Capítulo 13

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Sorpresas, escándalos y confesiones.

Me tardé demasiado en poder conseguir el sueño. Miles de pensamientos abrumaban mi cabeza, las veces en las que han intentado matarme, bien, pueden que hayan sido dos pero...¡Han intentado matarme!

Una de las principales víctimas que tenía en la mente era Azuni, o quizás era el alma de su hermana desquiciada que no me dejaba en paz ni aunque estuviese muerta.

De tanto pensar, no me había dado cuenta el momento en el que caí dormida.
A la mañana siguiente me levanté con un dolor de cabeza impresionante, sentía que me partía por completo.
Ninguna de mis amigas estaban presentes en la habitación. De manera inconsciente hice un puchero con mis labios, esto de ser la última en levantarme ya no me estaba gustando para nada.

Tendría que comenzar a hablar con todas para que a partir de ahora me levanten a la misma hora que ellas.
Largué un suspiro y me puse de pie para encaminarme el cuarto del baño. Dentro de éste empecé a lavarme el rostro, a peinarme y lavarme los dientes. Estuve como unos diez minutos, en lo que también hacía mis necesidades.

Al salir del baño lo primero que veo es la silueta de Usagi. Parecía estar buscando algo entre sus cosas, gracias a ello no se había percatado de mi presencia, así que cuando me acerqué hasta su anatomía, vi cómo daba un pequeño saltito en su lugar. No podía negar que me había resultado muy tierna.

- ¿Está todo bien? - pregunté al ver lo exaltada que se encontraba.

- ¡Por supuesto! - me respondió con nerviosismo en su totalidad. - ¿Por qué no estaría todo bien?

- Usagi, vamos. Somos mejores amigas desde hace un año más o menos. ¿No me tienes confianza?

- No es es que no te tenga confianza, t/n...es que no sé cómo contar lo que voy a decirte.

- Me estás asustando demasiado.

Mi adversa me hizo sentar en su cama y pude ver cómo su rostro tenía una expresión de nervios. Sea lo que sea que tenga que decirme, estaba logrando que me asustara demasiado. Observé cómo largaba un suspiro por su boca y colocaba sus manos encima de las mías.

- Puede que...éste...

- ¿"Puede que" qué? - contesté. - Usagi, me estás asustando demasiado. Mínimo dime si es algo bueno o malo, para saber si tengo que prepararme o no.

- ¡No es malo! ¿O sí? ¡No lo sé! Creo que puede ser vista de diferentes emociones dependiendo de la persona a la que se lo diga.

- ¡Harás que me muera de un infarto!

- ¡Ya! Es que...puede que hace una semana que tendría que haber llegado mi periodo y aún no estaría haciéndose presente...

- No me digas que...

- ¡No lo sé! Es por eso que le pedí una prueba a Banda cuando todas estaban durmiendo. No tenía el valor de hacérmela hasta ahora, por eso vine por ella.

Usagi se acercó hasta su mesa de noche y pude ver cómo sacaba una caja. Eran de esas pruebas carísimas, creo que eran nuevas ya que estas eran digitales.

- ¿Mi hermano sabe? - pregunté.-

- No, aún no. Primero quiero hacerme la prueba para después ver si se lo tengo que decir o no. Pero antes, ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Puedes hacerme las preguntas que quieras.

- La primera es...¿Puedes quedarte conmigo hasta que me haga la prueba? No sé cómo se hace y sé que me pondré demasiado nerviosa si estoy sola.

𝖤𝗌𝗍𝗈 𝖺𝗎́𝗇 𝗇𝗈 𝗁𝖺 𝖺𝖼𝖺𝖻𝖺𝖽𝗈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora