo de aquí.- dice al escuchar pasos en el baño.

Matheo quien había entrando encendiendo un cigarro, miro donde provenía dicha voz y vio a la pelirroja con un semblante muy diferente a como la vio momentos que entro al comedor.

-Debe ser una broma.- murmura.- ¿Qué mierda haces aquí?

Camille reconoció esa voz y voltea a ver inmediatamente hasta tuvo miedo por un momento que su cuello se haya quebrado, vio a Matheo frente a ella.

-Te hice una pregunta.- dice secamente.- ¿Estás sorda o qué?

-Eso a ti no te importa.- le responde de mala manera.- Y deja de fumar aquí, está prohibido, ¿Qué no te lo dijeron?

-¿Estabas llorando?- ignora su comentario- Que mierda, eres una niña a caso. Que ridícula te vez.

-Lo que haga o no, no es tu jodido problema.- le dice molesta.- Mentiroso de mierda.- estaba por irse pero Matheo no la deja.

-No vuelvas a llamarme así.- dice entredientes.

-Si, ya lo escuche por tu hermanito, pero ¿Sabes que?- se cruza de brazos.- No son quien, para venir a decirme que debo o no hacer. Así que te jodes.

-Estás jugando con fuego.- Matheo se cerca lentamente, por instinto la pelirroja retrocede.- Y sabes lo que te conviene...- la miró de arriba hacia abajo con lujuria , en vez de sentirse incómoda fue todo lo contrario.- Harás lo que te digamos.

-No sigo ordenes de nadie...- dice intentando no sonar nerviosa.- Menos a unos mentirosos de mierda...

Camille intenta salir del baño para no tener que seguir en un mismo lugar con Matheo, quien no la dejaba de mirar con diversión y deseo, pero en el momento que la Potter soltó lo último la toma del cuello arricondandola a la pared, haciendo que Camille diera un brinco por el repentino movimiento, pero sintió un cosquilleo raro en su bajo vientre.

-¡Te dije que no me llamaras así!- alza la voz.- Escúchame bien perra, quiero que dejes de llamarme mentiroso. No nos conoces y no sabes de lo que somos capaces.

-¡Aléjate de mí idiota!- Camille como pudo lo empujo.- No les tengo miedo, así que déjenme en paz.

-Deberías tenernos miedo.- le responde con burla.

Matheo le da otra mirada llena de diversión pero nuevamente con un deseo peligroso para ambos, salió del baño dejando a Camille con las palabras en la boca, pero agradeció eso ya que no tenía idea de como organizar sus ideas luego de lo que acaba de pasar.

La Potter nerviosa se acercó al espejo dándose cuenta que le había dejado unas marcas, nada que no pudiera arreglar el maquillaje, por lo que se cubrió como pudo con su abrigo antes de salir del baño.

-Te quedara morado esa zona.- una voz grave la hace dar un brinco.

-Joder.- murmura al darse cuenta.- ¿Acaso tu y tu estúpido hermano se ponen de acuerdo para acosarme?

-No te creas tan importante.- rueda los ojos.- Matheo y yo nunca estamos de acuerdo en nada, aunque...- hace una pausa para mirarla.- Esta vez le doy la razón, deberías tenerlos miedo.

-¿Por qué? Por ser los hijos del mago más tenebroso de nuestros tiempos.- recrimina y Tom ríe sin gracia negando.

-Solo te advierto.- le dice sin quitar la mirada la cual paso en las marcas moradas, por razones desconocidas para él eso le molesto.- Ahora ten...- toma la mano de la pelirroja bruscamente y deja un papel en ella.- Supongo que ya sabes de la fiesta en mi sala común, quiero que estés ahí...

-¿Por qué te haría caso?- cuestiona confundida leyendo el papelito, donde estaba la contraseña.- ¿O más bien por qué crees que me gustaría ir a una fiesta donde hay serpientes rastreras?

-No preguntes.- le dice con tono serio.- Solo haz las cosas... al menos que quieras que le pase algo a tus seres queridos.- Camille se enderezo cambiando su rostro confundido por enojo.

Si algo hacía enojar a Camille, era siempre que se tratara de personas que ella apreciaba o quería, conforme en tiempo esas personas se habían vuelto en debilidad para la Potter.

-Ni se te ocurra.- dice entre dientes.- ¿Qué es lo que quieren?

-En lo personal nada.- responde sereno.- Pero estaré aquí un tiempo, y necesito distraerme con algo, y tu... alguien sin importancia, quien a vivido bajo la sombra de su hermano, del niño que vivió... parece una buena opción.

-No se que estén jugando, pero niego rotundamente ser la diversión de ambos.- dice Camille ocultando lo dolida que le habían dejado aquellas palabras.

La Potter se da la vuelta caminando rápido para llegar a su sala común, queriendo olvidar las palabras de Tom, aunque le daba en parte la razón, desde su primer año siempre la tacharon como la hermana de Harry Potter; al principio como cualquier niño, le afectaría que la compararan con su hermano, con el tiempo y gracias a los gemelos, le dejo de importar.

Siempre se mantenía con cierta distancia cuando Harry se ponía en problemas en los años que llevaban en Hogwart, mientras su hermano era conocido por haberse enfrentado desde al profesor Quirrell hasta el basilisco, ella empezó a crear su propia imagen, se refugió en las bromas.

Empezó con pequeñas bromas en segundo año, cuando Fred y George la descubrieron los tres se unieron, siendo así mejores amigos, y luego sus ansias de hacerle bromas en especial a los Slytherin creció cuando Remus y Sirius, le contaron sobre que su padre era un bromista. Algo que hizo que Camille estuviera más emocionada y feliz que nunca, al seguir de cierta forma, el legado de su padre.

-Hey, roja...- dice con tono alegre Fred al verla entrar a la sala común.- ¿Donde estabas metida?

-Andaba... ammm....- no sabía que excusa poner, ya que no podía decirle que estaba con los hermanos fantásticos.- Caminando por allí, quería estar un momento sola.

-¿Estas bien?- cuestiona preocupado.

-Si, no te preocupes.- le sonríe de medio lado.

-Tengo noticias.- llega George emocionado.- Los Slytherin tendrán una fiesta...

-A la cual no estamos invitados.- agrega Fred pero los mira divertidos.

-Pero no es necesario.- termina de decir George.

Camille los miraba divertida, ella entendía a lo que querían llegar, ya que los tres pelirrojos ya se habían filtrado a la sala común de Slytherin, cuando se hacían las fiestas o simplemente para hacerles alguna broma. Es por eso que en el momento que vió la contraseña y que haya sido invitada por Tom, en parte le había causado gracia, ya que aunque no fuera invitada, de igual modo asistiría.

-Iremos a esa fiesta, muchachos.- dice Camille con una sonrisa burlona.










¡Nuevo Capítulo!❤

La tensión de ambos😏 y falta aún más.

En este capítulo narre un poco de como los gemelos y Camille se hicieron mejores amigos.☺

Sin más que decir...

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LA CHICA POTTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora