CAPÍTULO 21

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—Camila, ¿puedes hacer este expediente para la noche? —Sabrina se acercó a la mesa de Camila y le pasó una carpeta.
—Pero acaba de llegar... —respondió Camila, pero recibió el expediente.
Candice salió para anunciar que pronto saldría y le pidió a Sabrina que viera los asuntos de hoy.
Habían pasado diez días desde su encuentro con sus amigos y Jeff se había puesto en contacto con ella a través de Facebook, para recordarle que debía visitar su casa con su marido. Camila lo había estado retrasando, pero esta vez quería contarle a Shawn todo y cada uno de los detalles. O por supuesto, se llevaría el susto de su vida, al ver que ella conocía a la hermana de Lauren y a su cuñado.
No era que no quisiera decírselo a Shawn. El problema era el mismo. Shawn estaba volcado en su trabajo. Se levantaba temprano por la mañana y llegaba un momento en que ella estaba agotada y quería dormir. Por ahora, Shawn había pedido esperar un poco más, ya que pronto obtendría un ascenso en el trabajo y no tendría tantas responsabilidades.
Eran alrededor de las seis cuando Sabrina y Camila salieron del edificio. Camila la despidió con la mano cuando Sabrina se dirigió a su coche y siguió caminando hacia el suyo que estaba aparcado a un poco más de distancia.
Estaba a punto de entrar en el coche cuando recibió una llamada de Dinah. —Hola, ¿cómo estás? Estoy saliendo de mi oficina...
—Camila... tu madre tuvo un accidente. Su cabeza recibió el golpe. Solo la llevaron al quirófano.
—¿Qué? No... ¿Dinah? No...
—Camila... será mejor que vengas. ¿De acuerdo? —Ella colgó el teléfono y se derrumbó justo al lado de su coche, pero luego, tratando de enjaular sus emociones, abrió la puerta de su coche y se sentó.
Temía ir allí. No podía perder a su madre. No estaba preparada para ello. Apoyó la cabeza en el volante y se derrumbó de nuevo.
Fue únicamente el golpe en la ventana a su lado lo que la hizo levantar la vista. Y, allí estaba Lauren.
—¿Estás bien? ¡Camila! ¿Qué pasa? —Lauren abrió la puerta y Camila la miró.
—Dicen que mi madre tuvo un accidente... Está en el hospital... su cabeza... —Por supuesto, la estaba viendo a través de la cámara. Y, en el momento en que ella actuó de forma extraña alrededor de su coche, Lauren supo que tenía que venir.
—Es imposible que conduzcas así. ¿Me entiendes? —Lauren dijo, pero ella negó con la cabeza.
—No, tengo que llegar allí... yo... —La cara de Camila estaba marcada por las lágrimas. —Lo harás, pero no vas a conducir. Eso es seguro...

Tuvo que aceptar la oferta de Lauren de llevarla al aeropuerto. Todavía estaba en el camino cuando intentó marcar el número de Shawn. Cuando él no pudo recibir ninguna de sus llamadas, y ella tuvo que conformarse con un mensaje de voz.
—Shawn, me voy al aeropuerto. Mamá tuvo un accidente. Tengo que estar allí. Te estaré esperando allí, ¿vale? Solo ven cuando escuches esto...
—No te preocupes... estará allí —contestó Lauren, aunque podía ofrecerse a hacer llegar el mensaje a Shawn llamando a RRHH.
Pero no lo quería aquí con Camila. Además, dudaba de que Shawn dejara pasar la oportunidad de estar con Hailee por pasar tiempo con la madre de su esposa.
Camila estaba a punto de pedir un billete cuando Lauren pidió para ellas dos. No tuvieron que esperar mucho y les dieron la clase business para el primer vuelo que salía. Era un poco antes de la medianoche cuando Camila llegó al hospital y les comunicaron el éxito de la operación, pero su madre aún no había abierto los ojos.
Dinah ya se había marchado a su casa y Camila se metió en la sala VIP de su madre para únicamente hipar más fuerte. Ver su cabeza envuelta la inquietaba. Lauren, que entró después de hablar con una de las enfermeras sobre una receta, se sintió mal al ver a Sinuhe en ese estado. En efecto, ella formaba parte de su infancia. La amiga de cabecera de su madre.
—Mamá... —Lauren escuchó a Camila susurrar y fue a sostener su hombro.
—Ella estará bien. Lo sé... —Camila levantó la vista y asintió con la cabeza.
—Gracias, Lauren...
Pasaron la noche en la habitación del hospital. Lauren le dijo que debía dejar de llorar, pero Camila estuvo estresada toda la noche.
Lauren trajo café para las dos por la mañana, pero en el momento en que Camila iba a aceptar el café, sintió que la cabeza le pesaba. Se balanceó hacia su izquierda haciendo que Lauren la sujetara.
—¿Camila...? ¿Camila?
—Estoy bien... es que siento la cabeza pesada...
—Sabes que... deberías ir a que te revisen. Y, estoy segura de que necesitas dormir. Ahora, ¿podrías ir a casa o debería reservarte una habitación además de tu madre? —Camila miró a Lauren y odió cómo tenía razón.
Intentó levantarse, pero recibió una arcada que la hizo correr al baño muy rápido.

Lauren salió a pedir ayuda y dado el hospital, una enfermera de guardia vino a ayudarla. El médico le hizo algunas pruebas y creyó que podía tratarse de su ansiedad de la última noche, entonces una de las enfermeras, vino a recoger su sangre mientras Lauren le decía.
—Ahora, irás a casa de tu madre... ¿Me entiendes?
Lauren salió de la enfermería para coger la chaqueta de Camila de la habitación de Sinuhe, pero nada más entrar oyó a Sinuhe preguntar.
—¿Lauren... eres tú o yo estoy muerta...?
Lauren miró fijamente la mirada interrogante de Sinuhe durante un momento antes de responder:
—No, estás bien... sólo he venido a echar un vistazo...
—Entonces... Lárgate de aquí... ahora.

El regreso de mi ex (camren gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora