CAPÍTULO 12

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—¿Qué puedo darte yo? —Shawn le preguntó y Lauren sonrió asintiendo con la cabeza.
—Quiero que trabajes duro... muy duro... dime... ¡Puedes hacerlo! —La voz de Lauren se volvió un poco espeluznante al final y Shawn asintió con la cabeza.
—Por supuesto, lo haré. No te defraudaré...
—Esto es lo que quiero de ti... esto es exactamente lo que quiero... —Pero entonces Lauren cogió un cigarrillo más y se lo ofreció a Shawn—. ¿Cómo está tu mujer? Estoy segura de que se alegrará cuando escuche esto —Y, con esto Lauren notó como a Shawn se le fue bajando el ánimo—. ¿Qué pasa? —presionó Lauren y Shawn aceptó el cigarrillo.
—No he estado en buena forma esta última semana... ella realmente sufrió conmigo... yo...
—¡Eres de lo peor! —Lauren no esperó a añadir y esto hizo que Shawn la mirara—. En momentos como este, creo que ella se merece algo mejor—. ¿Cómo vas a compensarla? — Shawn sonrió ante su insinuación.
—Creo que ella será la más feliz con esta noticia... no solo he recuperado mi trabajo, sino que además me han ascendido —Shawn sonaba emocionado haciendo que Lauren susurrara:
—¿Siempre haces esto? ¿Lo haces todo por ti? Tu trabajo... tu empleo... —Lauren recuperó su silla y se bajó para ver mejor su rostro.
—No... no... sé lo que puede hacerle feliz a ella también. —Realmente es extraño... la conociste hace unos meses y ahora...
—Bueno, pero si yo no la conozco, entonces... ¿Quién la conoce? —esto hizo que Lauren lo mirara a los ojos por un momento antes de asentir con la cabeza.
—Entonces, ¿qué piensas hacer? —Su voz era profunda, y aún más intimidante.
—Con este nuevo trabajo... puedo darle mucho. Por lo pronto, seguiremos adelante con nuestro plan de tener hijos —Lauren lo miró directamente a los ojos. Pero lo único que pudo hacer, fue meter su mano derecha bajo la mesa y sonreír.
—Sobre tu salario... ¿Shawn? Será el mismo... ya ves que aún estás por conseguir la experiencia y probarte a ti mismo. Espero que puedas entenderlo...
—¡Oh...! —A Lauren le encantó cómo su cara se bajó al instante, y lo vio apresurarse en añadir—. Créeme, este ascenso sigue significando mucho para mí. Y, haré todo lo posible para... —Shawn continuó su retahíla en cómo iba a demostrar que era digno del puesto, mientras que a Lauren le gustó el hecho de cómo eso de los hijos, no iba a pasar al siguiente paso.
—Tengo una reunión, Shawn... sí me disculpas... y, sí... despedí al gerente. Me estuve preguntando si tú puedes asumir los fines de semana durante los próximos seis meses. Sin embargo, puedes tener los demás días libres —Shawn ya sabía que un gerente trabajaba los fines de semana durante seis meses, y otro nuevo, hacía los siguientes meses, después.
Cuando Shawn salió de la oficina, supo que el gerente que acababan de despedir no tenía los seis meses trabajando, y que apenas llevaba cuatro, pero no le dio mucha importancia y la única explicación que se le ocurrió fue que Lauren podría querer ponerlo a prueba.
Eran las nueve de la noche cuando Shawn volvió a casa. Entró y vio que Camila estaba leyendo algo en la sala de estar, pero se levantó para mirarlo nada más entrar.
—¿Qué ha pasado? ¿De qué se trataba? —Le preguntó Camila y él se apresuró a abrazarla con fuerza inhalando bruscamente sobre su cabeza para empezar.
—Lo siento mucho... he sido lo peor esta última semana, ¿verdad? —Preguntó Shawn y Camila no podía creer lo que escuchaba.
—¿Qué ha pasado, Shawn? Ahora me estás poniendo nerviosa. ¿Has recuperado tu trabajo? —preguntó mientras el hombre entrecerró los ojos.
—Lo haces sonar como si no debiera haber ocurrido... —Camila no pudo parpadear mirándolo por un momento, pero Shawn sonrió acercándose a abrazarla de nuevo—. No solo conseguí el trabajo, cariño... sino que me han ascendido a jefe de planta. Tú... no tienes ni idea de lo que significa... Camila... yo... estoy tan feliz hoy. Nunca lo vi venir. Y, todo es gracias a ti, cariño... —él se apartó y Camila preguntó de inmediato:
—¿Por mí?
—Creíste en mí... —Camila trató de sonreír al verlo feliz, pero se preguntó de qué se trataba todo esto.
Había perdido su trabajo, y ahora resulta que lo recuperó de la nada. Sabía que todo esto había comenzado después de aquella noche.
—¿Qué... por qué has tardado tanto? ¿Estabas con Jones? —preguntó Camila, pero Shawn negó con la cabeza.
—No... escucha, únicamente vamos a hablar de ti... y... dime tú primero... ¿Estás enfadada conmigo? —Camila lo miró a los ojos por un momento antes de susurrar:
—Me asusté —a Shawn se le apretó el corazón al ver las lágrimas en sus ojos y la abrazó con fuerza.
—Lo siento mucho, cariño... lo siento mucho... no sé qué me pasó. Yo también tenía miedo. Yo también tenía miedo de perderte.
—Pero no quiero que tengas miedo, Shawn... quería que confiaras en mí. Que tuvieras fe en mí —esto hizo que Shawn le tomara la cabeza antes de besarla profunda y largamente.
—¿Te pongo la cena? —Preguntó Camila apartándose y estaba frotando sus manos en el pecho de él mientras Shawn la miraba.
—¿No has comido? —Te estaba esperando...
—Por supuesto, comeremos juntos... —Dijo Shawn y se dirigió a su cocina—... Pero a decir verdad... ya comí.
—¿Qué? ¿En la oficina...? Pero nunca te gusta la comida de comedor. —Pues se puede decir que mi comedor es diferente ahora... y, mejor.
—¿De verdad? ¿Cómo?
—Ahora soy el jefe de planta, recuerda... y, espera... estoy apuntando al cielo —Había algo en su voz que la inquietaba. Era bueno que él estuviera centrado en sus ambiciones, pero ella no lo quería.
Quería pasar su vida con él y no volverse muy obsesiva con el dinero. Si no, ella sabía cómo iba a terminar. Camila se calentó un poco de sopa y se sentó a su lado para empezar:
—Shawn... me alegro mucho por ti... y, espero que consigas todo lo que sueñas...
—Lo sé. Nunca podré dudar de eso —Camila sonrió ante la confianza que había recuperado, definitivamente Shawn se veía mucho mejor cuando es su yo normal.
—Escucha... por qué no vamos tú y yo a nuestro restaurante favorito para celebrar tu trabajo y tu ascenso. Yo invito... además, plancharé nuestros trajes y cosas... yo...
—Mañana tengo trabajo —la cortó Shawn y ella entrecerró los ojos: —¿Qué? Mañana es domingo...
—Sí... pero voy a suplir al jefe de planta. Y, puedo tomar dos permisos entre semana, pero el fin de semana... lo siento. Además, no estaré en casa antes de las nueve, seguro...
—¿Qué tontería es esta? —Camila jadeó, pero él se apresuró a añadir.
—Así es como ha sido. No es que me lo impongan solo a mí. Además, es por seis meses... tengo un encargado más en la planta... y otro hará los fines de semana después de los seis meses...
—¡Ahhh...! ¿Realmente necesitamos esto? —Ella gimió y Shawn la miró sorprendido.
—Por supuesto, recuerda que vamos a limpiar mis cuentas y luego... formar una familia — él se inclinó más cerca y ella sonrió.
—Bueno... ahora con tu aumento... creo que podemos empezarla desde esta noche —Camila sonrió más ampliamente para que Shawn encogiera su sonrisa.
—Sobre eso... Humm... no voy a recibir el aumento en ese contexto... —¿Qué? — susurró Camila.
—Sabes... cuando la Sra. Jauregui me hizo esta oferta... estaba tan emocionado... incluso le dije cómo íbamos a avanzar en nuestras vidas... pero luego al darse cuenta de lo que estaba planeando, supongo que cambió su humor. Tal vez quiere ver si soy bueno para este puesto o no... y que no tenga distracciones.

—Prefiero llamarlo explotación. Estás renunciando a tus fines de semana... tu tiempo en la oficina es más largo ahora, pero no te pagará porque quiere ver si eres capaz... —Y, entonces todo tuvo más sentido para ella que para Shawn.
Por supuesto, Lauren le dijo esto después de que Shawn compartiera su plan... ella se detuvo para mirar a su esposo y se preguntó por qué él tuvo que contarle a Lauren sus planes de tener hijos.
Shawn entró en el baño y Camila contempló si debía hablar con Dinah. Después de perder su trabajo, Dinah estaba convencida de que podía evitar decírselo a Shawn, pero ahora no solo Lauren había vuelto a sus vidas para afectarlas, sino que literalmente lo estaba intentando todo para alejar a su marido de ella.
Nada de fines de semana, noches de fiesta y ningún aumento de sueldo. Ella sabía que todo era por una razón.
Ella le había dicho a Shawn muchas veces que podían empezar a tener una familia y Shawn nunca cumplía. Y, también se encontraba presionando en el asunto sola.
Pero ahora al ver como alguien como Lauren quería controlar incluso hasta hacer crecer a su familia, hizo que su cabeza quisiera explotar.
Ella sacó los cajones de su mesita de noche, para pinchar todos los condones al azar fuera del paquete. Sabía que lo estaba haciendo más que todo por Shawn.
Sacando su lencería favorita, ella encendió las luces románticas de su camisón para que Shawn saliera sonriendo.
—Me gusta...
—Bueno, pensé que deberíamos celebrarlo de alguna manera...
—Voy a devorarte esta noche —Camila sonrió mirándolo.
—¿De verdad? —Le encantó su cuerpo recién duchado contra el suyo cuando se acercó a cubrirla y sonrió abrazando su rostro antes de besarlo profundamente.
—Estoy tan feliz por ti, Shawn... —Susurró para que Shawn profundizara el beso.
Camila no tomó la píldora a la mañana siguiente. Si acaso tomó algunas vitaminas y trató de hacer las tareas de la casa. No llamó a Dinah porque realmente no quería que alguien supiera cómo otra persona estaba tratando de controlar su casa.
Ella se preparó de nuevo a las nueve de la noche y lo esperó para la cena para que Shawn no le devolviera ninguna de sus llamadas y volviera en medio de la noche.

—Lo siento mucho... has cenado, ¿verdad? —Shawn preguntó y Camila asintió con la cabeza y mintió.
—Sí...
—Gracias a Dios... estoy tan cansado.
—¿Por qué has tardado tanto? —Ella preguntó y él la miró por un momento antes de decir:
—Salí con otros gerentes... querían tener un trato... y, una cosa llevó a la otra. Lo siento mucho... quería llamarte, pero...
—Está bien —susurró Camila y le mostró su sonrisa más brillante.
Sin ver a Lauren en la última semana, ya podía notar cómo se entrometía y trataba de controlar su casa. Pero lo que Lauren estaba olvidando era a quién pertenecía esta casa.
Dejando a Shawn dormir, lo despertó a las ocho de la mañana con su maquillaje perfecto.
—Hey... despierta cariño... —Camila le besó la boca para que Shawn abriera los ojos con una sonrisa.
—Estoy tan emocionada por llegar a la oficina... mañanas como esta es el sueño de todos supongo.
—Oh... por supuesto, te estás despertando para gobernar... —Camila bajó para besarlo de nuevo, pero él se apresuró a atraparla entre sus brazos mientras gemía.
—Pero voy a empezar este día haciéndole cosas a mi esposa primero, ¿puedo? Camila enarcó las cejas sonriendo.
—Sus deseos son órdenes, señor —Shawn sonrió besándola profundamente mientras todo lo que Camila sentía era una felicidad de triunfo.
Ella conocía a Shawn. Sabía lo fácil que era estar con él. Y, ella quería que las cosas siguieran igual...

El regreso de mi ex (camren gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora