CAPÍTULO 1

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Sorpresa.

—Sí, ya casi estoy llegando a mi apartamento —dijo Camila con una amplia sonrisa dibujada en su rostro.
—Prepárate, te estamos esperando —respondió su amiga Dinah.
—Sí, sí... estoy en camino ¿ok? —ella se detuvo un momento para disminuir los latidos de su corazón. Llevaba meses esperando este día. Y, ahora, por fin había llegado.
Estaba más que emocionada por probarse su nuevo vestido, porque esta noche tenía que lucir lo mejor posible. Pero en el momento en que abrió la puerta no pudo evitar abrir los ojos.

—Hola... ¿Por qué has llegado pronto a casa? en vez de pregunta, más bien salió un jadeo de la boca de Camila.
Su novia Lauren Jauregui estaba en casa antes de lo planeado, y parecía ocupada en su laptop.
Y parecía que no había prestado atención en ella hasta que preguntó.
—¿Y tú por qué llegas tarde? —Lauren no apartó los ojos de su portátil.
Su voz fue despreocupada, sin embargo, al no recibir ninguna respuesta, tuvo que mirar a Camila.
El cuerpo de Camila siempre recibía las mismas descargas cuando esos ojos verdes esmeralda la miraban, y se preguntaba si alguna vez dejaría de verse afectada por su aspecto.
Porque siempre que Lauren tenía su camisa de vestir con una corbata anudada justo en medio de sus hombros, Camila siempre podía olvidarse de responder ante cualquier cosa.
—Yo... —Camila se interrumpió y, por más que lo intentó, no pudo encontrar ninguna excusa.
—¿Estás haciendo horas extras otra vez? —Preguntó haciéndola suspirar.
—Sí... y, pensé... —Ella quería...
—Ven aquí... —Lauren volvió a mirar la pantalla, pero tenía la mano extendida para que Camila se uniera a ella.
Dejando su bolso en la encimera de la cocina en el camino se dirigió hacia Lauren y siguiendo su gesto acabó en su regazo.
El perfume de Lauren hizo que su mente se volviera confusa. Podía sentir literalmente que su corazón se agitaba al encontrarla tan cerca y cerró los ojos en el momento en que llegó a besar la dulce y hermosa boca de Lauren.
Su mano sostenía la cabeza de ella y la bajaba mientras profundizaba el beso.
—¿Está creciendo mi pequeña Camila? —Camila sonrió sintiendo la mano de Lauren en su muslo y apartó su portátil para conseguir toda su atención.
—Ya he crecido, Lauren. Y, tú ya lo sabes... —Al mirarla a los ojos le dieron ganas de cancelar todos los planes para quedarse con ella.
Lauren miró sus orbes marrones antes de que la deliciosa boca de Camila volviera a llamar su atención, porque ella podía agitarla realmente rápido, además de que hacía unas comidas maravillosas.

Entonces, apretó su boca contra la frente de Camila antes de decir:
—Es bueno cómo estás aprendiendo que hay que trabajar para conseguir cosas en la vida... —La boca de Camila se curvó y Lauren hizo una pausa para sostenerle la cara antes de añadir—... Y, quiero mucho de esta vida...
Camila sonrió mirándola y se inclinó para besar su mandíbula.
—Sé que lo conseguirás todo. Eres la persona más trabajadora y... dedicada que he conocido... —Camila podría haber dicho más, pero podía sentir su tensión en este punto. Poniendo sus dedos en el nudo de la corbata de Lauren, lo aflojó—. ¿Quieres que te prepare la cena?—
—A veces me asustas por conocerme tan bien —En un movimiento rápido, se levantó solo para girarse de nuevo y expresarle:
—¿Puedes dejar de trabajar? Ve a refrescarte mientras yo preparo...
—Camila... Escucha... —Dijo Lauren y ella la observó fijamente—. Me... gusta esta nuevo tú. Siendo seria en tu trabajo y luego... dando estos tiempos extra, y déjame decirte una cosa... si quieres algún consejo de inversión te lo enseñaré gratis —Camila se rio un poco preguntándose cómo reaccionaría Lauren, al saber la verdadera razón de sus horas extras en estos últimos seis meses.
—Ok... —Apenas consiguió no reírse y se alejó.
Lauren también se dio cuenta de algo más, pero lo pasó por alto antes de mirar la pantalla donde se veía una enorme mansión. Miró a Camila antes de detallar la mansión, porque sabía que ella se volvería loca al ver algo así.
Al estar al lado de Camila desde siempre y conocerla tanto, supo que ella podía conformarse con cualquier cosa.
En todo caso eran polos opuestos en todos los sentidos, pero como Lauren sospechaba, su actitud era solo por su corta edad, sin embargo, esta nueva Camila, estaba tratando de crecer a su lado...
Lauren Jauregui tenía diecinueve años, era intersexual y eso no era un problema, porque había estado ganando dinero desde que pudo hacerlo. No es que su madre soltera no pudiera mantenerla. Su madre, Clara, era profesora en una famosa universidad y su padre siempre la había impulsado a ser la mejor.
Tenía que tener más éxito que él para demostrarle lo que podía ser. Y, no había nada que la detuviera.

En cuanto a Camila, ella había sido su vecina desde la infancia, pero Lauren tampoco recordaba desde cuándo supo que el mundo entero estaba enterado que Camila la quería, y siempre había sido de este modo.
Y, aunque había salido con diferentes personas y había evitado a Camila a toda costa mientras crecía, el momento en que Camila también se mudó a la ciudad de Nueva York sin ningún plan únicamente para permanecer cerca de ella, hizo que esto la atrapara sin duda alguna.
En ese momento tuvo que decirle que la quería. Y, ¿por qué no? Era guapa, joven y sabía hacer buena pasta.
No le interesaba nadie en ese momento. En el pasado, pensó que Lucía era la indicada para ella, pero era una chica fiestera y tuvo que romper con ella a los cuatro meses.
Además, otra que era Keana, tenía una familia enorme y siempre la obligaba a asistir a eventos con ella. En dos meses, ya había tenido dos rupturas en Nueva York. Y, después de dos meses, llegó Camila.
Su hermana mayor, Taylor, y su madre la llamaron para asegurarse de que no se metiera en problemas. No estaba de humor para cuidarla, pero su madre le había dado permiso para usar el apartamento que tenían aquí. Ignorarla incluso había pasado a segundo plano, dado lo hermosa que era.
Incluso si no lo era, tenía ese poder de lucir increíble todo el tiempo. Su ropa siempre era estupenda, su pelo siempre estaba hecho y el pintalabios al punto.
El hecho de que Camila tuviera una madre médica que siempre le daba dinero para gastar, la había hecho ser una chica mimada todo este tiempo.
Así que Lauren sintió que realmente no tenía sentido romper el corazón de Camila también, además de que estaba actuando lo suficientemente madura como para lidiar con ella.
Aunque algunas veces le había dado oportunidades para preguntarse ¿por cuánto tiempo funcionaría esto?
Pero esta Camila en la que se estaba convirtiendo, definitivamente no la vio venir.
Camila siempre era lo suficientemente cautelosa y Lauren Jauregui, que podía enfadarse literalmente por cualquier cosa, no había estallado en meses.
Ahora la llamaba novia.
Era como si Camila supiera todo sobre Lauren, y se estaba convirtiendo en algo que ella querría tener en su vida para siempre.

Hace seis meses, cuando logró cerrar un trato en el sector inmobiliario y consiguió que su patrimonio neto alcanzara los dos millones de dólares, Camila se comportó de forma completamente diferente. Había dejado de quejarse de las horas de trabajo de Lauren e incluso ahora se veía haciendo horas extras ella misma también.
—La cena está lista... —la llamó Camila y Lauren sonrió mirándola.
Si esto seguía así... con una compañera como Camila, estaba en camino de convertirse en una de las personas más exitosos del mundo. Y, no había nada que la detuviera.
Estaba a punto de llegar a la mesa cuando recibió una llamada de su hermana. —Hola, ¿qué pasa? —Descolgó y sonrió al ver que Camila negaba con la cabeza.
—¿Por qué no te has cambiado? —Preguntó Camila, pero ignorándola Lauren escuchó lo que decía su hermana,
—Estoy aquí en Nueva York...
—¿De verdad? ¿Qué pasa? Pues... —Y, antes de que pudiera continuar, su hermana dijo:
—Sé que siempre estás ocupada y que debes estar en tu oficina, pero he tenido un pequeño accidente. Estoy bien y en casa de Roma, pero...
—¿Dónde está ese lugar? —Preguntó Lauren y en el momento en que ella mencionó la calle ya se había puesto en marcha.
Al ver que se alejaba, Camila negó con la cabeza. Se preguntó por qué Taylor había tardado tanto en llamar y corrió a cambiarse de vestido. Su Uber también estaba ya esperando y paró el coche en la parte trasera de la casa de su colega y se subió.
—¿Está aquí? —Gritó chillando, pero su amiga Dinah se apresuró a añadir.
—Todavía no... —Camila no la dejó completar y gritó viendo a la madre de Lauren.
—¡Cómo estás! —Echándole los brazos al cuello la abrazó con fuerza.
—¡Estoy bien! —dijo Clara, la madre de Lauren, y se apartó para añadir—: ¡Pero mírate! Estás fabulosa con este vestido. Mírala Taylor... sigue siendo la misma. ¡Loca por Lauren!
—Pero tu hija ha cambiado mucho. Ahora... es toda mía —Dijo Camila toda emocionada.
—¡Chica! Me dan pesadillas pensando si soy suficiente para ser su madre. Es toda tuya si puedes lidiar con ella —Camila se rio antes de ocuparse de compartir abrazos con los amigos de Lauren.

—¿Qué estaban haciendo? ¿Por qué no llegaron antes? Su amigo George levantó las manos.
—Eso no es culpa mía. Estaba como siempre... tratando de salir. Quizás ella quería pasar su cumpleaños de medianoche contigo.
Y, antes de que pudieran hablar más, su amiga Dinah vino a gritar en voz baja.
—¡Chicos! Ella está aquí... —Mordiéndose la boca con fuerza Camila trató de no hacer ningún sonido cuando Lauren entró.
—¿Por qué está oscuro aquí? —Lauren preguntó a Dinah solo para que todos saltaran mientras Dinah encendía las luces.
—¡Feliz cumpleaños! —Lauren parecía sorprendida, pero cuando sus ojos se posaron en Camila, sacudió la cabeza con decepción.
Camila casi corrió hacia ella echándole los brazos al cuello y le susurró.
—Te quiero.....—Entonces ,Lauren sonrió mirando a su madre y puso sus manos en la cintura de Camila para separarse de ella.....

El regreso de mi ex (camren gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora