CAPÍTULO 18

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Lauren metió el pie en el ascensor y Camila miró hacia arriba. Se sintió invadida por ella cuando no la dejó sola ni siquiera un momento.
—¿Qué estás haciendo? —Camila preguntó retrocediendo mientras Lauren entraba y presionaba para subir a la planta baja.
—No necesitas huir... Podemos trabajar en ello juntas —Lauren sugirió haciendo que Camila preguntara:
—¿Qué? —Camila no la quería tan cerca. Lauren la hacía sentir incómoda. Quería evitarla a toda costa.
—Mira, entiendo que estás casada. Y, debemos respetar tus decisiones, pero si actúas como lo estás haciendo, solo vas a herir a Shawn. Y... —esto hizo que los ojos de Camila se centraran finalmente en Lauren haciendo que añadiera—... Las dos no queremos eso...
Camila se quedó mirando. Se le pudo ver un poco a la defensiva antes de lograr entender. —No te necesito a ti... ni a nada de lo que intentas proponer.
—Realmente quise ayudar, Camila —Y, esa sonrisa torcida de ella, hizo que Camila recordara el momento en que una vez estaba caminando hacia ella, mientras le pedía que rellenara su plato con esta misma sonrisa.
¿Qué tan estúpida era? ¿Cuánto invirtió en Lauren?
—Gracias, pero no... —dijo y fue la primera en salir del ascensor. Odiaba cómo se había vuelto más guapa con los años. Una persona como ella ya debería haber sido fulminada por un rayo.
Salió un poco consciente porque sabía que Lauren también caminaba detrás de ella. Y, tal vez, mirándola con seguridad. Saliendo del restaurante empezó a caminar hacia el aparcamiento cercano donde tenía aparcado su coche, pero entonces se giró y levantó las cejas.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó.
—¿Qué estoy haciendo? —Lauren le devolvió la pregunta.
—¿Puedes seguir tu camino, por favor? Estoy segura de que no vas a tu coche. Tienes un conductor que te lo lleva y guarda...
—¿Te has fijado en mí? —Lauren la cortó, pero al ver que Camila se molestaba por su respuesta se apresuró a añadir—... Nada, me aseguro de que llegues a tu coche sin problemas o si necesitas que te lleven —Camila bajó la mirada ante la ironía, y luego sonrió mirando hacia arriba:
—He aprendido a tener mi propio coche. Alguien me echó de su coche hace años... no me arriesgaría después de eso —El momento pareció congelarse y ella supo que Lauren no tenía nada que ofrecer.
—Lo siento... —Camila la escuchó claramente y se quedó quieta por un momento, pero luego tragó saliva mientras Lauren se dirigía hacia ella—... Espero que algún día puedas perdonarme. Fui una estúpida, Camila. Créeme... nunca fuiste tú. Todo es culpa mía... y, ahora no puedo...
Camila estaba sorprendida y ahora se daba cuenta de que no estaba preparada para escuchar a Lauren disculpándose. Camila ya no quería hacerla mejor. Seguir enfadada con Lauren era fácil y no quería cambiar las cosas con ella. Y, únicamente para que Lauren dejara de acercarse a ella, añadió dando dos pasos hacia atrás.
—Te perdono. Sí, te perdono... ahora discúlpame —Camila no sabía por qué, pero sentía que tenía que alejarse de Lauren con urgencia.
Sabía que Lauren quería decir algo más y debería haber sido más paciente para escucharla, pero no podía obligarse a quedarse allí.
Entró en el aparcamiento que estaba a una manzana de distancia y se dirigió a su coche. Lo abrió para sentir la mano de alguien en su boca.
—No te atrevas a decir ni una palabra —Ella puso sus manos en la mano y trató de resistirse, pero sus acciones se detuvieron cuando encontró un cuchillo en su vientre.
Apareció otro hombre y le quitó el bolso sin forcejear.
—Sabía que fue una mujer la que estacionó aquí —el chico que tenía delante, apenas parecía tener diecisiete años y a ella se le abrieron los ojos cuando sacó hábilmente todo lo que había en su bolsa para meterlo en su chaqueta.
Aquí no cabía esperar ningún incidente de este tipo. El lugar estaba bien vigilado y ella sabía que la seguridad debía estar cerca.
—Sin hablar... —advirtió el chico y la mano en su boca se debilitó y se dio la vuelta para encontrar un gigante hombre bien construido con una chaqueta que olía a mierda.
—¡Ayuda! —Gritó en el momento en que lo encontró avanzando hacia ella, pero recibió un puñetazo en la cara por su acrobacia.

Ella gimió más fuerte y se encontró con que se alejaban. La cabeza le daba vueltas mientras sus miembros parecían rendirse ante el temor de que esos dos hombres volvieran a ella.
No supo cuándo logró sentarse y se horrorizó al sentir que alguien aparecía de nuevo por su espalda,
—¡No! —Gritó solamente para que esa presencia se acercara—. ¡No! —Volvió a gritar y trató de bloquear su rostro, pero lo que escuchó fue su nombre.
—Camila, soy yo. Lauren... Camila... —Ella entrecerró los ojos para ganar enfoque en su visión y saber que esas palabras eran ciertas.
Era Lauren quien tenía su brazo en su cuerpo. Dejó que Lauren le bajara la mano con la que se cubría la cara mientras se le escapaba una lágrima.
—Lauren... ellos... dos... yo... —Ella hipó más fuerte y Lauren se bajó para abrazarla con fuerza.
—Estás bien... estás bien, los encontraré y juro que los mataré... —Sintió que el agarre de Lauren se debilitaba como si estuviera a punto de levantarse, pero Camila se aferró a ella con más fuerza.
—No, no, no te vayas... no me dejes, Lauren. Pueden estar cerca... por favor... por favor... no te levantes...

El regreso de mi ex (camren gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora