CAPÍTULO 15

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—¿Esto es en serio? —Camila siseó y Lauren sonó bastante tranquila al otro lado cuando respondió:
—Sí... lo estoy. Haré lo que me has pedido... vamos a decirle a Shawn mañana que volvemos a estar juntas...
—¡Estás loca! No lo decía en serio, Lauren —Camila estaba sorprendida y más que agitada ahora.
—No hagas esto, Camila...
—Escúchame. Será mejor que te rindas...
—Escúchame tú... Voy a por ti, Camila. Haré lo que sea.
—No te atrevas a venir aquí, ¿me has oído?... ¿Sabes qué? ¡Haz lo que quieras! Realmente no puedes hacer nada excepto sacarnos del trabajo y eso no cambia nada...
—¡Camila... cariño! —Shawn llamó a Camila y ella colgó el teléfono y cortó la llamada.
Saliendo intentó ocultar su molestia con una sonrisa. Ella sabía que Shawn no se merecía nada de eso. Sus mentiras, su ex y este trabajo sin sentido por el que estaba trabajando tan duro, y ella sabía que tenía que ponerle fin.
Shawn sonrió apoyándose en su silla y la miró de pies a cabeza.
—Espero que te guste lo que estás viendo... —ella puso la botella sobre la mesa mientras Shawn la sujetaba de la muñeca y la bajaba a su regazo. Ella le sujetó la cara y lo besó profundamente.
Camila se apartó para respirar para que Shawn volviera a sujetar su boca y ella supo en este momento que la botella iba a permanecer intacta.

Camila se despertó y sonrió mirando a Shawn. Saliendo cogió su teléfono de la mesa del comedor que olvidó por la noche anterior, y notó treinta y dos llamadas perdidas de Lauren. Incluso la idea de lo que podría haber sucedido si Shawn fuera el que hubiese revisado su teléfono fue lo suficientemente inquietante.
Su estómago se revolvió con esta ansiedad desconocida y salió a tomar un poco de aire fresco. Tenía que salir a trabajar en dos horas, pero no quería despertar a Shawn. Se merecía un sueño tranquilo después de semanas.
Miró su teléfono y se preguntó si debía llamarla para decirle lo que pensaba, pero levantó la vista para notar a Lauren, al otro lado de la calle, se inclinaba hacia su coche.
—Joder... —ella susurró antes de que la rabia la invadiera.
Con sus manos temblorosas, la llamó al móvil para que ella contestara:
—Buenos días...
—¿Qué haces aquí? —Camila le preguntó y Lauren se quedó mirándola antes de decir:
—Dijiste que vendrías conmigo si lo dejaba todo...
—Sabes que no hablaba en serio —Camila la cortó.
—Pero lo creí... —Camila tragó saliva cuando Lauren cortó la llamada y comenzó a caminar hacia su casa.
Ella bajó también de las escaleras y llegó a su pequeña puerta por delante para detener su camino.
—¿A dónde crees que vas?
—Le diré que me amas y será mejor que ese cabrón se vaya... —Cogiéndola de los brazos, Camila trató de empujarla y se golpeó con ella en el proceso:
—No le dirás nada. Esta es mi casa, Lauren. Y, te cortaré en pedazos si tratas de tener alguna idea extravagante de destruirla —Lauren la miró y se encontró realmente agitada por la ira.
Quiso calmarse, pero no pudo. No podía verla con alguien. Sí, lo estropeó, pero esta vez se encontró incapaz de rebotar y salirse con la suya. Ella era su Camila... solo suya.
—Ven conmigo, Camila... haré lo que quieras. Únicamente te quiero a ti, Camila... solamente a ti...
—No lo haré... aunque entres ahora mismo y le digas a Shawn que eres mi pasado... No va a cambiar nada. Shawn sabe lo mucho que lo quiero. No importarás, Lauren... no importarás...
Lauren pasó mirando su boca moviéndose mientras las palabras que decía resonaban en su mente. Dejó que sus brazos rodearan su cuerpo. Solo si pudiera, quería romper a esta Camila que parecía haberse hecho lo suficientemente fuerte como para decirle que no. Por una vez, Lauren quiere encontrar a su Camila, pero lo que estaba delante de ella era la mujer que no la dejaba tener a su mujer.
Sólo por un momento, quiere encontrarse a la misma Camila que no podía alejarse de ella ni siquiera por un momento. Y, juró que podría dar cualquier cosa para conseguirlo.
—Vete... por favor —le susurró Camila en la cara empujándola un poco más con sus frágiles manos. Lauren inhaló el mismo aliento a menta que le era familiar y se preguntó cómo había dejado que esto sucediera.
Cómo no pudo ver lo que estaba perdiendo. ¿Cómo pudo pasar todos esos años sin ella?
Podía ir y decirle a Shawn que la quería de vuelta y que podía pedir cualquier cosa en su lugar, pero sabía que eso sólo le diría a Shawn el poder que poseía. Eso sólo haría que Shawn dejara el trabajo y perdería el control que podía ejercer en sus vidas.
Y, si quería que Camila volviera tenía que esperar.
Entrando en el despacho se quitó la corbata y le preguntó a su asistente. —¿Cuántas reuniones tenemos para hoy?
—Cuatro... tienes... —Y, antes de que Nelson pudiera seguir hablando ordenó:
—Muéstrame...
Leyó la agenda sólo para mirar fijamente la fecha de hoy. El aniversario de su hermana era dentro de una semana. Recordó cómo en el pasado sólo pudo arreglárselas para aparecer en el momento de los votos. Y, en cuanto a asistir a sus fiestas de aniversario, nunca lo había hecho. Podía ver lo que Camila quería de la vida y si la quería de vuelta tenía que cambiar su forma de actuar. Y, no había nada que no pudiera ganar. Y, en el caso de Camila, necesitaba mucha paciencia.
—¿Dónde está el director financiero? Iba a verme ayer y no recibí ningún informe... — preguntó Lauren. Estaba acostumbrada a ver los informes todos los días.
—Está de permiso, señora Lauren. Su asistente está investigando las cosas... y, también la estimación de Malcolm.
—¿Por qué? Él literalmente tuvo vacaciones cuando se casó... y, si su asistente va a tratar su trabajo ¿por qué no promoverla?
—Se está divorciando ahora...
—¿Qué? —Y, todo lo que Lauren podía pensar era cómo esta persona no era capaz de centrarse en el trabajo como antes porque su vida personal estaba devastada...
—Su mujer lo pilló con la criada... —añadió Nelson y Lauren negó con la cabeza sonriendo.
—Debe ser una criada hermosa y oportunista... —Comentó Lauren como si tuviera sentido.
Y, aquí es cuando se rompió. Podía conseguir una mujer oportunista y hermosa para poder destruir el matrimonio de Camila. Se dio cuenta también que esto tendría que saberlo Camila y ella podría dejar a Shawn.
Recuperarla no iba a ser tan fácil como comprar una empresa sin ánimo de lucro. Ella sabía que tenía que añadir un esfuerzo extra. Y, esta vez estaba dispuesta a dar esos pasos lentos si esos la llevan a su Camila.
Hizo una llamada al jefe de atención al cliente y le hizo un gesto a Nelson para que se fuera.
—Hola, ¿Sra. Jauregui?
—¿Cómo está ese muchacho Shawn? ¿Cree que es digno de este...?
—Creo que ha estado trabajando con bastante diligencia.
—Explíquelo como persona —Lauren no preguntó para tener piedad de él. Podía ser el mejor humano de este mundo, pero aun así lo quería fuera de la vida de Camila.
—Astuto y oportunista... pero esto es lo que queremos en nuestra corporación. ¿No es así? —Lauren sonrió asintiendo con la cabeza.
—Entonces, supongo que debería sustituirte... ¿No?
—Sra. Jauregui... —Pudo percibir la preocupación del hombre, pero Lauren se apresuró a cortar la llamada.
Hizo otra llamada a la extensión de cuentas de la empresa Marko. —Hola, ¿es Candice con quien hablo?
—¿Sí?
—Genial... soy Lauren Jauregui hablando, Candice —Sabía que Candice tenía treinta y dos años y era una mujer ambiciosa.
—Sra. Jauregui... ¿En qué puedo ayudarla? —Por supuesto, ella sonaba un poco nerviosa. —Quiero que haga algo por mí... y, quiero que sea un poco discreta en el asunto. —Soy todo oídos...
—Genial, estás hecha para las grandes cosas.

El regreso de mi ex (camren gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora