Capítulo 4

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Equipos al azar.

No podía negar que me sorprendí demasiado al ver a Chishiya a mi lado. Era la primera vez después de tanto tiempo que pasábamos un rato a solas. Por más que intentará entender, no comprendía porque sentía tanto nerviosismo en mi cuerpo.

- ¿Y bien? - preguntó mirando mis ojos con atención.-

- Ehh...sí. Es complicado dormir sabiendo que volvimos a estar en este mundo horrible. - respondí acurrucándome entre la manta.-

- Todavía no recuerdo todo lo que vivimos anteriormente pero si pudimos salir con vida, ¿Qué nos hace pensar que ahora no lo lograremos?

- Nos tengo demasiada confianza, se que si nos lo proponemos, podremos salir de aquí. El problema está en que seguramente las cosas cambiaron, los juegos cambiaron, las reglas, todo. Ya...ya no es como antes.

Pude escuchar como Chishiya soltaba un suspiro profundo y movía su cabeza para mirar al frente. No me había dado cuenta de que todavía lo estaba mirando. Sus facciones eran las mismas, su cabello grisáceo con tonos rubios, la sombrita que quedaba encima de sus labios luego de rasurarse, sus finos ojos oscuros y sus dientes que al sonreír podría lograr que terminara rendida ante él. Lo extrañaba, como no tenía idea.

- ¿Qué tanto miras? - preguntó sin mirarme.-

- Ehh yo, lo siento. Me quedé pensando. - contesté rápidamente.-

- ¿En que pensabas?

Definitivamente no podía decirle que estaba pensando en lo hermoso que era, si lo hacía, lo más probable es que ahora sí pensara que estoy loca. Traté de buscar una excusa lo más rápido que pudiese para que no creara dudas por su cuenta.

- En todo esto... - terminé por contestar.- En este mundo...no entiendo porque volvimos a meternos, no entiendo porque no olvidé nada. Tengo miles de preguntas que nadie puede responderme y cada día la curiosidad y la culpa se está adueñando de mi cuerpo, es todo tan...complicado.

- Te diría que te entiendo pero la verdad es que no. - se limitó a contestarme.- De todas las personas que estamos ahora, no reconozco a nadie, al menos no por ahora. No te voy a negar que tengo pequeños recuerdos con las cosas que dijiste pero en ellos no sale ninguno de ustedes.

- Quizás es cuestión de tiempo. Quiero decir...al inicio pensé que todo esto eran más que eso, recuerdos. Pero con el pasar del tiempo y de los días, me di cuenta de que no y poco a poco fui recordando todo y a todos.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - contestó.-

- Ya la hiciste. - le respondí.-

- ¿Puedo hacerte dos preguntas? - mencionó girando su rostro para verme.-

- Las acabas de hacer. - volví a contestarle con una sonrisa y uniendo nuestras miradas.

- ¿Puedo hacerte cuatro preguntas?

No pude evitar reír por esta conversación. Me trajo tantos recuerdos, y para ser más exacta fue el recuerdo de nuestra primera cita. Ambos estábamos sentados en la misma posición y yo quería hacerle una pregunta que era muy importante para mi pero Chishiya solo se limitaba a hacerme una broma.

- Ya.. - dije sonriendo.- Te escucho.

- ¿Qué éramos antes de que olvidara todo? Es decir...tú y yo.

Esa pregunta me dejó helada. Puedo jurar que en cuestión de segundos todos mis pensamientos se detuvieron, que tragué saliva más de cinco veces. Es demasiado complicado explicar todo lo que sentí. Frío, escalofríos, nervios, miedo. Todas sensaciones negativas.

𝖤𝗌𝗍𝗈 𝖺𝗎́𝗇 𝗇𝗈 𝗁𝖺 𝖺𝖼𝖺𝖻𝖺𝖽𝗈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora